Muérdago

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¡Hola! Tenía este capítulo reservado para más adelante pero como he visto que estáis todas emocionadas he decidido subirlo ya :) ¡Hoy capítulo doble! Y con sorpresa...
Muchas gracias por todos vuestros comentarios, si os hace ilusión leer la historia a mí me hace el doble de ilusión leeros a vosotras.  A partir de ahora intentaré ir actualizando cada fin de semana.

PDT: Si hay alguien que también lea "Somnífero", quería decir que estará pausado hasta próximo aviso. Tengo muchas obligaciones con la universidad y realmente se me hace difícil escribir varias historias a la vez. Espero vuestra comprensión :) 

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Capítulo 24: Muérdago.

Draco y Hermione sólo tuvieron que esperar un minuto antes de que se abriera la puerta y la señora Weasley apareciera tras ella, sonriente.

—¡Bienvenidos! Entrad, entrad —dijo, haciéndose a un lado para dejarles pasar—. Feliz Navidad a los dos. ¿Cómo fue el Autobús Noctámbulo, queridos? —preguntó.

La cocina era cálida y estaba bien iluminada. Varias ollas y sartenes parecían estar ocupadas allí. Unas voces podían ser escuchadas desde la sala de estar. Draco pronto notó el drástico contraste con lo que estaba acostumbrado en Malfoy Manor. Era evidente que aquí, la cocina era el corazón de la casa. Uno de los libros de texto de algún Weaslette estaba sobre la mesa, y había fotos de los hijos colgando de las paredes, algunas recientes, otras no. No eran demasiadas, pero daban la sensación de serlo. Se encontraba tan concentrado en la extraña decoración de aquella casa que sólo se dio cuenta de que Molly Weasley le había preguntado algo cuando Hermione le dio un débil codazo en las costillas.

—¿Perdón?

—El conductor de autobús, que parece que te ha dejado un poco mareado. Estás pálido. Tengo algo para eso si quieres. El primer viaje en el autobús Noctámbulo siempre es el más vertiginoso.

Miró a la matriarca Weasley con sorpresa, preguntándose si ella estaba siendo condescendiente o si por el contrario estaba siendo sarcástica y en el fondo se alegraba de su malestar. Pronto se percató de que no lo decía con malas intenciones. Ella realmente sentía el hecho de que él se sintiera enfermo. Se dio cuenta de que debía parecer tan malo como se sentía.

—Estoy bien, gracias. Fue... fue un poco más duro de lo que esperaba.

—Bueno, no tendrás que volver a subirte a ese autobús por un tiempo. Tú y Hermione podéis quedaros todo el tiempo que deseéis. Estoy segura de que a Ginny le encantará tener vuestra compañía en estas fiestas —dijo, volviéndose para echar un vistazo a las cucharas que revolvían algo en las ollas. Éstas, que habían aminorado el ritmo, volvieron a remover su contenido al percatarse de la severa mirada de la señora Weasley—. Oh, chicos, todavía estáis cargando con las maletas. Imagino que querréis ir a ponerlas arriba.

—Podemos llevarlas arriba, pero luego podemos bajar a ayudar aquí si necesita una mano —ofreció Hermione. Imaginaba que habría una gran cantidad de bocas que alimentar.

—¿Dónde está...? —murmuró la mujer, mirando a ambos lados. Por fin encontró un delantal y se acercó a él, sacando una hoja de papel doblada—. Puede ser que te tome la palabra más tarde, Hermione, pero tengo todo bajo control por ahora. Tengo una lista aquí de dónde vais a dormir todos. Hemos movido un par de cosas para caber. Déjame ver. Hermione, tú dormirás con Ginny. George se va a quedar con Percy. Bill y Fleur estarán en la habitación de Bill cuando lleguen. Charlie dormirá en la habitación de Ron, pero si Andrómeda y Teddy deciden que quieren pasar la noche, él podrá dormir en el sofá para que Andrómeda y Teddy puedan permanecer en la habitación. Draco, tú y Harry os quedaréis en el cuarto de Fred y George. Harry ya ha dejado sus cosas. Me temo que todavía huele un poco a pólvora, pero deberíais poder dormir bien. —Su voz se quebraba un poco cada vez que decía en voz alta un par de nombres.

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