Mugglefied

Salamandras

NT: ¡Quedan solo 6 capítulos para el final! ¿Estáis preparadas? :D

Capítulo 60: Salamandras.

El olor de la sangre de salamandra flotaba en el aire. Hermione midió unos gramos en el frasco que había frente a ella, consciente de que los ojos de Belby estaban puestos sobre ella. Estaba trabajando en la poción "Crecehuesos" y haciendo todo lo posible por ignorar la intensidad con la que el maestro de pociones la miraba. No había esperado que su anuncio fuera recibido con alegría exactamente, pero tampoco había esperado ese nivel de rabia.

—Has echado demasiado. Hazlo de nuevo —le ordenó. Habían estado repitiendo la poción por horas—. Si el equilibrio entre la sangre de la salamandra y el calcio no es exacto, los huesos no se solidificarán correctamente cuando vuelvan a crecer —dijo irritado.

Hermione descartó la poción a medio hacer y comenzó de nuevo, rechinando los dientes.

—No termino de entenderlo. No estaba contento con la forma en la que manejé la última reunión, por eso no lo incluí en la siguiente. He sido sincera con usted sobre mis objetivos desde que empecé este aprendizaje.

—Y has estado trabajando por menos de un año. Creo que has mordido más de lo que puedes masticar. Revuelve más lentamente para que la mezcla se disuelva correctamente —su rostro parecía haberse convertido en piedra—. Realmente deberías haber escuchado mis consejos primero.

Hermione dejó su cuchara con un estrépito.

—Soy su aprendiz y usted mismo ya ha dicho que estoy lista para tomar los exámenes del primer año después de solo diez meses, diez meses de aprendizaje a tiempo parcial. No veo cómo lo que elijo hacer fuera de nuestro acuerdo de trabajo logra afectarle tanto.

La barbilla de Belby se tensó.

—Me importa porque estás poniendo a la gente en peligro. Si no le dices al Ministerio lo que tienes planeado, me veré obligado a hacerlo yo. Y si al final tengo que hacerlo, mucho me temo que este aprendizaje no podrá continuar —había una fría luz en sus ojos que le recordó a la primera vez que había visto a Snape—. Solo lo has pensado a medias. No tengo dudas de que has considerado lo que hay que hacer para mantener a salvo a las mujeres y los niños que quieres sacar del bosque, que has encontrado un lugar seguro para retenerlos por un tiempo. ¿Pero qué pasa con todos los demás? Si crees que los que se quedan no se van a enojar no has prestado suficiente atención. El Ministerio debe estar al tanto de que el resto de los hombres lobo van a estar en busca de sus compañeros perdidos. O buscando reemplazarlos. ¿Pensaste que simplemente se acurrucarían y obviarían el hecho de que de repente no pudieran encontrarlos?

El nivel de sarcasmo era insoportable, pero la peor parte era... que no estaba equivocado. Había considerado cuidadosamente las formas de proteger a todos los que querían refugio fuera del bosque. Confiaba en su plan, casi no había ningún lugar en Gran Bretaña con mejor seguridad que Malfoy Manor... ¿Qué tan cerca estaba el pueblo más cercano al bosque?

—Yo... me tengo que ir. Hablaré con alguien —Arthur. Arthur la vería. Él sabría con quién necesitaba ponerse en contacto y encontrarían una manera de hacerlo funcionar. No podía decepcionar a Meredith y a los demás. Todo había ido tan rápido...

—Hay cerca de 50 millas al pueblo, en caso de que te lo preguntes —la voz de Belby sonaba como si estuviera más que agotado—. Desearía que me hubieras dicho que estabas a punto de tomar una acción tan importante. ¿No crees que he estado estudiando esto? ¿Que no hubiera hecho más hace mucho tiempo si hubiera podido? No podrán llegar ni al primer pueblo durante la noche, pero puedes estar segura de que si los demás no pueden encontrar a sus compañeros, muchos de ellos no dudarán en transformar a alguien nuevo. Especialmente si un grupo de ellos desaparece al mismo tiempo. El Ministerio tiene algunas guaridas, débiles, por cierto. Saben más o menos dónde está el territorio del hombre lobo. Pero si se produce una migración repentina... también son criaturas mágicas. No hay nada que diga que no puedan romper las barreras por pura fuerza.