Tan Fácil: Encontrarte

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(Recuerden que esta fic no será del todo tierna, es por algo me dijeron hoy al respecto)

Las luces cegaban a más de uno en la pista de baile, sin embargo todos bailan alegremente debido al alcohol que habían ingerido.

El castaño no disfrutaba de la fiesta, pero al menos podía ver traseros. 

Era su segundo vaso de cerveza y aún no conseguía a nadie. Rodó los ojos al ver que tendría que convencer a alguna chica.

Vio a dos chicos a la distancia, uno de primero y otro que iba con el (Que a su parecer parecían maricas).

Intentaban coquetear con una de último año. Le apostó al que utilizaba un pañuelo sobre su cabello, sin embargo este fue rechazado. El de ojos marrones soltó una carcajada ante el acto de la chica.

Así como también escuchó a su amigo carcajearse ante el mismo acto, una mirada probablemente inocente es lo que observaba.

A Zabdiel le encantaba.

No sería con el primer chico con el que se acostaba, sin embargo un poco de inocencia no le vendría mal.

-Joel acabas de ser rechazado, ¿Cómo se siente?-Escuchó decir al inocente sin nombre mientras reía.

-Ni siquiera era guapa.-Dijo y Christopher rio aún más alto.-Ya cállate.-

Lo cual provocó que la risa del chico incrementara, llamando la atención de los presentes.

Al ver que la atención estaba sobre el, acompañado de un leve sonrojo susurró un pequeño "Perdón" y la fiesta continuó.

En un momento luego de sentir la mirada constante de alguien sobre él, se dio la vuelta y se encontró con la mirada de Zabdiel.

Ignoró el llamado de la penetrante mirada hasta que su amigo Joel se marchó.

A pasos lentos fue al rincón donde este se encontraba.

-Podrías decirme ¿Por qué me estás observando?-Dijo Christopher incómodo ante su mirada.

Zabdiel examinó al chico de pies a cabeza.

Una sonrisa se asomó en su rostro.

-No es por nada, niño bonito.-Dijo y Chris se sintió más incómodo.

-No me digas así.-Dijo este sonrojado.

-¿Cómo? ¿Niño bonito?-Dijo burlándose del mayor.

-Para.-Dijo irritado ante la actitud del menor.

En un movimiento, Zabdiel acorraló Christopher, eran él, Christopher y la pared.

-¿Qué haces?-Dijo mirando a Zabdiel a los ojos.

-¿No quieres divertirte un poco?-Dijo coqueto.-Soy Zabdiel.-

-Y yo soy "Déjame en paz"-Dijo el mayor intentando escapar del acorralamiento de Zabdiel.

Zabdiel apegó a Christopher a su cuerpo, estampó sus labios con los del mayor, una sensación complaciente lo invadió, intentaba que los labios del otro chico se movieran junto con los de el, sin embargo, estos estaban inmóviles, intentaba que el cuerpo del mayor se relajase y que disfrutara del momento, pero los constantes golpes de nena por parte de Christopher no lo ayudaban en lo absoluto.

Luego de algunos segundos, el otro chico se dejó llevar, su cintura era acariciada por el menor (aunque sin embargo era más alto), su mano se dirigió a la mejilla de Zabdiel, con el dedo pulgar acariciaba la zona.

Las manos del menor pasaron de la cintura al trasero de Christopher, apretándolo, provocando que leves gemidos salieran de su boca en medio del beso, se separaron unos segundos en los que Christopher sorprendido por lo que acababa de pasar, volvió a buscar los labios de Zabdiel, el cual atraía a Christopher hacia el. 

Zabdiel lo besaba posesivamente, como lo hacía con cualquiera de sus presas, después de todo, el sería uno más.

Prácticamente arrastró a Christopher a la primera habitación vacía que encontró, en donde siguieron besándose, ambos tenían sed del otro en ese momento.

La playera de Christopher iba a ser arrancada por Zabdiel, hasta que Christopher lo miró con ojos de súplica.

-¿Eres virgen?-Dijo agitado, Christopher asintió.

Zabdiel rodó los ojos, pero siguió besando al chico.-Seré delicado.-Le dijo para que se calmara, besó su cuello, mientras sujetaba fuertemente el trasero del más bajo, otra vez era la pared, Christopher y el.

-Está bien.-Dijo aún dudando del desconocido, solo sabía que estaba nublado por este sentimiento extraño.

Su playera ahora sí, fue retirada de su cuerpo, luego su cuello volvió a ser atacado. Apegaba más a Zabdiel. Su juicio estaba nublado por las caricias de este.

El menor dejó de besar el cuello del pelinegro, sus labios volvieron a buscar los del otro chico, con una erección que apretaba en su pantalón, decidió que no aguantaría más. Se presionó más contra el cuerpo del chico, a lo que este soltó un gemido. Ambos se movieron hasta caer sobre la cama de la habitación.

Christopher ante la excitación que sentía decidió quitarle la camisa a Zabdiel.

Aún se besaban hasta que un pequeño detalle los interrumpió.

El celular del mayor, empezó a sonar.

Ambos gritaban es sus cabezas ante el hecho.  

Se separaron y Christopher sacó su celular, su madre ya estaba esperándolo.

-Mi mamá ya llegó.-Dijo Christopher, levantándose de la cama, dejando a su casi primera vez de lado; aunque el no era gay, o al menos eso creía, había disfrutado mucho aquella aventura salvaje.

Se puso su playera y estaba dispuesto a salir de la habitación, aunque había esperado a que su erección bajara antes de salir, tampoco era que no conocía esas cosas. Su cuerpo volvía a ser atraído por aquel extraño que acababa de darle el mejor reto que ha tenido en su corta vida. 

-Esto no ha acabado Niño bonito.-Le dijo después de besarle y dejarlo ir.

Cien (Chrisdiel)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu