Cien (Chrisdiel)

Cien: Lágrimas

Zabdiel quería morirse, hace apenas unos segundos había llegado a su departamento, llamó al trabajo diciendo que estaba enfermo, y le creyeron. El chico se escuchaba mal.

-¿Cómo mierda le pude haber hecho eso?-En su cabeza se repetía la escena continuamente. El penetrando fuertemente a Christopher mientras este lloraba, pedía ayuda. Zabdiel empezó a llorar más fuerte.-No merezco su perdón.-

Mientras Zabdiel se lamentaba, Christopher se encontraba siendo rescatado de aquel desastroso motel. Joel había llegado hace unos minutos, tuvo que ayudarle a Christopher a darse un baño y vestirse para poder irse.

En ese momento Joel no podía pensar en nada más que en diez formas de matar a Zabdiel sin dejar rastro alguno.

-Vamos Chris.-Dijo Joel mientras este pasaba un brazo alrededor de su cuello.

-¿Amor necesitas ayuda?-Erick entró al cuarto al escuchar que su novio tenía dificultades cargando al mayor.

-Estoy bien, babe, yo puedo.-Dijo pero aun así Erick fue a ayudarlo.

-Deberías dejar de ser testarudo.-Ambos sonrieron inconscientemente.

Christopher no los escuchaba, apenas podía mover sus piernas. Llegaron al auto y Christopher aún no hablaba. Su mirada estaba perdida, Joel intentaba que este reaccionara, sin embargo solo recibía tristeza y vacío.

-¿Harás algo?-Dijo Joel encendiendo el auto, el mayor negó.- ¿Qué diablos Chris? ¡Te violó!-Joel estaba molesto, su enojo bajó un poco cuando Erick empezó a acariciar su espalda.

-Lo amo.-Dijo observando como la mirada enamorada de Erick en su amigo.-Y él me ama.-

-Eso que pasó ahí solo significa que este idiota te quiere para sexo.-Dijo mientras empezaba a manejar, Christopher negó.

-No sabes por lo que ha pasado.-Dijo Chris, lo único que Joel sabía es que Zabdiel, había sido violado. Nadie sabía quién fue. Ni Zabdiel lo sabía, hasta que se enteró que ese bastardo salía de la cárcel y quiso conocerlo, no lo había visto jamás, sus tíos no lo habían dejado. Ese día vio a Christopher sentado frente a frente con su violador, el asesino de su madre. Sabía que el momento exacto en el que la cagó fue cuando le dijo "Zabdiel, él es mi padre.", su chico solo salió de ahí entre lágrimas.

-¿Me estás escuchando Christopher?-Dijo Joel obligándolo a abandonar sus pensamientos.

-Mi padre lo violó.-Soltó por fin y Joel dio un frenazo.

-¡¿Qué?!-Soltaron Erick y Joel en sorpresa.

-Por eso terminamos, por eso y porque lo engañé.-Dijo y sus amigos aún se encontraban sorprendidos.

(...)

Christopher no pasaba en su casa, el motel era su hogar, la universidad no era para él. Sentado sobre la arena de aquella playa, esperaba.

Había invitado a alguien con quien era muy importante que hablase, en su lugar, una hermosa playa en donde los recuerdos de un amor no pudieron ser enterrados.

-Chris...-Escuchó un leve susurro. Se giró y pudo ver a Zabdiel corriendo hacia él. Unos brazos lo envolvieron rápidamente.-Te amo. No entiendo que me pasó, bebé.-Dijo entre lágrimas.-Te amo mucho.-

-Esto es un adiós definitivo Zabdiel.-Dijo el mayor.-Yo creo que esto ya nunca se recuperará, yo...-Fue interrumpido por los labios del más alto que se habían posado sobre los suyos, luego fue obligado a recostarse sobre la arena por el chico.-Ya déjame en paz.-Dijo Christopher intentando escapar del encerramiento de Zabdiel.

-Es que no entiendes...-Susurró.

-¿Qué jamás me quisiste y solo querías follar conmigo? ¿No entendí acaso que yo era uno más?-.

-Chris...-Dijo Zabdiel bajando la mirada.-Tú fuiste el que me hirió inicialmente, recuérdalo-.

-Pero eso no se compara a lo que hiciste tú.-Dijo el pelinegro herido.

Lo miró por unos segundos hasta que alzó la mirada, sus ojos se posaron sobre los labios del mayor y en un arrebato unió sus labios con los del chico pálido, provocando lágrimas en ambos, no querían separase, no podían hacerlo.

Algo muy fuerte los unía.

-Te amo y si no recibo tu perdón... Podré entenderlo.-Dijo cerca de sus labios, ambos con los ojos cerrados.-Pero que te quede claro.-Ambos volvieron a observar los ojos del otro.-Lucharé por ti, hasta recuperarte. Así yo salga lastimado.-Dijo con lágrimas resbalando por sus mejillas. Se encontraban sentados de nuevo.

-Zabdiel...-El menor pasaba tiernamente su dedo por su mejilla, secando las lágrimas de su amado.-Me arrepentiré de esto, lo sé.-Dijo Christopher después de un rato, tenía dos opciones, intentar seguir con Zabdiel o intentar curarse a sí mismo.

-¿Qué sucede cariño?-Dijo el puertorriqueño. Christopher tenía una respuesta.

-Quiero que te vayas de mi vida.-Dijo sin mirarlo a los ojos.

Sus corazones volvieron a partirse.

-No me rendiré igual.-Dijo Zabdiel volviéndose a acercar.

-Hablo enserio, Zabdiel.-Dijo el chico sintiendo como lo tomaba de la cintura.

-Te amo.-Dijo el más alto.

-Yo igual, pero me lastimaste Zabdiel.-Dijo Christopher observando el rostro mojado por las lágrimas de Zabdiel. Como si de un dejavú invertido se tratase, Christopher mencionó aquellas palabras que hace un tiempo atrás lo habían destrozado, ahora volvían a hacerlo añicos-Quisiera poder perdonarte, pero... Diablos eres mi debilidad.-Acercó la cara del chico a la suya.-Te amo, pero seguir con esto estaría mal Zabdi.-Dejó un último beso sobre los labios de este y con los ojos apagados, casi como un muerto en vida, decidió marcharse de aquel lugar.

-Chris, quédate.-Susurró Zabdiel cayendo de rodillas, así como Christopher aquel día en el gimnasio, en donde también dijo las siguientes palabras.-Te amo tanto.- Su chico se había ido y con él su corazón. Ahí entendió que hay gente que mata por amor y hay gente que muere por ser amado. Él había matado a Chris, su amor y furia lo habían matado.

(n/a)

Esto es un maratón.

Tres días, Cinco capítulos.

O eso espero :v, como sea, esto ya se va a acabaaar, FALTA POCO PARA EL CONCIERTO DE CNCO EN ECUADOR Y I'M SCARED

Axx