capítulo 6

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Mi única reacción ante su beso fue tocar mis labios luego de que se fuera de la habitación con el ceño fruncido y balbuceando palabrotas sí mismo. Mi sonrojo era increíble para entonces y repetí en mi cabeza una y otra vez la imagen de 'Suga' acercándose a mis labios con una excesiva agresividad que me resultó innecesaria y muy...sexy. Recordé su respiración irregular mezclarse con el mío y esos cinco mágicos segundos donde me miró a los ojos con los suyos negros y una extraña apariencia a felino que se veía muy bien en él. Pero...aparte de sus ojos negros algo desesperados por el beso, también había algo más en esa mirada que no sabía describir. Durante nuestro beso, sentí algo de lo que me asusté, algo llamado "felicidad". Estar tan feliz por un beso con mi secuestrador estaba mal, muy mal, pero al tocarme, mandé a la mierda todos mis principios y disfruté del sentimiento que creció en mi.


Me quedé en la habitación con dos pensamientos principales rondando por mi mente: porqué se molestó de la nada luego de haber hecho así? Y como debía actuar con él después de haber disfrutado en sobremanera su contacto?

Suga no me había atado al irse, parecía totalmente consumido por la ira como para recordar ese pequeño pero importante detalle, aunque de igual manera no podía escapar puesto que había dos opciones de escape y ambas eran imposibles de realizar. Los barrotes de hierro en la ventana un poco caseros no me dejaría salir o quitarlos a la fuerza, y el pasillo daba directamente a la sala mientras que en el baño no había ventanas por las cuales yo pudiera escabullirme. Me acurruqué en una esquina del cuarto en la que estaba colocada la cama avergonzado de las sonrisas que me provocaba en simple recuerdo de "roce". Pasaron horas en las que solo me dediqué a intentar descifrar los gritos que Suga daba en la sala, pero no lograba entender. Mientras el rubio gritaba, se escuchaba una voz racional intentar calmarlo por medio de palabras que, en dicha situación, resultaban inútiles. Me acerqué un poco a la puerta para escuchar mejor, pero mi estómago sonó anunciándome que necesitaba comer...ya. Después de todo, llevaba algunas horas aguantando el hambre.

Me terminé decidiendo por salir de la habitación para pedirle a ese tal RapMon o a Suga que me dieran algo de comer, aunque de cualquier manera, era suicidio hacerlo, pero el hambre lo es primero.

-Suga, yo....tengo ha-hambre...-dije en voz baja una vez llegue a la sala. Él me miró con la quijada tensa y tomo mi mano conduciéndome a la cocina donde me extendió una bolsa mediana de papás para comer con una mini-coca cola. Miré al suelo aceptando la comida estando más concentrado en que no le había hablado formalmente ya que ni siquiera sabía si era mayor. Debía preguntar? Suga-hyung... Suga-hyung....quería llamarle así.

[YoonGi POV]

Jimin no me miraba a los ojos, pero de igual manera nunca lo hacía, al menos no cuando yo estaba prestándole atención. Probablemente estaba nervioso por la forma en que estaba gritándole a NamJoon y como me fui de la habitación luego de lo que hice.

Ese beso.

Debía admitir que fue una acción impulsiva de mi parte que solo había embarrado más la mierda con la que había estado lidiando estos últimos días. Sí. Jimin me encantó desde que lo vi gracias a esas mejillas que se sonrojaban con facilidad, sus labios gruesos y suaves, su cuerpo blanquecino y cabello negro que resaltaba el carmesí de sus labios. En mi opinión, era putamente sexy, sin embargo, mi trabajo era que respirara y siguiera siendo virgen( se notaba que lo era a kilómetros) al final del mes, que era un aproximado de días que le tomaría a la familia del enano recaudar dinero.

Para ser honesto, esto ni siquiera fue mi idea, pero mi jefe necesitaba dinero para comprar armas y, si yo se lo proveía, me permitiría salir del "negocio" sin ninguna condición y tendría una exclusión total de mi vida en la mafia. Los únicos en la ciudad que podrían tener esa cantidad de dinero eran los Kim. Con la ayuda de los informantes infiltrados del banco, me enteré de que habían una cuenta separada a la de los líderes de la empresas Kim en la que, según ellos contaron al trabador del lugar que los atendió, pondrían dinero para que su nuevo hijo adoptivo pudiera pagar la universidad, ropa, comprar o construir su casa( si es que quería vivir aparte), entre otras cosas...todo este dinero para su hijo resultó ser un poco mucho más de lo que tendían a darle a los otros dos mocosos. Recibí la cantidad de dinero en la cuenta y no era suficiente, pero, si ellos estaban dispuestos a darle todo ese dinero al mocoso tan fácilmente, cuanto llegarían a dar para recuperarlo? El niño valía dinero y eso era lo que necesitaba yo, así que, porqué no? Solo debía encargarme de que los empleados idiotas homosexuales de mi jefe no fueran a violar al bebé.

Investigué a Park Jimin, el chico inseguro de mala fama en la institución de estudio por procedencia de una ascendencia de clase baja cuya muerte inesperada obligó al mocoso a refugiarse en la familia Kim. Pero no solo investigué su pasado, también investigué su personalidad, rutas diarias para ir a la universidad, personas cercanas, situación económica y social. Estaba consciente de que Jimin era un chico dulce de sentimientos sinceros, que era algo muy atractivo y agradable pero no pensé que llegaría a sentir algo mas que envidia por la vida del chico.

El primer día en la camioneta, le miré llorar. Lo había visto sonreír gracias a la extensa investigación y aceptaba solo en su mente que se enamoró de usa sonrisa tierna que lo hacía verse como un niño de 10 años. Por esto último, verle llorar y entrar en pánico me hizo sentir mal y culpable, quizá tuve un poco de compasión. Tomé su mano y le di palabras de aliento, primer error. Pasaron los días y sin darme cuenta, le trataba con dulzura. Había algo en el que me debilitaba. Esas muros que no permitían mis emociones escapar eran derrumbadas totalmente con un solo puchero del enano. Eso me enojaba.

En el baño, sus labios algo hinchados encendió algo derribando los muros que constantemente intentaba reconstruir al alejarme y simular una indiferencia con las cosas que en realidad me volvían loco de Jimin. Sus labios eran una de esas cosas. Debatía conmigo mismo al rozar nuestros sin besarlo. Me concentré tanto en no tocar sus labios con los míos, que mis manos comenzaron a tocar su buen formado cuerpo con deseo y desesperación. Podía ver que Jimin también se resistía a besarme, lo noté cuando mordió sus labios. Casi maldije cuando tocaron la puerta.

-Suga, el jefe quiere que le contestes el teléfono-habló Phill con un tono algo irritado. Le dije a Jimin que se bañara y yo salí corriendo del baño. Llegué al recibidor donde encontré al idiota de NamJoon. Él y Jhope se podrían considerar mis mejores amigos de no ser porque realmente nos conocimos durante un toque de queda entre la mafia de esta ciudad con la de la ciudad vecina con la excusa de un robo de mercancía de marihuana por parte de el otro bando. No es una linda manera de conocer amigos, pero cuando quedas escondido 45 horas con dos personas en unas ruinas rodeadas por AR-15, no hay mucha opción más que llevarse bien con los compañeros de escondite.

-RapMon! Hijo de puta, por estar con Jin, no viniste ayer!-le grité molesto ya que le había enviado un mensaje el segundo día para que me ayudara con Jimin y el día siguiente le dije un poco sobre mi emergencia emocional en busca de que nuevamente se convirtiera en mi consejero.

-Lo siento, sabes que es muy activo cada vez que voy a casa, no me deja dormir.

-Kim NamJoon, tengo un problema grande justo ahora-el miró mi rostro para notar con facilidad que algo malo sucedió. Antes de comenzar a hablar sobre el problemita, debía echar a esos gorilas de la casa.

-Su trabajo ya esta acabado aquí, vuelvan a la selvacofcof me refiero, ya se pueden ir.

-y el pago?-preguntó uno de ellos.

-El jefe les dará su pago, ahora, LARGO!-uno de ellos me miró con ganas de asesinarme al subir el tono de voz- Soy la mano derecha del jefe de la mafia, en serio te quieres meter conmigo?

Refunfuñó y se retiraron regalándome varias de las famosas miradas de "me las pagarás". NamJoon rió ante mi actitud algo pedante. Le miré con seriedad y traté de armar una frase que no sonara muy romántico. Me gustaría conservar al menos mi personalidad...al menos lo que queda de ella.

-El otro día te conté mi plan del secuestro y el niño que debía secuestrar-le recordé sentándome en el sofá y saqué mi celular manteniendo una actitud indiferente-el mocoso....yo....creo que siento algo por...el...mocoso...


Not a Kidnapper's Hands~YoonminWhere stories live. Discover now