Hold me tighter (HMT2) » Suga;BTS✔

e p i l o g u e

Es normal que la gente mire a un chico trajeado y a una chica ataviada con un precioso vestido blanco comer en un restaurante de comida rápida. No les culpo, es extraño encontrarse a dos recién casados con dos coronas del Burger King en medio de las calles abarrotadísimas de Seúl. Hay gente que nos hace fotos, y lo único que se le ha ocurrido a Yoongi ha sido ponerse unas gafas de sol para ''guardar su anonimato de estrella''.

Y toda esa gente que pasa y nos ve se preguntará qué hacemos los dos en un restaurante así en vez de disfrutar un banquete con nuestra familia y amigos, como hacen las personas normales. La respuesta es sencilla: Yoongi y yo no somos normales.

Una patata frita cae sobre la falda el vestido de novia de mis sueños. Menos mal que he cubierto mi regazo con unas quince servilletas; no puedo arriesgarme a que el vestido se manche con el kétchup en el que están untadas las patatas, que por cierto, están bastante buenas. Tenía antojo de comer comida basura desde hace un par de semanas.

He estado estresada con el tema de la boda. La preparación, el vestido de última hora, los invitados... Al final, todo ha salido como Yoongi y yo esperábamos. Bueno, él no se espera lo que quiero decirle ahora, pero supongo que es obvio dado que no entraba en sus planes.

— Yoongi. — le llamo, con la boca llena de patatas, hamburguesa y alitas de pollo.

Él sorbe tranquilamente un refresco por una pajita que está colocada casi a conciencia entre sus labios rosados y suaves. — Señora Min.

Sonrío como una estúpida ante el apodo. — Tengo que contarte algo.

Yoongi asiente, todavía sumido en su papel de diva. Se coloca bien las gafas de sol empujando el puente de estas con el dedo corazón. — ¿El qué, señora Min?

— ¿Te acuerdas cuando te quejabas porque Hobi llamaba a su mujer ''señora Jung''? Bueno, estás haciendo lo mismo. Ahora.

— Ya, bueno, pero yo lo digo de una forma distinta. Lo digo con... swag.

Vuelvo a reírme hasta que me atraganto con otra patata. Yoongi me da palmadas en la espalda, clavándome los botones del vestido en la columna vertebral. Cuando dejo de toser, se inclina y me da un beso en la mejilla, dulce, porque sabe de sobra que me ha hecho daño. Yo le fulmino con la mirada, pero acabo sonriéndole.

Ya es de noche y sólo llevamos unas cuantas horas casados, pero ya temo que me pida el divorcio. Doy un sorbo rápido a mi refresco, suspiro y decido soltar la noticia como quien pulsa un botón para lanzar una bomba atómica.

— Yoongi... — digo, inclinándome sobre la mesa. — ¿Sabes por qué llevamos casi tres meses sin...?

— ¿Sin follar? — Asiento, mirándole con preocupación. Estoy segura de que no sabe lo que voy a decirle. —Pues, si te soy sincero, no. ¿Por lo de la boda?

Los últimos meses han sido un completo caos. La tensión sexual entre nosotros dos llegó a alcanzar tal punto que tuve que recurrir a ciertos métodos de urgencia para que nuestra relación siguiera adelante. Yoongi parece tolerar la falta de sexo bastante bien, quizá gracias a la medicación, pero no sé si tolerará el simple hecho de que va a ser padre.

— Estoy embarazada.

Yoongi me mira por encima de la montura de sus gafas de sol, inexpresivo como siempre. Después, echa la cabeza hacia atrás y empieza a reírse a carcajada limpia, tan fuerte que asusta hasta a los universitarios que están trabajando detrás del mostrador. Yoongi colapsa y acaba cayéndose de la silla, agarrándose la tripa por tanto reírse. Me agacho rauda y veloz para socorrerle, pero sigue riéndose en silencio. Se reincorpora despacio, se quita las gafas de sol de repente, me mira sorprendido aún con una sonrisa y pone una mano en mi vientre.

— No es verdad.

— Lo es.

— Yo no soy el padre entonces. Me niego a serlo. — suelta. Yoongi revuelve su pelo negro. — No, no, no... ¿En serio? Dios mío, Hyesun. Es verdad. ¡Es verdad!

Abre la boca, sorprendido, y se la tapa con la mano que no tiene sobre mi tripa. Vuelve a reírse, y de repente, finge llorar. Es lo que tiene haberse casado con Min Yoongi. Es bastante inestable. Clínicamente comprobado.

Parece estar en shock, pero aun así decido seguir con el bombardeo de noticias.

— Y eso no es todo... Es el tercer mes de embarazo, y en la primera ecografía...

— Dime que no son trillizos. Dime, por lo que más quieras, que no son trillizos. — ruega, agarrándome del cuello del vestido. Aflojo su agarre con mis propias manos, sonriendo con intención de calmarle un poco.

— No... Pero son gemelos.

Se lleva las manos a la cabeza, desesperado. — No.

Asiento. — Vas a ser el padre de dos niños o dos niñas hermosas.

— Hyesun, quiero el divorcio.

— Deja de dramatizar las cosas, Yoongi. Tampoco es para tanto...

— ¡Dos niños! — Ahoga un grito. — ¡Doble trabajo! ¿Cuándo se supone que dormiré si por ley, cuando llora uno, llora el otro? ¡Hyesun, necesito respuestas!

— Tranquilo, tranquilo...

— ¿Tan buenos espermatozoides tengo? Es imposible que sean dos bebés.

— Yoongi... — Suspiro.

— Sigo en shock. ¿Ge-gemelos? ¿Cómo voy a distinguirlos? ¿Y el nombre? ¿Uno y dos? ¿Oliver y Benji? Hyesun, por dios. No estaba preparado para esto. Ni lo estaré nunca. ¿Y los pañales? ¡Tendré que cambiar sus putos pañales! ¿Y el trastorno? Se hereda, joder. Hyesun, que vas a tener a tres jodidos bipolares en tu casa. No voy a poder cuidar de ellos. ¡Voy a volverme loco!

Creo que va a echarse a llorar en serio. Me río, nerviosa, cojo su rostro pálido y suave entre mis manos y le miro a los ojos.

— Estoy segura de que vas a ser un padre genial.

Yoongi frunce levemente el ceño, haciendo esa mueca de asco tan suya. Me hace reír. Se queda un buen rato en silencio, pensativo, hasta que por fin veo una chispa de determinación en sus orbes oscuros. Es Yoongi quien coge mi rostro entre sus manos con suavidad. Acerca sus labios a los míos, me planta un sonoro beso en estos y me mira con ojos brillantes. Sonríe con esa sonrisilla de niño pequeño, enseñando los huecos cercanos a las comisuras de sus labios y sus encías rosadas.

— Joder, no me gusta darte la razón, pero creo que ahora sí la tienes. Voy a ser un padre genial.