D A N G E R ! 《bts; myg》

4. ❤

¿Cómo era posible que existiera persona más sexy? Su cabello rubio, su tez blanca, sus dientes relucientes, sus labios...besables, su altura...perfecta, joder, joder, joder, por el amor de Dios, que criatura más irresistible.
Me tumbé en mi cama mientras intentaba imaginarme a Suga...detente ___, o terminarás obsesionada.

Tiré las frasadas hasta cubrirme por completo con ellas. No se me hizo problemar consiliar el sueño, por suerte.

6:30, día viernes, mi alarma sonaba al son de la canción "Love girl" de Cnblue. Estiré mi mano al pequeño velador que se ubicaba junto a mi cama, desbloquié la pantalla de mi celular y apagué la alarma.
Bostecé luego de hacer estiramientos. Me pusé mis pantuflas y en pijama (aún en el limbo entre el sueño y la realidad, zzz) bajé las escaleras en dirección a la cocina.
Abrí el refrigerador y saqué una jarra de zumo de naranja, cerré la puerta delicadamente y salté del miedo al ver a Jimin tras ella.

-¡Buenos días, __! -bostezó-.

Le sonreí, dejé la jarra en la mesa y sacando dos vasos, vertí líquido de zumo en ambos, tomé uno y extendí mi brazo hacia Jimin. Éste aceptó el vaso.

¡Gracias preciosa! -me observó- ¿qué haces despierta tan temprano?

-Rutina de ejercicios.

-Aigoo, ¿te puedo acompañar? si no te molesta -se acercó a mi acorralandome-.

-N n no, no no  hay pro..problema Jimin -bajé mi mirada-.

Éste se alejó de mí, me observó de pies a cabeza y se hechó a reír, se estaba burlando de mí, de seguro ya se había dado cuenta de lo nerviosa que me había puesto...

-Creo...-soltó otra pequeña risa burlesca- que deberías ir a mojarte la cara para que así se te vaya lo rojo, niña.

Joder, ¿tan roja estaba? ni cuenta me había dado de que estaba sonrojada. Esto no se quedaría así, dejé mi vaso en la mesa y comencé a observar fijamente a Jimin, éste al percatarse de mi mirada seria alzó sus brazos y dió a entender que se rendia.
Esto no se quedaría así. Continuaba mirándolo pero esta vez dí un paso tras otro hasta estar frente a frente con él, a solo unos 5 cm de distancia entre ambos, él retrocedía y yo lo seguía, hasta que sin darse cuenta, cayó de espaldas al sillón cama quedando acostado y mirándome con ojos saltones, no sabía que estaba haciendo realmente pero me gustaba, me sentía como una persona que podría intimidar a cualquiera; continué avanzando hasta quedar arriba de él, sentada en su firme y marcado abdomen que cubría su polera pero que se dejaba notar ya que éste usaba una blusa ajustada. Tragó saliva, me acerqué más a él hasta sentir su respiración agitada chocar contra mi rostro, me mordí el labio e intenté quitar sus brazos que poco a poco, sin darme cuenta, iban llegando a mi cintura.

-Jimin...-susurré cerca de su oído, sentí su piel erizarse por completo y una gota de sudor comenzó a caer poco a poco desde su frente hasta sus labios-.

Levanté mi rostro, lo miré fijamente, pasé mi lengua por mis labios y me fuí acercando hasta casi rozar sus labios con los míos, entonces le guiñé un ojo y le sonreí.

-Jimin -volví a susurrarle pero esta vez sin moverme de donde estaba- deberías ir al baño a darte una ducha, quizás con eso se te baje la fiebre y lo rojo que estás-.

Me levanté victoriosa y me fui alejando de él. Jimin me miró, entrecerró sus ojos y puso ambas manos en su entrepierna intentó tapar un pequeño bulto que se empezaba a notar a medida que iba creciendo.

-Esto no se va a quedar así -salío corriendo al baño pero antes de cerrar la puerta, volvió a mirarme, su frente estaba empapada de sudor- esta vez ganas, pero ten cuidado-.