9. ❤

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CONTINÚA NARRANDO __.

-Afirmativo -lo miré, despegué mi cuerpo del suyo y aún con nuestras manos tomadas, lo llevé para sentarnos en un sillón de la sala, por suerte Jimin ya se había ido a su habitación- ¿de qué quieres hablar?

-¿Aun sigue en pie lo de conocernos? -se fue acercando de a poco a mí- porque ahora es lo que más quiero.

-No lo sé -rodé mis ojos- no confío mucho en ti, me produces una cierta desconfianza y temor.

-Te prometo que seré sincero contigo de ahora en adelante.

-¿Quién es realmente Anastacia? -fui directo al punto, necesitaba sacarme este peso y resolver la duda que provocaba todo un complot en mi cabeza-.

-Bueno -suspiro- es mi ex novia.

-¿Qué sucedió con ella? -seguía estando seria y no quería verlo-.

-Es una larga historia, preciosa, solo es pasado, no importa ahora.

-¿No me estás ocultándome nada?

-Por supuesto que no -levantó su mano en muestra de lealtad-.

NARRA SUGA.

No podía mentir, me preocupada aún que Anastacia supiera quién era __, no quería que le pasara nada malo.

-Te daré una oportunidad para que logres recuperar mi confianza -sonrió, por fin sonrió, luego de estar demasiado seria, su rostro me alegró, se iluminó, era algo único-.

-Gracias -la abracé-.

¿Enserio me estaba gustando __? Ya no sabía qué estaba haciendo, solo seguía las indicaciones de mis sentidos, aunque sabía que estaba rompiendo mi promesa.

-Bueno -dije luego estar abrazados durante unos minutos, no me quería despegar de ella- deberías ir a dormir, no te molesto más -acaricié su mejilla y besé sus labios-.

El beso iba aumentando de intensidad, tenía que controlarme, estaba en una casa ajena y cualquiera podría aparecer. Ella puso ambos brazos al rededor de mi cuello y yo en su cintura. No aguante más, la cargué en mis brazos y la llevé a su habitación, no la conocía aun pero ella me iba señalando la dirección. Al llegar la dejé acostada en la cama mientras cerraba la puerta cuidadosamente con seguro.

-Yo..yo -tapé su boca-.

-No digas nada, preciosa.

La besé, la besé como si no existiera un mañana, como si fuera nuestro último beso, como si no fuéramos a vernos nunca. Ella jugaba con mi cabello, yo poco a poco fui bajando mis besos hacia su cuello. Aquel aroma en su piel era agradable a mi olfato. Ella se erguía, le gustaba lo que hacía, corrí su cabello intentando dejar en completo descubierto su cuello.

NARRA --.

No sé qué estaba haciendo, pero me gustaba, solo me dejaba llevar, sus besos eran duros pero cálidos, era cuidadoso y era lo que importaba.

-Suga -emití un gemido, él rió, se detuvo y me miró sonriente-.

-¿Sucede algo?

-¿Estás seguro de esto? -lo miré, estaba un poco asustada- esta es...

-¿Tu primera vez?

Asentí, me daba vergüenza decirlo.

-Tranquila, no te haré daño y si tu quieres, me detendré -continuó besando mi cuello-.

No estaba completamente segura, pero en ese momento, mis hormonas me jugaban en contra. No podía contenerme, la pasión daba mando en mi cuerpo, mis sentidos desaparecían, ¿qué me estaba ocurriendo? ¿cómo es que un chico que recien conocía lograba tenerme así?

Gotas de sudor corrían por nuestro cuerpo, él mantenía una mirada que me dejaba sin aliento, entre una mezcla de deseo y ternura. Acariciaba lentamente su cabello, dándole formas a mi gusto, sin darme cuenta, sacó mis manos de ahí y se deshizo de mi polera, dejándome con solo mi sujetador color negro, yo no me quedaría atrás, por supuesto, lo miré y fui desabrochando su camisa, éste no hacía nada, al parecer quería ver a qué punto llegaría yo. Al cabo de unos segundos, ya no tenía camisa y a simple vista dejaba ver su marcado abdomen y sus brazos un tanto musculosos (¿se pueden imaginar a Suga así? jajaja). Fui dibujando con mis dedos el contorno de su abdomen, hasta que tomó mis manos y las puso al rededor de su cuello, volvió a besarme con ese fuego que me provocaba seguir. Sus manos se situaban en mi cintura, pero poco a poco una de ellas se fue acercando, mientras daba caricias por donde pasaba, llegando hasta mis pechos, no pude quedarme callada, entre suspiro y suspiro, un ahogado gemido salía de mis labios.

-___, eres tan hermosa -decía mientras bajaba mi short, mi piel se herizó por completo- siento celos de quienes estuvieron cerca de ti antes que yo.

Reí, respiré y lo miré divertida. Él siguió mi mirada.

-Si quieres que me detenga, estás en todo tu derecho -sus besos fueron bajando, desde mi cuello hasta mi abdomen-.

-Su...suga -me sonrojé, este volvió a besar mis labios al mismo tiempo que acariciaba mi pierna- es injusto.

-¿Qué es injusto? -me miró dudoso-.

No quería decirlo, así que solo apunté hacia abajo, él captó completamente.
Fue bajando de a poco su jeans negro hasta dejarlo tirado en el suelo.

-¿Contenta? -volvió a acercarse a mí para besarme y a su vez, rozando fuertemente nuestras intimidades, ambos soltábamos gemidos preocurando que no fueran fuertes para que nadie se enterara- __, no puedo aguantar más, si sabes a lo que me refiero.

-Idiota -lo apreté a mí mientras ahora era yo quién dirigía los besos-.

Sus manos iban de aquí para allá hasta que una de ellas fue bajando, a punto de rozar mi intimidad, su plan no era detenerse, eso estaba más que seguro
Un gemido de mi parte fue lo caótico, casi se tranformaba en un grito, solo esperaba que nadie en la casa de diera cuenta. Suga rió al oírlo y siguió besándome. Al parecer ya no habría vuelta atras.

-¿__? -tocaron la puerta- ¿___ estás ahí? ¿sucede algo? ¿por qué ese grito?.

D A N G E R ! 《bts; myg》Where stories live. Discover now