-Siempre lo fue-

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Su lengua se paseó por la pálida clavícula ajena y siguió su camino por el cuello, ocasionando que el bajito se estremeciera mientras continuaba probando su piel hasta detenerse en su oreja, donde sus incisivos tiraron del lóbulo haciéndolo chillar en un susurro.

-Kris, n-no - Xiumin finalmente se removió entre sus brazos e intentó alejarse de él, pero con el agarre tan posesivo que tenía a su alrededor, eso era casi imposible - Esp- espera a mañana...

Ah, como amaba escucharlo así de tembloroso, a YiFan le gustaba dominar, y a MinSeok (aunque no lo admitía) le encantaba ser dominado. Se había vuelto parte de su "preciosa rutina" que le insistiera para tener relaciones, no le importaba para nada hacerlo, de hecho, lo encendía más intimidarlo un poco antes de que "el juego" empezara. Sabía que su pequeño lo disfrutaba también porque su cuerpo respondía positivamente.

-¿Por qué no? - Murmuró entre dientes, con un tono ronco y excitado que agitó al mayor - Déjate llevar, Minnie.

-Mhm... pe-pero, es que... - La mano de su novio se coló debajo de su pijama y subió lentamente, delineando sus costillas y dejando que sus dedos se entretuvieran acariciando uno de sus rosados pezones. Cerró los ojos ante el toque, de verdad creía que hacerlo ahí no era una buena idea, pero Kris siempre terminaba convenciéndolo para tener relaciones en lugares poco convencionales, y no iba a negarlo, finalmente terminaba gustándole.

-Pero nada - Replicó triunfante, viendo como su presa comenzaba a rendirse, apretó el botoncito de nervios que yacía entre su pulgar y su índice. MinSeok jadeó, y entonces una sonrisa bastante pervertida delineó sus labios, casi lo tenía - Minnie, no te mientas, sé que también estás caliente. Tan sólo mira esto - Su zurda serpenteó por los suaves pantalones de lana, hasta llegar a la entrepierna del bajito, donde sus largos dedos rodearon su erección por encima de la tela - Duro como roca - Se burló besándole el cuello y parte de la oreja - ¿Sabes qué otra cosa está dura como roca? - Se acercó aún más, dejando que las nalgas del ajeno pudiesen sentir su propio miembro que ya palpitaba exigiendo entrar en ese estrecho agujerito que siempre lo recibía tan bien.

-Es... mh, es la casa de tus pa-dres... - Le recordó, como un último intento de mantenerlo quieto. Habían llegado ahí por la mañana, su relación se volvió tan sólida que el más alto sintió la necesidad de presentarlo a su familia, por suerte todo fue de maravilla y ahora se encontraban en la habitación de huéspedes, mientras los futuros suegros de Xiumin descansaban justo en el cuarto de al lado.

-Seremos silenciosos - Debatió, y esta vez dejó que su mano atravesara la tela, bajándole un poco los boxers para poder tocarlo piel a piel. Apretó el glande, masajeando la coronilla con insistencia, al mismo tiempo que Xiumin se esforzaba por no hacer ningún ruido.

Kris comenzó a frotarse contra el redondo trasero del contrario, incluso por encima de la tela podía sentir el calor de su piel y lo acolchonados que eran sus glúteos, quería entrar de una vez en él, sin embargo, no era el mismo salvaje de la primera ocasión, procuraba por encima de todo que MinSeok lo disfrutara tanto o más que él; se daba el tiempo de excitarlo y prepararlo.

Su mano izquierda rodeaba la erección del bajito, apretando, tirando y acariciando, hasta que el líquido preseminal le ayudó con la humectación y entonces pudo comenzar a masturbarlo con todas sus letras, siguiendo un lento vaivén de arriba abajo, deteniéndose en ocasiones haciendo que Minseok se quejara porque quería más movimiento. Sólo entonces su diestra se filtró por detrás, terminando de bajarle los pantalones y la ropa interior, para dejar la perfecta piel blanca a su disposición. Si su Minnie quería más, tendría más.

-Ah... mhg... - Xiumin se mordisqueaba los labios para no gemir tan alto, estaba resistiéndose todo lo que su cuerpo le permitía. Sus mejillas se encontraban igual de rojas que una manzana y su pelvis se movía hacia adelante de manera inconsciente. El menor tiró de su mandíbula para que dejara su labio en paz y lo obligó a abrir la boca un poco más, dando paso a sus dedos en el interior de su cavidad bucal, sabía lo que eso significaba, y no dudó un segundo en recorrerlos con su lengua, ensalivándolos de manera erótica.

Serás mío, quieras o no [KrisMin/ Xiuris]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora