CAPÍTULO 20: BARCELONA

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Eric llamó a su tío, por teléfono.

—Hola, ¿cómo estás, Tío Luis? Soy Eric.

—Hola, Eric, qué alegría oírte. ¿Cómo está mi sobrino preferido?

—Sí, tu sobrino preferido y el único que tienes, está bien.

—¿Cómo te van las prácticas en la residencia Els Jardins?

—Bueno, por el momento se podría decir que «Ya he practicado bastante allí». He hecho prácticas hasta de correr.

—¿Qué dices de correr? No te entiendo

—Bueno, ya te contaré personalmente. ¿Me podrías, tío, hacer un favor? ¿Podrías examinar a un paciente de la residencia? Es muy urgente, y necesitamos tu ayuda.

—Sí, claro cómo no, pero ¿qué no hay médicos allí en la residencia o cerca?

—Sí..., pero necesito una segunda opinión.

—Bueno, tráemelo, cuando acabe a mi consulta, a las siete de la tarde.

—Gracias, allí nos vemos a esa hora.

—Cuando llegó a la consulta, Eric le presentó a Joel y a su abuelo.

Le contó a su tío todo lo que había pasado, el asunto de la herencia, de que habían mantenido a Jaume drogado y todo lo relacionado con eso. Pero lo del asunto del laboratorio clandestino y todo lo que habían visto allí, los experimentos de los mutantes, de todo eso, no le explicó nada. De momento, lo que les interesaba era poder probar que Jaume había sido engañado y drogado y que, a causa de ello, había perdido el control sobre su dinero y sobre su herencia.

Su tío le hizo varias exploraciones, y unos análisis de sangre completos para rastrear sustancias extrañas o drogas que le hubiesen anulado sus facultades temporalmente.

Mientras esperaban los resultados de los análisis que tardarían uno o dos días, los alojó a ellos en su casa.

Luis llamó a su amigo del laboratorio, pidiendo los resultados de los análisis, lo más pronto posible.

Efectivamente, al día siguiente por la tarde le llegaron los resultados.

Los análisis que le habían hecho mostraron en su sangre una mezcla de drogas, entre ellas la escopolamina.

El doctor le explicó que esta droga, al ingresar en el organismo de la víctima, tan solo necesita de unos minutos para que la persona se vuelva totalmente vulnerable y con su voluntad anulada.

—De este modo —añadió—, quien se encuentra bajo los efectos de la escopolamina se vuelve un ser sumiso. Además cuenta con la ventaja que produce pérdida de memoria, lo cual deja en la víctima unas lagunas mentales que le impiden saber lo que sucedió y, mucho menos, quién fue el que la suministró.

»Con esto sería suficiente como para llevar a juicio a los administradores de la residencia y para examinar al resto de los residentes para ver si son frecuentes casos como este, además del trato que reciben esas personas —le dijo Luis a Eric.

»Si todo eso sale a la luz, ¿cuándo podría volver a disponer de su dinero? —preguntó Joel.

—Bueno, no lo sé, será un proceso algo lento, con el tema del juicio, los abogados, etcétera. Quizás haya varias personas implicadas, y se tenga que desmontar toda la trama que tienen montada en esa residencia.

—Seguro hay muchos secretos oscuros en ese lugar —mencionó Eric.

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Se encontraron a las ocho de la mañana en el comedor del edificio de Los Protectores, tal como habían quedado Abigail, Peter, y Ricky.

Los Conectores 1: Descubriendo Aurin (Completa)Where stories live. Discover now