CAPÍTULO 35: DIVIDIDOS

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Después de ver esa noticia los dirigentes mundiales de todos los países se reunieron con carácter de urgencia en diversos organismos, en los congresos de cada país, y a escala internacional, la oea, la Unión Europea, asean, otan, ua, onu.

Por fin entendían un poco que es lo que estaba amenazando a la humanidad.

Quiénes eran esos hombres de púrpura, y cómo combatir la conversión a la que se enfrentaba la humanidad eran preguntas sin respuesta, y más aún cuando aproximadamente el 20% de las personas en todos los lugares, hasta en todos esos organismos los componían personas convertidas que trataban de convencer que el cambio por venir era inevitable y muy positivo.

Por otro lado, la gran mayoría de la humanidad veía amenazada su libertad y no sabían cómo combatir a esos purpúreos, pues pronto serían sometidos a ellos si no hacían nada.

De la noche a la mañana se tomaron medidas drásticas y urgentes. Se trató de aislar a tales disidentes o apoyadores de los purpúreos. Se impuso la ley marcial en todos los países. Se creó grandes campos cercados en los que concentrarían a tales personas. Se improvisaron barricadas cuando fue imposible seguir con los cercados. Trataban de contener a esas personas como si en realidad hubieran sido contagiadas. Se les trató de aislar como cuando si se tratara de una cuarentena. Con ello se creó un caos en todos los países. Las fuerzas del orden estaban desbordas. En dos o tres días, el mundo cambió a un punto tal como hasta ese momento lo conocían los ciudadanos terráqueos.

Era inútil resistirse, pues a cada hora que pasaba, aumentaban por decenas de millones las personas que tenían anulada su voluntad, y gritaban a favor de los purpúreos. Pronto ascendieron a una tercera parte de la humanidad.

Lo que en un principio eran manifestaciones pacíficas a favor o en contra de os purpúreos y el consecuente cambio que se aproximaba, se fueron tornando cada vez más desordenadas y violentas.

Empezaron los actos vandálicos y saqueos por todas las ciudades, metrópolis y hasta pequeños pueblos. La policía antidisturbios hizo acto de presencia en numerosas calles.

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Mientras algunas personas temían salir de sus propios hogares, convirtiéndose así en prisioneros en sus propias casas, muchos otros, en cambio, salieron con sus vehículos a las carreteras, sin tener un destino definido, pero como si de alguna mane...

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Mientras algunas personas temían salir de sus propios hogares, convirtiéndose así en prisioneros en sus propias casas, muchos otros, en cambio, salieron con sus vehículos a las carreteras, sin tener un destino definido, pero como si de alguna manera fueran a encontrar un lugar mejor, quizás fuera de las grandes urbes.

Pero había controles militares a intervalos frecuentes en las carreteras tratando de evitar la evacuación masiva que se estaba produciendo, especialmente en las grandes ciudades.

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No había transcurrido mucho tiempo desde que el avión había aterrizado en el aeropuerto de Hawái. Después de recoger sus maletas Los Conectores y sus acompañantes se disponían a dirigirse al hotel dónde habían hecho sus reservas.

Los Conectores 1: Descubriendo Aurin (Completa)Where stories live. Discover now