Un Golpe Inesperado (Shawn Mendes)

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Maratón 1/3

Narra Shawn

Me desperté por un grito muy agudo, miré alarmado a la persona que emitió ese sonido y me encontré con Juliana sentada en la cama respirando entre cortada mente y con sudor en la frente.

–¡¿Jul estás bien?!– le pregunté alarmado.

–Si e-estoy bi-bien– me respondió con la voz perdida– sólo fue una pesadilla.

–Esta bien– le dije inseguro– vuelve a dormir. Son las– miré mi celular– 4 de la mañana.

No respondió nada, sólo se volvió a acostar y yo imité su acto. Sentía como se removía en la cama incómoda tratando de buscar alguna posición cómoda para dormir.

–¿No puedes dormir, verdad?– pregunté viéndola.

–Eso parece– respondió viéndome. La agarré delicadamente de la cintura y pasé uno de mis brazos detrás de su cabeza, quedando así su cabeza en mi pecho.

–Buenas noches Juliana– besé su frente y ella se acurrucó mejor en mi pecho.

–Buenas noches Shawnie– dijo suspirando cerrando sus ojos y la miré una última vez unos segundo antes de caer dormido.

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Esta vez no me levanté por un grito, sino por un cosquilleo en la nariz, parpadeé varias veces hasta adaptarme a la luz y vi que era lo que causaba ese cosquilleo en mi nariz; una cabellera, pero no cualquiera, la de Juliana. Me levanté lentamente para no despertarla pero al tratar sin querer golpeé la mesita de luz que está al lado de la cama y se calló la lámpara haciendo un estruendoso ruido, recé por mis adentros para que Jul no se levantara y funcionó porque ni se movió, «si que tiene el sueño pesado» pensé.
Agarré la ropa que me pondría ahora, mi toalla y me metí al baño. Terminé de bañarme, me vestí, cepillé mis dientes y salí del baño. Miré a la cama y Juliana seguía durmiendo placidamente, entonces fui a la cocina para hacer el desayuno y dejar dormir a la chica un rato más.

Narra Juliana

Me levanté perezosamente y me dirigí al baño de la habitación de Shawn. Lavé mi cara y mis dientes. Salí del baño y me fui a la mini cocina que tenía la super suit de Shawn.

–Buenos días– saludé.

–Oh buenos días Juli– me devolvió el saludo– ¿qué tal dormiste?

–Bien– hice una mueca– gracias por dejarme dormir aquí.

–Ahora que recuerdo, anoche tuviste una pesadilla, ¿de qué se trataba?

–Eh...– no sabía que decirle, era algo muy fuerte para mí y no sabía si estaba preparada para contarla.

–Si no quieres contarme está bien, te entenderé– me dijo comprensivo con una sonrisa. Pensé unos segundos si contarle o no, pero se que no se lo dirá a nadie, aparte, es momento de que lo hable con alguien.

–Ven te contaré– nos sentamos en las sillas– hace 5 años mis padres murieron en un accidente de auto, yo iba junto a ellos y nos estabamos yendo a un parque de diversiones– suspiré– y de la nada un auto que venía en el sentido contrarío perdió el control y se estrelló contra nosotros– los primeros sollozos salieron– los paramédicos y policías llegaron rápido y lograron salvarme, pero a mis padres no, ellos murieron en el instante– yo ya estaba hecha un mar de lágrimas.