Un Golpe Inesperado (Shawn Mendes)

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Aclaración: cuando está subrayado significa que está en español.
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Abrí mis ojos y lo primero que me encontré fue con la cara de Shawn, lindo despertar, ¿no? Y me vino una idea, ¿qué tal levantarlo con una serenata en español? Como hoy son los AMAs haciendo así este día uno especial, ¿por qué no comenzarlo con una serenata?

–Estas son las mañanitas que canta el rey David– comencé despacio– hoy por ser tu día de santo te las cantamos a ti.

–Ehm Juliana, ¿qué estás diciendo?– habló sin abrir sus ojos.

–Despierta bien, despierta; y mira que ya amaneció– seguí cantándole mientras tocaba su cabello– ya los pajaritos cantan, la luna ya se metió– le dije en voz baja y besé cortamente sus labios.

–Que buena forma de despertar– sonrió abriendo de a poco sus ojos– aunque no entendí ni la mitad de lo que dijiste.

–Ya lo se– reí– hoy son los AMAs.

–Lo había olvidado– abrió sus ojos como platos– pasaré por vos a las 5:30 de la tarde con Paul para irnos.

–Está bien– asentí levemente con la cabeza– ¿vamos a desayunar?

Sin decir nada quitó su brazo de mi cintura para que me pueda levantar y eso hice. Nos levantamos de la cama y bajamos a la cocina donde nos encontramos con Carter desayunando una pizza.

–Muy sano tu desayuno– bromeó Shawn.

–No había otra cosa pasa desayunar– levantó sus hombros.

–Voy a hacerles huevos revueltos con pan tostado a todos porque hoy estoy de buen humor– les dije a los dos.

–Bueno– respondió Carter y dejó su pizza a medio comer.

Quité los huevos de la heladera, una paila y el aceite. Prendí el fuego y puse la paila arriba de esta con aceite para que se caliente un poco. Esperé unos segundos y fui agregando de a poco los huevos mientras revolvía. Cuando estuvo listo quité los huevos revueltos y los puse en varios platos para todos y luego puse a tostar el pan. Después de unos minutos todos los panes ya estaban tostados y con ayuda de Carter y Shawn pusimos todo en la mesa.

Clases de cocina con Juliana Teresita Dominguez, ¿qué les parece?

–Voy a llamar a los chicos para que bajen– avisé.

–No creo que se despierten– me advirtió Carter.

–Yo tengo una táctica secreta– sonreí y quité una olla que encontré por ahí en el armario y una cuchara–. Tápense los oídos.

Me subí por la escalera y me paré en medio del pasillo. Vamos a volver a hacerlo.

–¡LEVÁNTENSE DE UNA BUENA VEZ SIMIOS– dije mientras golpeaba la olla con la cuchara haciendo mucho ruido– hice el desayuno– y el primero en salir de su pieza fue Matt.

–¿Desayuno?– salió de su pieza y me miró.

–Así es– asentí con la cabeza.

–Comidaaaaa– se bajó corriendo mientras gritaba alargando la 'a'.

–No corras que te puedes ca...– que va, Matt se cayó de la escalera y ¿qué hice yo? Me empecé a reír como una condenada.

–¡No te rías! Eres una mala dinoamiga– hizo puchero.

Bajé rápido y le di un abrazo.

–¿Estás bien?

–Sip– dijo resaltando la 'p' y se sentó en la silla como si nada hubiera pasado. Los demás fueron viviendo de a poco y sentándose en las sillas.