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–Juli, arriba– susurraba alguien mientras dormía.

–No– mascullé y me di la vuelta.

–Si así lo quieres...– habló y dejo la frase en el aire.

«Ya se fue» pensé y me acomodé mejor para seguir durmiendo.

–¡MATTHEW LEE ESPINOSA!– grité con mi alma al sentir el agua fría sobre mi cuerpo– ¡¿QUÉ TE PASA PELOTUDO?!le grité en español. Me paré de golpe para ir directo a pegarlo pero vaya sorpresa con la que me encontré.

–Eh calma fiera yo no soy Matthew– dijo "chistoso".

–¿Qué haces acá Cameron?– dije de mala gana. ¿Quién se creía para venir a mi departamento, entrar sin permiso y tirarme agua HELADA?– ¿cómo entraste?

–Matt nos abrió y nos dijo que tú le dijiste que podíamos venir– sonrió.

Respira Juliana, respira. No querrás ir a la cárcel por golpear ese rostro.

Respiré ondo y salí de mi pieza para ir a la sala seguida de Cameron.

–¡Ya quisiera ser esa ropa para estar pegado a ti todo el día!– dijo Taylor.

–¡Bendita sea la cama en la que tus padres hicieron esa belleza!– dijo Jack G. ¿Y después Jack? ¿Qué onda con Putadison? Digo ¿Madison?

–Jodanse–  les quité el dedo del medio a todos y volví a mi pieza. Me tiré en la cama y me volví a acostar.

–Pido disculpas por parte de ellos– habló. Esa voz, ni siquiera lo había visto en la sala.

Me senté en la cama– disculpas aceptadas– hice una mueca– últimamente no me estoy sintiendo bien, pero no me refiero a los dolores estomacales y eso, me refieron a los dolores sentimentales por así decirlo.

–¿Quieres hablar de ello?– lo extraño. Lo extraño demasiado.

–No creo que sea adecuado, además seguro estás ocupado con Laura y debes irte– me acosté en la cama boca arriba.

–La verdad que no. Ayer recordé todo y nunca fuimos novios, no se porque ella inventó eso ahora– dijo mirándome fijamente.

–No recordaste todo– susurré mirándolo a los ojos.

–Ayúdame entonces– respondió. Se fue acercando cada vez más, hasta que nuestros labios se rozaban.

Narra Shawn

Verla rota como está ahora me duele, y más sabiendo que es mi culpa. ¡Pero no puedo recordarla! Intenté de todo pero ¡nada sirve! Ese cabello, esos ojos; si no la recuerdo pronto siento que me moriré.

–Alguien debe ir a disculparse con ella– opinó Matt.

–Concuerdo con él– siguió Johnson.

–¡Yo voy!– me paré del sofá y fui hasta su pieza–. Pido disculpas por parte de ellos– dije. Ella estaba acostada en su cama boca abajo, tan delicada cómo una muñeca de porcelana.

Se sentó en la cama y habló.

–Disculpas aceptadas– dijo y trató de sonreír, pero le salió una mueca– últimamente no me estoy sintiendo bien, pero no me refieron a los dolores estomacales y eso, me refieron dolores sentimentales por así decirlo–. Su voz sonaba tan apagada y su mirada perdida en cualquier parte de la habitación.

Un Golpe Inesperado (Shawn Mendes) Where stories live. Discover now