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Narra Juliana

–Estoy muy nerviosa– decía sin parar de dar vuelvas en mi lugar.

–Se que no soy tan bueno como Shawn para dar apoyo, pero lo único que te puedo decir es tranquila que todo saldrá bien– puso una sobre mi hombro, Aaron.

Shawn, Shawn, Shawn. Como deseo que estés acá conmigo y que en serio no haya hecho esa cagada.

–Señorita Dominguez, puede pasar.

–Estaremos aquí afuera esperando.

Respiré hondo y seguí a la chica hasta una oficina. Me dijo que entre y eso hice.

–Hola Juliana, soy Ziggy Chareton– se presentó.

–Juliana Dominguez– estreché su mano.

–Cuénteme un poco de usted, y tranquila que no muerdo– rió y yo también.

Les diré algo, estoy en una entrevista de trabajo. ¿Ustedes donde pensaba que estaba? ¿En un hospital con un doctor? Pues están muy equivocados.

Ayer cuando los chicos me trajeron a mi departamento el gerente del edifico aparentemente me estaba esperando para decirme que tengo que pagar la renta y que si no lo hago, me echarán. Por supuesto los chicos escucharon e hicieron todo lo posible para que consiga una entrevista, y bueno, lo lograron. Ahora me encuentro en Island Records, una discográfica.

–Y bueno– puse cara pensativa– tengo 18 años y soy de Paraguay. También tengo un canal en YouTube, se cantar y tocar la guitarra. Vivo sola y antes trabajaba en una cafetería. Y estoy estudiando fotografía.

–¿Puedes cantarme algo?

–Claro– levanté mis hombros–...we used to talk every day and night, but now when we're talking, it don't feel right 'cause you were loving me, hating me, telling me you're my baby, calling me, telling me everything that you've just been through– canté lo primero que se me vino a la cabeza.

–Wow, me encantó– aplaudió–. Cantas mucho mejor de lo que me contaron tus chicos, ¿quisie...–

–Andrew me dijo qu...¿Juliana?– dijo abriendo la puerta de golpe interrumpido a Ziggy.

–¿Shawn?– respondí sorprendida aunque más bien eso sonó como una pregunta–. Lo siento Ziggy, pero justo ahora me surgió una emergencia y tengo que ir– dije mirando mi celular fingiendo que me mandaron un mensaje y me levanté de la silla donde me encontraba–, llámame cualquier cosa, tienes el número de los chicos igual– y salí rápido de la sala.

–¡Juliana espera!– gritó Shawn mientras me seguía.

–Chicos, chicos vamos– les ordené.

–¿Pasó algo?– se me acercó rápido Matt.

–Solo vamos, por favor– les rogué esta vez con las lágrimas en mis ojos apunto de salir.

Me prometí a mi misma no volver a llorar por él, que no valía la pena, pero  teniendo cerca mío todo eso se fue a la mierda.

–¡Juliana!– Shawn me agarró el brazo y me hizo mirarlo–, por favor de...–

–No Shawn, simplemente no– lo interrumpí antes de que siga hablando–. Este no es el lugar indicado para hablar sobre eso– moví mi brazo y soltó su mano.

Enseguida me acerqué a los chicos pero paré al escuchar lo que Shawn gritó.

–¡¿Entonces cuando?! ¡Ni siquiera te dignas a contestarme! Sólo pensas en vos misma.

Un Golpe Inesperado (Shawn Mendes) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora