33

647 41 5
                                    

Ayer salí a merendar con Mac y Allison y ¡wow! Si que estuvo muy divertido aunque no todo es color rosa. Shawn no me habla desde el cine, ¿y saben porqué? Porque se enojó ya que nuestra cita no la pasé con él. Es un inmaduro. Y se preguntaran, «¿intentaste hablar con Shawn?» La respuesta es no, yo no voy a pedirle perdón por no estar en nuestra "cita" con él cuando él hizo cagadas. Siempre primero el orgullo.

Narra Shawn

–¿Y Juliana?– me preguntó Matt.

–No se– levanté mis hombros.

–¿Cómo que no sabes? Siempre andan juntos.

–Como escuchaste– le dije ya un poco harto– ¿acaso siempre tengo que saber donde está? Ella ya es grande, puede hacer lo que se le de la regalada gana.

–Están peleados otra ves, ¿verdad?

–Para comenzar fue su culpa, no mía– me defendí.

–¿Qué pasó?

Matt se tiró en mi cama mientras yo me quedaba parado en silencio.

–¿Me vas a contar o qué?

–Antes de ayer tuvimos una cita...

–¿Desde antes de ayer no se hablan?– me interrumpió– ¿y tuvieron una cita y no te dignaste a contarme? Bueno, seguí, después hablaremos de eso.

–...y no estuvimos juntos– Matt abrió su boca para decir algo pero lo callé– hizo dos amigas ahí, se sentaron juntas y se olvidó que yo existía. Cuando la estaba llevando a su departamento intentó hablarme pero la ignoraba y sigo haciéndolo, aunque parece que ella ahora también.

–Dios Shawn, eres un inútil– negó con la cabeza– esta ves no te ayudaré, soluciónalo tu solito.

Dio unas palmadas a mi hombro y salió de mi pieza dejándome solo.

Me tiré en mi cama con los brazos abiertos.

¿Por qué soy tan tonto? ¿Por qué? ¿Por qué? Si sigo así, jamás voy a volverme a ganar la confianza de Juliana.

Piensa Shawn, piensa... ¡Ya sé!

De un salto me levanté de mi cama y salí corriendo de la casa, me metí en mi auto y conduje hasta una florería que esté abierta porque ya eran las once y media de la noche. Encontré una y compré un ramo con doce rosas blancas y una barra de chocolate que vendían ahí. Fui hasta una pizzería 24 horas y compré una familiar de jamón y queso. Ahora sí me dirigí al departamento de Jul. Estacioné e hice el intento de bajarme con todas las cosas, cosa que logré, y me subí hasta su piso. Toqué la puerta como pude y me abrió ella con una pinta de dormida.

–¿Qué pasa Shawn?– preguntó somnolienta.

–Perdón Jul, perdón por haberte ignorado la otra vez y sé que esa era mi última oportunidad pero la tercera es la vencida. Por favor Juliana, una última oportunidad te pido, si la vuelvo a cagar, cosa que ya no haré– aclaré– prometo no volverme a acercar a vos. Una última. Ten piedad de mí.

Yo me encontraba en el piso, rogándole por una última oportunidad, con el ramo de rosas blancas en mi mano y la pizza y el chocolate a un lado. Ella no decía nada, sólo me miraba y ya me estaba empezando a desesperar.

–Por favor, Juliana– le pedí una última vez ya ahora con lágrimas apunto de salir de mis ojos.

Se arrodilló hasta quedar a mí altura y me abrazó, yo rápidamente dejé las rosas a un costado y la abracé también.

–Te perdono Shawn– susurró en mí oído– y yo también lo siento por no estar contigo en nuestra cita.

–No es nada– le dije y nos quedamos un buen rato abrazándonos en el pasillo del edificio.

Nos levantamos y le di el ramo de rosas, cosa que ella me agradeció y me dio un beso en los labios. Increíble.

–Tienes suerte que no haya cenado y que tenga mucha hambre– dijo cuando nos sentamos en la mesa para empezar a comer.

Comimos entre muchas risas y anécdotas hasta que los doce pedazos se habían acabando. Ahora nos tiramos los dos en el sofá, su espalda en mi pecho y mis dos brazos rodeándola y empezamos a ver una película que ya ni me acuerdo el nombre mientras comíamos el chocolate, pero algo que sí me acuerdo es que dijo que me amaba antes de caer dormida en mis brazos.

La amo tanto, en serio.

———————————
¡Perdón que el cap sea tan corto! Pero no tenía mucha inspiración para escribir, igual espero que lo disfruten.
Besoooooos,
—ro

Editado.

Un Golpe Inesperado (Shawn Mendes) Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin