Londres.

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La mañana del lunes 15 de noviembre. Apareció un cielo nublado y fúnebre. Me había levantado temprano para seguir preparando y guardando mis cosas en mis valijas. Sólo debía comprar algo de ropa al centro comercial, pero mi madre me dijo que no era necesario, que ella se habría encargado de comprarme ropa y vestidos. Contenta le agradecí por el regalo.
Dejé que ella arreglara todas sus pertenencias en una gran valija. Tom, muy triste se despidió de mi, pues él se iría a trabajar y no me vería por la noche. Mis lágrimas afloraron sin parar, abrazo a mi hermano con todas mis fuerzas, al igual que a mi pequeño y consentido Max. Ambos me juraron que me escribirían en mi muro de Facebook, que me irían algún día a visitarme, pasearnos por las antiguas y bellas calles de Londres y fotografiar de cerca el "Big Ben".

- Vamos hermanita, no llores. —Dijo él apunto de que su voz se quebrara por el sentimiento.

- Perdoname, es que me pone triste que ya no los veré seguido. Los extrañaré muchísimo.

La chica lo abrazó más fuerte. En ese conmovedor momento llegan sus padres, mirándolos con sus ojos empañados.
Ellos también se unieron al abrazo familiar.

- Te quiero Alice. No te olvidaremos. —Dice el pequeño Max aún con sus ojitos llorosos.

- Yo también te quiero Max. Jamás olvidaré esa tierna sonrisa tuya, nuestras tardes jugando y los cuentos que te leía para que fueses a dormir. -Responde ella secándose las lágrimas con su dedo pulgar.

- Gracias por esos momentos tía. —Habla el niño apenas con un hilo de voz en su garganta.

El Señor Rowling se acerca a su hija y rompe en llanto.

- Te amo mi pequeña. No te olvides de tu hermano, de Max y de mi cariño.
—Le toma de los hombros con suavidad hasta que ella no pudo más y lo abrazó fuertemente.

- Jamás los olvidaré. A ninguno. Los tendré en mi corazón y en mi mente.

- Esa es mi nena. —Dice John para luego soltarla y besarle la mejilla a su hija.

- Tranquila mi amor. No llores más, todo saldrá bien. Piensa positivo mi vida. Tal vez encuentras algún chico, te enamoras de él y logren casarse y tener hijos ¿te encantaría?.

- Me encantaría mucho. 
—Reí para que todos estuvieran más contentos y no deprimidos por nuestra despedida.

Se dieron un último abrazo. Tom se retiró a su trabajo por asuntos importantes. Judy se despide de su amado con un tierno beso en la frente. Alice le dio un beso en su mejilla donde una lágrima recorrió su rostro. Para que ella no lo olvidara, John le entrega un especie de talismán en forma de dragón, como protección. La joven agradece por el hermoso obsequio y lo abraza de nuevo.

La madre de ella la toma del brazo y ambas se dirigen afuera para pedir un taxi hacia el hotel. A la media noche tomarían el vuelo a Londres. Alice se iría de Hammersmith un buen tiempo.
Pero a ella se le pasó algo fugazmente en su memoria... ¡La cita!...

Dentro del taxi tuvo que mensajearle al hombre para decirle que no podría verlo esta noche. Él no se tomó muy bien lo que le decía y preguntó enojado ¿cuál era la razón de cancelar la cita?. Ella muy asustada le explicó que viajaría con su madre a Londres por la noche, que jamás podrían verse. Pero temía que hubiese dado información de más al desconocido.
Él hombre tardó unos segundos en responderle. Alice se puso intranquila y preocupada. Pero a los pocos minutos le respondió el mensaje diciéndole:

- "Entonces la veré allá señorita. Le llamaré de nuevo para saber si ya ha llegado usted a Londres. Me dirá la dirección donde usted vive. No se preocupe por tomar un taxi, yo vendré a buscarla personalmente"
— Unknown message.

Miradas Seductoras (Benedict Cumberbatch) [Completada] Where stories live. Discover now