Capitulo 2

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Romeo me siguió hasta el salón de historia que se encontraba vacío pues el profesor estaba enfermo.

—Como los odio — admití sentándome con brusquedad sobre la mesa del profesor y empujando algunos papales en el proceso.

—Eso no es novedad—respondió Romeo sentándose a mi lado con más delicadeza a la vez que recogía lo que tiré.

—Es que aún no entiendo como tu no los odias.

—Los odio pero en silencio—admitió encogiéndose de hombros desinteresadamente.

—¿Cómo es que eres mi amigo?—pregunte mientras tomaba un lápiz del escritorio y lo picaba con el.

— Fácil, nadie te soporta y para no quedarte sola te juntas con el nerd sexy le clase—dijo con una sonrisa socarrona evitando las nuevas de dolor por el objeto picando sus costillas.

—Eso no es cierto—mencione pensando en Chelsy, esa linda castaña de ojos miel que era mi mejor amiga desde primaria — además de que hasta un gusano es más lindo que tu.

—Callate Smith.

—Gruñon — murmuré por lo bajo

—Te escuche —respondió con voz cantarina mientras cerraba los ojos y se recostaba contra la pared.

—Maldito ego maniático con complejo de murciélago.

—Creí que ya habíamos discutido eso—abrió uno de sus ojos azules y me miró aburrido —no soy ego maniático, ni siquiera se que significa eso.

—¿Y así eres el nerd de la clase?—lo mire con mis cejas alzadas, él solo bufo y volvió a cerrar sus ojos—es una persona con el ego demasiado inflado por decirlo de alguna manera.

—Entonces esta más que claro que no lo soy.

—Ajá y yo soy la persona más madura de este instituto.

Romeo abrió sus ojos y me miró fijamente, luego de unos minutos de silencio ambos estallamos en carcajadas.

—Eso fue muy gracioso — respondió cuando había acabado de reír.

—Lo sé, podría vivir de ello—dije con aires de superioridad provocando otra ola de carcajadas por parte de Romeo.

—Ajá, sigue creyéndote eso—asiente y se baja de la mesa en la que estamos—mejor ven, tal vez la profa Gilma ya llegó.

—Ya pasaron más de 10 minutos — resonge mientras me bajaba de la mesa—la jefa de grupo debería pedir justicia.

Romeo me miró y junto las cejas confundido.

—Juli, ¿si recuerdas que tu eres la jefa no?—preguntó con una sonrisa ladina.

—Diablos — masculle mientras me golpeaba la frente con mi mano— si que soy mala para este trabajo.

Romeo se encogió de hombros y comienzo a caminar dejándome atrás mientras metía sus manos a los bolsillos de su pantalón cuál chico genial de anime.

—Nadie lo niega.

Bufé y comenze a caminar rumbo al salón escuchando los pasos de mi amigo cada vez más leves alejándose por el pasillo.

—Si se ve que se muere de ganas por esperarme —susurre para mi misma antes de chocar con alguien del tamaño de una montaña.

—Fijate idiota — mi voz salió molesta mientras el mastodonte se limita a con indignación, eso, tu eres la víctima claro que sí.

—¿Quién te crees para hablarme así niña? —subí más la mirada solo para encontrarme con unos lindos ojos verdes que si, también me veían como mancha de café en la alfombra.

Tu No Eres Mi Romeo Ni Yo Tu Julieta [En Edición]Where stories live. Discover now