Capítulo 42 P.O.V ROMEO

2.6K 301 514
                                    

—Muchacho, es la ultima parada, ¿bajas aquí o que?

Levante la mirada, el chofer me miraba con cansancio y parecia fastidiado, que le jodan, estoy pagando.

Sin medir palabra me levante y salí del autobús, demonios, ¿en que sitio estaba?

Las calles estaba oscuras y mal cuidadas, podia escuchar a uno que otro borracho gritar de vez en cuando y a los perros ladrar.

Definitivamente me voy.

...

El autobús se fue.

—Debe ser broma...

—¡Hey, tu, niño bonito!

Di la vuelta, un tipo se estaba acercado,  gruñi.

—¿Qué no puedo estar en paz?

El tipo, un hombre de mediana edad con ropa muy lejos de estar limpia, se acercaba dando traspiés, se caerá antes de poder robarme.

—¿No eres de por aquí verdad? —él tipo, al cual le faltaban varios dientes,  se detuvo frente a mi— dime, ¿traes algo bueno?

Vire los ojos, no estaba de humor.

—No.

El tipo soltó una risa ronca mientras sacaba una de sus manos de su abrigo, algo brillo.

—Yo creo que si...

Una navaja

Mire el objeto en la mano sucia del tipo con interes, vaya, no es tan tonto como parece, mis ojos se movieron de la navaja a su cara, habia nerviosismo...

Sonreí.

—Dame lo que traigas o...

Sus palabras quedaron en su boca al momento que lance mi puño contra su cara, sin pensar golpe su estomago con mi rodilla sacándole el aire, tome la mano con la que sostenia la navaja y se la retorcí hasta que el arma cayó al suelo donde la paté.

Me incline en la oscuridad sin soltarlo y susurré.

—¿O qué?

Solte una risa al escucharlo soltar un gemido de dolor, por idiota.

—Eso pense.

Lo solte, no sin antes darle otro golpe para recoger la navaja que guarde en mi bolsillo, aun debía salir de ahí.

—Gracias por el obsequio.

(...)

Por fin.

Había tenido que caminar por lo que me parecieron horas pero al fin estaba en casa de Zoe.

Al menos no tuve que usar esa navaja de nuevo.

Recordatorio, agradecerle a papá por inscribirme a defensa.

Me acerque a la casa con paso ligero, ya habia estado aquí antes, más específicamente el día que me salí de control.

No entiendo porque todos insisten en llamarlo "ataques de ira" no tengo ataques, tengo un certificado que lo comprueba, simplemente tengo una clase de arranques de ansiedad y descontrol, no, no es lo mismo, yo no pierdo el total control de mi, en el fondo se lo que hago, razón por la cual soy capaz de determe si me lo propongo... Pero no es como si quisiera.

¿Qué? Nunca le he hecho daño a alguien que no lo merezca...

—¡Ojos grises!

Me detengo antes de tocar el timbre, bueno, nunca lo había hecho antes.

Tu No Eres Mi Romeo Ni Yo Tu Julieta [En Edición]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt