Capítulo 4

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Después de unos minutos,en los que me pase tarareando una canción infantil,la puerta se abrió mostrándome a un muy feliz Kian.

—Ya es tu turno señorita irrespetuosa—gruñi en respuesta a su comentario.

—Idiota—susurre mientras me adentraba en la oficina del director.

—¿Quien es él idiota?—la voz del director me sorprendió.

—Kian—respondí mientras me sentaba.

—Ah,Clarck—

—Exacto—tome una de las bandera que había en el escritorio y comencé a jugar con ella.

—Bien,¿qué haces aquí Julieta?—

—Ambos sabemos la respuesta Fernando—en respuesta se escucho un bufido.

—¿Cuántas veces te he dicho que en cuanto pisas esta escuela soy tu director?—

—¿Cuántas veces te he ignorado?—

—Muchas—

—Ahi tienes tu respuesta—

—Eres una malcriada—dijo mientras se recargaba en su silla.

—Y tú un adoptado—

—Condón roto—

—Pastilla equivocada—

Fernando se comenzó a reír,él idiota se esta riendo de mi insulto.

—Y así dices que eres mi director—dije rodando los ojos.

—Si,pero siempre seré tu hermano mayor—suspire frustrada.

—Entonces...¿eso significa que me libraré de un castigo?—mi hermano enseguida dejo de reír.

—No—

—¡Oh vamos!,solo esta vez,¿por tu hermanita?—comencé a poner cara de perrito.

—No hagas esa cara—sonreí pensado que había funcionado,hasta que agregó—pareces un mapache aplastado y con derrame.

—Idiota—dije rodando los ojos—¿y bien?¿tengo o no castigo?

Fernando suspiró y abrio el cajón que tenia a su lado,saco una carpeta totalmente abultada y la dejo sobre la mesa.

—¿Sabes que es esto?—señaló la carpeta.

—Una carpeta—

—¿que contiene?—levante una ceja en su dirección.

—Papeles—dije mirándolo raro,él se limitó a rodar los ojos.

—Eso es obvio...—

—Entonces para que preguntas—Fernando me miro mal.

—Julieta,es tu expediente—

Baje mi vista a la enorme carpeta que parecía iba a estallar en cualquier momento.

—No hablas enserio—

—Julieta—Fernando me miro por sobre sus gafas—no puedes seguir así,a este paso no me quedara más remedio que expulsarte.

—¿Expulsarme?—lo mire alarmada—¿estas loco?

—Tu comportamiento es inaceptable, no quiero saber que pasaría si Rafael se entera...—

—¿Él que tiene que ver en esto?—lo interrumpí.

Fernando se comenzó a masajear la sien en un intento de calmar el dolor de cabeza que de seguro le estaba ocasionando.

Tu No Eres Mi Romeo Ni Yo Tu Julieta [En Edición]Where stories live. Discover now