Capítulo 36

2.8K 306 98
                                    

El vecindario se ve igual de tranquilo que la primera vez que lo pise, solte un suspiro y mire a los lados por si habia moros en la costa, no, solo un auto negro con asientos de piel estacionado al final de la calle.

—No seas cobarde.

Con paso decidido toque la puerta de la bonita casa azul.

—¡VOY!

En segundos Harper estaba abriendo la puerta con un atuendo deportivo y sus cejas levantadas.

—¿Sopresa?

La castaña acomodo sus lentes.

—¿Simón o yo?

Suspire.

—Simón.

Harper me abrio la puerta y salió por esta dejandome confundida.

—Esta arriba viendo un capítulo de la Flor de la Juquila.

Junte las cejas.

—¿La flor de que?

Harper no respondio y en su lugar cerró la puerta para irse.

—¡¿Quien era?!

La voz de Simón retumbó por toda la casa mientras escuchaba la inconfundible canción de la Rosa de Guadalupe.

Oh, ya, Harper y sus extrañas formas de llamar a los programas mexicanos.

—Ya apareció la rosa y te lo estas per...

Simón se quedó de piedra a mitad de las escaleras al verme en su entrada.

—Ho...

El castaño me miró incredulo, parecía estar rezando para que fuera un ilusión y cuando noto que no lo era inicio a correr escaleras arriba, bufe, cobarde, sin pensarlo mucho tome impulso y salte a su espalda haciendolo caer.

No mames...

Simón soltó un quejido en español mientras llevaba sus dedos a su boca, joder.

—Ups.

Simón me miró incrédulo mientras yo miraba sus dedos cubiertos de sangre salir de su boca.

—Sabia que estabas enojada...¿pero quebrarme un diente?

—Tu eres quien comenzo a correr.

Simón miró el trozo de diente en su mano.

Esto me pasa por zorra.

Gruñí.

—¡Deja el puto español!

Simón se quejó cuando le di un golpe en la espalda.

¡Deja la agresividad!

Rode los ojos antes de levartarme de su espalda.

—Joder, necesito un dentista...

—Eso puede esperar —Simón levantó ambas cejas aún con su trozo de diente en la palma.

—¿Y Harper?

Entrecerre los ojos.

—No trates de desviar el tema, tu hermana salio de aquí...estaba actuando raro.

Simón hizo una mueca mientras trataba de parar la sangre de su boca.

—Esta enojada, no le gusto saber que Alex y yo eramos amigos—él castaño solto una risa amarga—irónico ¿no crees? Esta enojada porque soy amigo del chico que te engaño cuando debería estar enojada porque yo me metí con él.

Tu No Eres Mi Romeo Ni Yo Tu Julieta [En Edición]Where stories live. Discover now