Tu No Eres Mi Romeo Ni Yo Tu Julieta [En Edición]

Capitulo 21

En cuanto pusimos un pié en mi casa nuestras madres aparecieron vestidas elegantemente y sosteniendo entre las dos una enorme pila de ropa.

—Es tarde—exclamó mi madre jalando mi brazo y poniendo un poco de la pila de ropa en mis brazos—ten,ve y cambiate.

Mire de reojo a Romeo que se encontraba en la misma situación.

—Mamá,¿si recuerdas que vamos a cenar en casa y no en un restaurante?—pregunte confundida al ver la ropa excesivamente elegante para cenar en casa.

—¿Y?—mi madre se cruzó de brazos logrando que su vestido azul se le ceñirá más—tu padre este muy feliz con esto.

Mire sobre su hombro a mi padre que luchaba inútilmente contra su corbata mientras él tío Sebas se reía de él.

—Claro—respondí alargando la o.

—Solo ve a cambiarte—bufe al ver a mi madre arreglarse el cabello.

—Ok—resignada me di la vuelta para subir a mi cuarto.

(...)

Media hora después me encontraba frente a mi espejo luciendo un hermoso vestido negro ceñido a la cintura y suelto de abajo con unos tacones negros,que puedo decir,me gusta sentirme alta.

—¡Julieta,te estamos esperando baja ya!—rode los ojos ante él grito de mi madre y termine de acomodarme mi trenza francesa.

—Ya estoy aquí—apenas puse un pié en la sala Romeo se acercó a mi para huir de mis hermanos.

—Lindo vestido—Romeo sonrió mostrando sus hoyuelos—sigo sin entender porque casi no los usas,te vez linda con ellos.

Mis mejillas se calentaron ante su cumplido y eso hizo que Romeo se riera.

—Aun que sigues siendo enana—toda la magia murió al momento que le di un golpe.

—Mejor callate—antes de que pudiera replicar mi padre se acercó rendido y frustrado.

—Romeo,¿podrias arreglar esto?—Romeo y yo bajamos la mirada hasta su cuello donde la corbata se encontraba anudada sin sentido.

—Claro tío—Romeo tomó la corbata y comenzó ha arreglarla.

—Te dije que necesitas una de éstas—mi tío Sebas se acercó a nosotros señalando su corbata—serán un éxito.

Mire curiosa a mi tío Sebas que llevó sus manos al cuello y despues de un leve "click" su corbata se desabrochó como un collar.

—Hay personas como nosotros que nunca aprenderán lo que nuestros hijos—mostro el broche de su corbata y se la volvió a colocar antes de señalar a Fer y Rafael—miralos,tardaron menos de 5 minutos en ponerse esa correa al igual que Romeo.

Romeo ya había terminado de arreglar el desastre de mi padre y este solo suspiró cansado.

—Y que lo digas,yo solo quería pedir pizza—en eso mi madre se acercó sonriente.

—La cena ya esta lista—todos sonreímos y nos acercamos al comedor,a mi madre se le mantiene contenta si valoras tu vida.

—Romeo,este es mi lugar—mi madre se sentó junto a mi padre logrando que Romeo se alejara.

—Esta es mi silla—Fer le quitó él lugar a Romeo y este solo asintió.

—Aqui voy yo,cariño—mi tía sonrió y Romeo fruncio él ceño.

—Aun queda un lugar junto a Julieta—rode los ojos ante la voz de mi madre.

—Que indirecta tan directa—susurró Rafael a mi lado.