Cuatro

6.1K 396 45
                                    


Pasaron un par de días después de esto. Era jueves y ya tenía mi tarea terminada por lo que me recompense con una maratón de episodios de Friends. Ya la noche estaba cayendo y no había nadie más en casa, además de mí. Lauren había salido a comprar comestibles y Dinah tenía clases hasta la noche. Por lo que me sentí muy sola, odiaba sentirme así y mucho más en aquella tétrica casa. Dinah solía decirme que aun sentía la presencia de su abuela asechando las habitaciones. Esa maldita solo lo decía para asustarme más de lo que usualmente estaba.

No sé si era mi imaginación la que me estaba jugando una mala pasada, pero puedo jurar que escuche un ruido que venía de la parte de arriba de la casa. Un escalofrío recorrió cada parte de mi cuerpo, mis manos empezaron a temblar sin control. Fue en ese momento cuando escuche la puerta principal abriéndose; gracias al cielo era Lauren quien llegaba con un par de bolsas en sus manos.

Sin pensarlo dos veces me abalance a sus brazos. No me importo el hecho de que jamás la había abrazado, o que claramente estaba irrespetando su espacio personal.

— ¡Hey tú! ¿Tanto me extrañaste? — Preguntó la chica de ojos verdes mientras sonreía con sus perfectos dientes.

—Yo... solo me da alegría de que estés aquí. — Mentí. Obviamente, no iba a admitir mi temor hacia los temas paranormales. Ya le había contado eso a Dinah y ahora solo lo usaba para asustarme cada que podía.

— Esta bien porque a mí también me alegra verte. — Dijo mientras me guiñaba un ojo.

Debo admitir que en ese preciso momento, mi corazón empezó a latir con más fuerza de lo común. Había algo en Lauren que me hacía sentir de una forma muy especial. Sin embargo, mi semblante cambió cuando recordé a Hernando.

Entonces, tome aire y decidí preguntar de una vez por todas acerca de la vida amorosa de Lauren. La curiosidad me estaba matando. Mi corazón latía muy fuerte. Tenía miedo ¿la razón? Me asustaba una posible relación de la joven de ojos verdes.

— Lauren puedo preguntarte algo.

— Lo que sea.— contestó.

— Tú...— Dude un poco al formular la pregunta. — ¿Tú tienes a alguien en tú vida?

— ¿A que te refieres con alguien? —Claramente Lauren no había entendido la pregunta. Debí se más directa. – ¿Te refieres a mi familia? — Me dio una tierna mirada de confusión.

— Me refiero a que si tienes una relación amorosa.

— Era eso. — Soltó una pequeña risa. — Me alegro de que preguntes, la verdad es que yo...

La respuesta de la chica de ojos verdes se vio interrumpida por la llegada de mi mejor amiga. Acaso ¿Dinah no puede ser más inoportuna? Gracias a ella, no sabré la respuesta de Lauren. De nuevo.

Después de la llegada de mi amiga, Lauren preparó la cena. Nos quedamos hablando de nuevo hasta muy tarde. Es increíble cuan fácil me era hablar con ella.

—¿Y tú familia? — Aproveché que Dinah ya se había ido a la cama para "interrogar" a Lauren.

—No lo sé. Hace mucho tiempo que no hablamos. —contestó.

— ¿Mucho tiempo? ¿Cuánto? — Pregunté.

– Creo que dos semanas. – Contestó un poco triste. – Es mucho para mí. Solíamos estar todos los días juntos, pero hace un par de meses, ellos tuvieron que salir del país. Yo decidí quedarme.

—¿Por qué te quedaste? — Volví a preguntar.

— Es complicado. — Había algo en su mirada. Era tristeza. Sin duda había algo que atormentaba a Lauren. ¿Estaría relacionado con la razón de su estancia con nosotras? — Me quedé por alguien, ese alguien me necesitaba más que nada. Yo no podía simplemente dejarlo todo atrás.


Al día siguiente me deserté pensando en la conversación que había tenido con Lauren la noche anterior. Tenía muchas preguntas en mi mente y ya que Lauren había salido a correr esa mañana era mi momento de aclararlas

Entonces, fui al cuarto de Dinah, con suerte ella podría darme una pista de lo que sea que estuviera pasando, pero debía ser discreta. No quería que mi mejor amiga se enterara de mi interés. No fue por falta de confianza, más bien fue por seguridad en mis propios sentimientos. Ni siquiera yo sabía lo que estaba sintiendo.

Primero, ¿cómo investigar a alguien sin parecer muy evidente? Para ello decidí consentir un poco a mi amiga.

— Buenos días mi querida DJ — Dije mientras irrumpía en su cuarto sosteniendo un croissant y un late frió (el favorito de Dinah) — ¿Cómo estás hoy?

—¿Y ahora qué quieres Mila? — Preguntó esta mientras levantaba levemente una ceja.

Y en ese momento mi plan de parecer discreta se había ido al carajo.

— ¿Cómo sabes que quiero algo? — Le pregunté tratando de disimilar que me había descubierto.

— Mila te conozco mejor que nadie. — Dijo la más alta —¿Es sobre Lauren verdad?

¡Joder! ¡Joder! ¡Joder! ¿Cómo lo supo? ¿Qué diablos hago ahora? ¿Lo niego o lo acepto? ¿Salgo corriendo o me quedo? Pensé.

— Sí. — Respondí sin más.

Hubo un rato lleno de silencio incómodo. Podía sentir como mis mejillas ardían.

— Soy tú mejor amiga ¿lo sabes verdad? Te conozco mejor que tú misma. —Dijo Dinah mientras se levantaba de su cama. — Además, no disimulas cuando la miras con cara de tonta.

Guardé silencio tratando de asimilar el hecho de que mis sentimientos eran más evidentes de lo que yo creía.

— ¿Qué quieres saber? No te puedo decir todo porque eso significaría que no se guardar un secreto, pero lo que pueda decirte con gusto lo haré. – Dijo la más alta mientras se acercaba a mí.

— ¿Por qué esta aquí? — Pregunté.

Tuvo que huir de Miami.

— ¿Por qué? — Volví a preguntar.

— Mila yo no soy quien te debe decir eso.—Dijo la más alta.— No quiero traicionar su confianza.

—¿Tiene hermanos? — Pregunté con la esperanza de que el tal Hernando fuera solo un hermano y no un interés amoroso.

— Solo tiene una hermana, se llama Taylor.

Diablos, entonces ¿Quién diablos es Hernando? No podía preguntarle directamente acerca de él. No debía enterarse de que estuve escuchando una de sus conversaciones. Di por terminada la charla y salí en dirección a mi cuarto. 

Fugitiva | CamrenWhere stories live. Discover now