El peso de esta combinación.

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Lauren's POV

– Ally y yo estuvimos en un bar. Ambas estábamos muy borrachas y terminamos peleando contra tres mujeres. – Bajé mi mirada. – Una de ellas derramó su bebida sobre Ally.


¡Pero qué diablos! ¡Ally ni siquiera se ha emborrachado en su vida! Ella es como una pequeña monja ¿Por qué no se me ocurrió una mejor mentira? O mejor aún ¿Por qué no le dije la verdad?

Me sentí como si de una u otra forma me estuviera refugiando tras una máscara. Odiaba mentir.

Y aún más odiaba mentirle a Camila, pero aun así lo hice. ¿Mentí por instinto? Supongo que sí. Me aterraba la posible reacción de Camila.

Pero ¿Cómo le dices a tu chica que no eres lo que pareces? ¿Cómo le dices que tu compañía representa un peligro? Además, Camila y yo apenas habíamos salido una vez, si le decía toda la verdad, iba a salir huyendo de mí. Dinah lo sabía todo, por suerte, ella sabía muy bien como guardar un secreto.

En ese momento, estaba segura que todo era mejor si Camila no sabía la verdad. En mi mente, ya había analizado los pros y los contras de contarle a Camila sobre mis negocios con el cartel de Leekie.

— ¿Contra tres mujeres? — Preguntó Camila estupefacta.

— Sí, era muy altas. — Dije sin mirarla a los ojos. — Les dimos una paliza. Ally es como un pequeño ninja.

Me sentía mejor por el simple hecho de estar cerca de Camila. Pero, por otro lado, me sentía horrible por toda la red de mentiras que estaba tejiendo.

— ¿Por qué un gato azul? — Preguntó.

— ¿De qué hablas?

— El que tienes tatuado ahí. — Dijo señalando mi costado.

— ¡Oh! — Me reí de la situación. — No lo sé...— Pensé un momento mi respuesta. — Supongo que todos lo que se hacen un tatuaje buscan un significado profundo, pero quería que este no lo tuviera ¿me entiendes? Quería algo divertido, algo que me recordara mi juventud, algo que lo pueda ver cuando sea mayor y me haga sonreír... Y qué mejor forma de recordar que con uno de mis cartoons favoritos. 

— Es muy tierno. —  Sonrió.

— ¿Y qué hay del resto? — Volvió a preguntar.

— Esos si tienen un significado un poco más profundo que el gato azul...— Le mostré mi cuello. – La libélula es en honor a mi difunta abuela. — Le mostré mi brazo. —  Y el XXVII es mi número de la suerte... sabes, muchas cosas buenas me han pasado los días 27.

Ella asintió.

En ese momento, me estaba sintiendo mejor. Entonces, me levanté de la cama despacio y me dirigí hacia donde estaba mi mochila. La abrí y saque algo del fondo. Con cuidado no quería que Camila viera "el regalo" que Ally me había dado en Miami. En cuanto pudiera, iba a esconderlo lo mejor que pudiera. 

— Te traje algo. — La dije mientras sacaba el pequeño paquete de mi mochila.

— ¿En serio? — Su mirada brillaba como si le estuviera regalando un juguete a un niño.

— Sí.

— Espero te guste. — Le entregué el pequeño paquete con delicadeza.

Con cuidado lo sacó de su envoltura azul.

To Kill A Mockingbird. — Leyó el título del ejemplar que le había acabado de regalar. – Harper Lee.

— No se me ocurrió una mejor idea para que me conozcas.

Fugitiva | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora