Fugitiva | Camren

No puedes vivir está vida con un corazón vacío.

Camila's POV.

Ya habían pasado cinco días desde el regreso de Lauren. Estaba mejor. Tan mejor que inclusive había salido a correr como solía hacerlo. Con respecto a nosotras, no había pasado gran cosa. Un par de cumplidos y varios besos en la mejilla. ¿Eso que significaba? No lo sabía.

— ¡BOO! —Sentí como alguien salía de la nada cubriéndose con una gran sábana blanca.

— ¡Idiota! — Le dije mientras la golpeaba.

Era Lauren quien no paraba de reír. Reía con esa hermosa e inconfundible risa de niña. No me podía enojar. Se veía tan tierna, tan feliz, tan viva. Ojala siempre hubiera sido así.

Ella puso sus manos atrás y se movía como si estuviera nerviosa. Estaba nerviosa. Entonces, me miró y me dijo:

— ¿Quieres salir conmigo esta noche? — ¡Lauren se sonrojó al preguntarme!

— ¿Es una cita? — Pregunté. En cierta parte disfrutaba poniéndola nerviosa.

— Solo si tú quieres.

— Claro que quiero.

— Genial... Saldremos a las nueve. — Sonrió. — Lleva ropa cómoda y abrigada.

Entonces Lauren salió de la habitación rumbo a su cuarto. Eran apenas las 2 PM y yo ya estaba buscando en mi armario la ropa ideal. Cómoda, pero con un toque elegante. Opté por unos vaqueros negros y una blusa azul que se ceñía muy bien a mi cuerpo. Y una sudadera gris que hacia juego con mis zapatos.

Estaba ansiosa. No había visto a Lauren desde el incidente con la sabana. Había desaparecido. Dinah tampoco estaba en casa porque tenía clases toda la tarde y en la noche debía ir a practicar para una obra o algo relacionado con danzas y actuación. La verdad, nunca entendía lo que Dinah hacía.

Y llego la tan esperada hora.

Eran las 8:50 PM cuando entró Lauren a mi habitación.

— ¿Estas lista?

Asentí.

Estaba nerviosa porque no sabía lo que me esperaba esa noche.

— Vamos. —Dijo mientras me tomaba suavemente de la mano y me conducía hacia la puerta. Antes de salir, le deje un par de mensajes a Dinah aunque supuse que Dinah era en parte cómplice de Lauren.

Al salir de la casa, de golpe sentí el gran cambio de temperatura. La noche estaba despejada o por lo menos no había señales de que llovería. Aun así hacía frío.

Entramos al auto de Lauren. Me senté en el asiento del copiloto y vi que en la parte trasera del auto había muchas cosas, pero por la oscuridad que había allí no detalle que era.

— ¿Lista? — Preguntó de nuevo.

— Sí.

—¿Te molesta si enciendo la radio?

— Para nada.

Lauren encendió el auto y comenzó a conducir por la carretera en dirección a la ciudad, pero cuando se empezaban a ver las luces en el horizonte, Lauren se desvió de la carretera. Tomó una vía mucho más estrecha y oscura. No había mucho allí solo un par de casas, una pequeña iglesia y más allá un pequeño cementerio. Continuábamos alejándonos de las pocas casas que recién habíamos pasado.

Estaba muy concentrada mirando por la ventana.

— Amo esta canción. —Dijo Lauren logrando sacarme de mis pensamientos.