Cap 26.- Parte II

50.8K 3.7K 1.9K
                                    

[Aisa]

El azul del cielo se pierde poco a poco; la noche ha caído envolviéndolo todo en su oscuridad. El bosque se vuelve un lugar más frío, las aves nocturnas lo vuelven escalofriante con sus tétricos cantos.

Gruño cuando mi trasero pega con otra piedra por culpa de la horrible posición en que As me lleva; prácticamente me arrastra. No le pido que deje de hacerlo porque no lo hará, así que solo espero a detenernos. Miro hacia las copas de los árboles, el viento sopla suavemente ahí arriba. Un ligero resplandor se hace presente; al parecer nos acercamos a una fuente de luz y segura estoy de que es el lugar que As ha preparado para mí. Suspiro y después gimo cuando me deja caer completamente.

— Llegamos — dice As mostrando un poco de emoción. Me hace venatarme y me avienta contra un árbol. Alza mis brazos a la vez que me levanta un poco haciendo que con trabajo, la punta de mis pies toquen el suelo. Sorprendida miro hacia arriba viendo un anillo de metal alrededor del tronco, de él cuelgan cadenas con esas horribles bandas de cuero con pinchos.Solo gimo cuando o me las coloca, siento claramente como penetran mi piel y como la sangre comienza a salir para deslizarse por mis brazos. Cuando As se aleja y deja de sostenerme siento un tirón en ambos de mis brazos, no logro apoyar mis pies así que sé que a la larga eso va a doler y mucho. Mi respiración se acelera un poco cuando intento no dejar caer todo mi peso y para que mis muñecas no se rasguen más. Cominezo a sentir dolor, pero no quiero pensar en ello. No quiero sentir miedo sabiendo que esto solo inicia. Miro a mi alrededor; sí que se tomó su tiempo en prepararlo todo. Hay dos árboles continuos a cada lado mío, en ellos descansan un par de lamparas en forma de antorcha. Su luz no es muy intensa, pero ilumina lo suficiente. A unos metros hay una roca que usa de mesa, pues sobre ella hay una caja y su contenido abre mi curiosidad.

Miro a As cuando este da un paso hacia mí. Quita su rasgada playera, su pecho y abdomen tienen algunos cortes y leves rastros de sangre. Pero sus brazos, esos están cubiertos con sangre ya seca.

— ¿Te gusta como me has dejado? — pregunta y hago una mueca desinteresada.

— ¿A ti no te gusta? — se queda pensando por largos segundos. Yo misma puedo ver fácilmente la confusión en su mirar. Eso me agrada.

— ¿Por qué lo hiciste?

No estoy segura. Realmente no tengo palabras para explicar lo que pasó. Solo sentí como un sentimiento se apoderaba de mí y me hacia actuar de una manera un tanto ajena a mí. Al ver a As buscándome, tan enojado y desesperado, sentí ese deseo de ver su sangre. Fue nuevo. Me gustó. Aunque al meditar en ello se instala en mi interior una sensación que desconozco, pero no puedo ignorar. Realmente mis planes eran un poco diferentes, pero sin darme cuenta ya estaba sobre él. Deseando lastimarlo. Deseando ver su sangre. Es algo tan...

— ¿Asi es como te sientes al lastimarme? — pregunto — Con... Ese deseo incontrolable, una necesidad inexplicable. Un miedo a no poder detenerte porque mientras más cortas y ves sangre, menos deseos de parar tienes.

— Yo no tengo miedo a detenerme — dice, y recuerdo ese momento en que le lancé la piña él se giró dispuesto a rebanar a cualquiera que estuviera ahí, incluso a mí. Pero ahora al verlo directo a sus ojos, se que sus palabras no son del todo ciertas.

— Mientes.

— ¿Por qué piensas que miento?

As se acerca a mí, sonríe con diversión y hace una línea con su cuchillo desde la parte inferior de mis pechos hasta mi obligo. Justo sobre una cicatriz con la misma antigüedad de nuestros sádicos juegos. De manera inesperada toma mi trasero y me levanta haciendo que enrede mis piernas en sus caderas. Me pega contra el árbol. El movimiento provoca que nueva sangre fresca se deslice por mis brazos.

Beso Letal (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora