Cap.6

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-Feliciano  y Giovanna, mis hermanos; Amadeo y Constanza Stilvercce, mis primos. 

Rodeados aún todos en el salón, el hombre de ojos de miel señalaba con el dedo a cada uno de ellos mientras los nombraba, Presentó a su familia  y contó a los perplejos cinco que allí estaban y que los miraban desconfiados: Manuel, las hermanas, Ana y Eloisa por qué habían hecho el viaje. "Un viaje de diversión" que desafortunadamente había terminado mal.

-Por favor, serán solo unos días, hasta que nos encuentren o hasta que arreglemos la nave. No nos miren así. Nadie está contento, ni nosotros en estar fuera de casa ni ustedes en ser invadido, eso lo sabemos. Tratemonos como una familia durante este corto tiempo.-Agregó dulcemente Giovanna, la jovencita rubia que no solo parecía ser un poco más educada, sino también más dulce y comprensiva. a.

Emma lo pensó: Feliciano parecía ser el mediador; Amadeo, no era problema, parecía ser tímido y callado;  y aquella rubia, Giovanna, la portadora de amor y paz. El gran problema era aquel duo que se mantenía unido: Estanislao, que sin dudas era el que manejaba todo en aquella familia, y la desagradable Constanza. Estaba inmóvil, se la notaba malhumorada e incómoda en aquella casa. Miraba menospreciándo tanto a las hermanas Acevedo, como a Manuel, a las mujeres de servidumbre y especialmente a Ana y a sus dos hijas. 

-Escuchad una cosa. Así sean los condes de Inverness, Barcelona, Rusia o China, no harán lo que quieran. Si quieren quedarse...deberán colaborar en la casa. Ana  y sus hijas, suelen encargarse de la comida y Eddyth y yo de las tareas de la casa  y Manuel nos cuida a todas y nos trae la comida. Pero nos organizamos así si somos solo nosotros. Lamentablemente a partir de ahora no solo seremos nosotros, sino también ustedes. Por ende, deberán colaborar al igual que todos en las distintas tareas. Aquí no vienen solo a hospedarse y nada más.-Concluyó Emma, aceptaría el reto que se le estaba poniendo en su vida.

-No se preocupe Rizos de Cereza.-Volvió a llamarla aquel hombre de ojos color miel y Emma derramaba furia.-Será como usted diga majestad. Mi hermana Gio es una experta en la cocina y no tendrá problemas en ayudar.

-Por supuesto que no hay problema alguno.Muchas gracias por su ayuda.-Con una sonrisa en los labios Giovanna se acercó a Emma para abrazarla, ésta le devolvió el abrazo. Y las hermanas Acevedo, en especial Emma, sintió alivio. Parecía ser que al menos alguien de todos aquellos escoceces demostraba amabilidad. Emma le agradeció con una leve sonrisa.

-Mi hermano y mi primo me ayudarán a reparar el barco y Constanza...-Dijo llevándo su mirada a la de su prima que no quitaba los ojos de encima a su primo. Al ver que éste la miraba, sonrió como una tonta.-Ayudará en las tareas del hogar junto con Rizos de Cereza y su hermana.¿Está cla...

-Emmaliene Acevedo es mi nombre. -Interrumpió, no estaba dispuesta a soportar que aquel hombre la siguiera llamando así. -Ella es Eddyth, mi hermana. Ellas son Ana y sus dos hijas: Eloisa y Matildita y Manuel, mi primo.-Sonrió al nombrarlo y él se acercó a ella para tomarla de la cintura con posesión. 

-Así es. Espero no me traigan problemas, señores. Espero se comporten.

-No lo dude amigo.-Negó Estanislao tendiéndole la mano.-Nos comportaremos.

Manuel sonrió cortesmente, pero la sonrisa se borro de inmediato al ver como el hombretón que le estaba apretando la mano, conducía su mirada a la de Emmaline, que seguida por su hermana, se incomodó y se retiró del salón. Manuel no conocía las intensiones de aquellos hombres, pero las de Estanislao las persivía y no le gustaban nada. 

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Llévame contigo-María S.Where stories live. Discover now