No pudo dormir en toda la noche, por lo que se dedicó a escribir la carta que mandaría a sus tíos de Escocia. Estarían muy felices de saber dónde se encontraban sus niños.
Queridos tíos.
He tenido la oportunidad de mandar esta carta, estamos casi en un desierto. No tengo la certeza de que llegue o no, lo más probable es que no. Pues nuestro barco se averió y nuestro viaje finalizó hace un tiempo. Hemos caminado y descubrimos que estabamos perdidos. Una buena familia nos cuida a todos, pero ningún lugar es mejor que la propia casa, ni la comida es la misma, ni el aire que se respira día a día.
Vengan a por nosotros. La Toscana, aquí es dónde estamos. No será sencillo encontrarnos pero tampoco será imposible, confiarnos en ustedes y los esperamos. Ansiamos volver a casa. Cada uno tiene su vida y su destino en cada lugar y los nuestros no están grabados allí..
Con mi esperanza de volver a verlos.
Constanza Stilvercce.
En la mañana muy temprano, aún cuando todos dormían (todos menos la servidumbre), Constanza, bajaba en silencio las escaleras. En la cocina, estaban Ana y Matildita.
-Buenos días Ana.
-¡Señorita Costanza! ¿Está usted bien, necesita alg...
-No. Digo... sí estoy bien y no necesito nada.-Hablaba en un tono bajo.-Bueno sí necesito algo... Verá tengo que enviar esta carta a mi familia, a Escocia. Sé que es díficil que llegue, creo que es por eso que nunca hemos optado por esa posibilidad, pero ya sabe... Las primeras veces siempre están y no de más. Ansío volver a casa Ana...
-Entiendo. Deje que yo la lleve.
-NO.-Reaccionó de pronto.- Yo la llevaré, usted solo diga dónde debo ir, no quiero molestarla.
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