Cap. 16

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La idea bien la sabía su madre, Estanislao y toda su familia. Lo sospechaban. Él no era hombre de dejar perder las cosas que quería ni dejarse vencer tan facilmente por el olvido.

Todos esos mesos distanciado de Emma le sirvieron para darse cuenta que la extrañaba. Al principio no sabía bien a qué se debía ese sentimiento de soledad, de frialdad. Pero con el tiempo pudo comprender que se trataba de un hueco. El hueco que se había abierto tras haber dejado a su mujer lejos de allí.

<<Mi mujer.>> Pensó una noche, como la hacía tantas otras veces.

<¿Realmente es mi mujer?>> Se preguntaba todas las noches antes de dormir. No estaba seguro de la respuesta hasta que se dió media vuelta y sintió la cama y su cuerpo fríos. La respuesta estaba más que clara, él necesitaba esa calidez que ella emanaba, su perfume. Y no solo por un rato.

-Ven Emma. Ven conmigo al jardín de flores. Hay una planta que está dando flores hermosas. Quiero enseñarselas.-Insistió su cómplice su hermana por décima vez casi arrastrándola a salir de la casa. Finalmente Emmaline cedió.-Tú también Ana, Eloisa, Manuel... ¡Todos vamos!

-Eddyth... Es invierno... ¿qué flor va a estar floreciendo en pleno inviern...

-Yo le llamo la flor del amor, cállate y escucha esto.-Eddyth se aclaró la garganta.

Querida Emma,

Comenzó a leer su hermana.

En todo este tiempo me he preguntado muchas cosas: ¿Qué estará haciendo Emma ahora? ¿Qué estará comiendo? ¿Se acordará de mi? ¿Vendrá a visitarme? ¿Se habrá olvidado de mi? 

Todos los días surgían en mi preguntas sin respuestas.

Pero necesitaba más que nada la respuesta de una sola pregunta: "¿Será Emma mi mujer?".

La intuía, sí. Me sentía realmente interesado en escuchar la respuesta. aunque sabía que se encontraba en Toscana, muy lejos de Escocia. Por ende, no la iba a saber nunca...

Allí nada continuaba, solo una voz que surgía por detrás de los arbustos.

-A menos que fuera tras ella.

Emma se quedó atónita.

¿Sería posible que imaginase su voz?¿Se estaría volviendo loca? 

Se levantó de su aciento y se giró.

O ahora lo estaba imaginanando y definitivamente se estaría volviendo loca, o realmente aquel hombre que meses antes la había convertido en mujer, estaba allí parado. Junto con toda su familia, caminándo hacia ella y tomándole la mano.

-Una vez me dijiste que desde el primer momento que me viste quisiste algo pero no sabías qué.Ya te pedí algo una vez, ¿recuerdas?-Ella sonrió y asintió.-Ahora también lo haré.

-¿ Y qué quieres?

-Que vengas conmigo, que te quedes conmigo, que seas mi mujer como tantas veces lo fuiste y como muchas veces más lo serás.-Se arrodilló frente a la mujer que lo volvía loco. Ella sintió un cosquilleo en el vientre.-¿Te casas conmigo mi amor?-Arrodillado frente a ella y frente a todos, allí estaba su hombre. El que la había hecho conocer el amor, la pasión y sobretodo la felicidad.

Ella se inclinó hacia él y le susurró.

-Si me llevas contigo, mi amor, seré la mujer más feliz del mundo. Me voy contigo, me quedo contigo, te elijo, me esposo contigo.-Se incorporó y él se levantó. Le tomó la cara y le dijo:

-Solo si me lo pides.

-Llévame contigo.-Le susurró al oído y él ya no pudo más. Se estremeció, la fulminó con un atrevido y apasionado beso.

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María S.

Llévame contigo-María S.Where stories live. Discover now