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20. Juegos de beber.

Capítulo 20. 

—Esto no sabe bien. —murmura Louis después de probar su pasta. Los otros asienten en acuerdo.

—No sabe a pasta. —responde Zayn. —Eso es seguro.

—Eso explica por qué somos los únicos aquí. —señala Catalina.

Habían elegido este lugar solo por el hecho de que no había nadie más alrededor. Pensaron en que sería una corta espera, pero no pensaron que la comida fuera a ser terrible.

—No quiero más de esto. —Harry suspira mientras aleja el plato de él. Su pasta sabe a aserrín y cartón húmedo. —En serio, ¿con qué hicieron esto?

—No tengo idea. Pero, deberíamos ir al mostrador y pagar, y en vez de eso, no sé, ¿ir a una pizzería? —Louis sugiere con un encogimiento de hombros.

Entonces, lo hacen. Pagan en el mostrador (el mesero les pregunta que por qué se van tan temprano; ellos dicen que porque tenían una emergencia la cual atender) y salen a buscar sus carros, los cuales están aparcados enseguida del otro. Deciden conducir por diferentes lugares esperando encontrar una pizzería-asumiendo pues que haya una.

—¿Qué clase de lugar no tiene una pizzería? —dice Harry, frustrado.

—Este. —gime Louis. —¿Por qué no solo invitamos a Zayn y a Catalina a nuestro hotel?

—¿La señora china dijo algo acerca de llevar invitados?

—japonesa, Harry, japonesa. Pero no recuerdo, igual ni me importa así que les timbraré. —dice Louis mientras saca su celular móvil, marcando el número de Zayn. El moreno contesta inmediatamente. Louis le dice que vaya a su hotel y les da las direcciones.

XXX

—Entonces, ¿solo nos vamos a emborrachar, o...? —dice Zayn, inspeccionando las botellas de vino que hay en el mostrador.

—Ese es nuestro plan. —sonríe Louis, mientras abre una botella y les sirve a todos en sus respectivas copas.

—Deberías haber comprado algo más fuerte. —dice Catalina antes de llevar la copa a su boca.

—En realidad, eso es vodka. El único tipo de alcohol que permiten aquí es vino, por cualquiera que sea la razón. Así que Louis tuvo la ingeniosa idea de cambiarle el color al vodka y ponerlo en botellas de vino. —explica Harry, Catalina toma un sorbo de su copa, y retrocede en sorpresa antes de tomar un gran trago.

—Woah, bájale. —dice Louis, mientras mira a la chica con asombro. Ella es como una máquina, tragándose todo sin parar.

—¿Qué? —ella les pregunta a los chicos, mientras estos la miran estúpidamente. —Es fácil.

—Sí, si quieres morir. —remarca Zayn.

—Quizá si quiero. —dice ella. Los ojos del moreno se abren mucho y Louis y Harry se miran el uno al otro, en pánico. Ese comentario calla a todo el mundo, en el momento. —Estoy bromeando.

Después del silencio, Louis trae una botella a la sala, donde se sientan en círculo.

—Vamos a jugar un juego de beber. —dice Louis. —Una vez me leí un libro y hablaban de uno en particular. Es acerca de contar los mejores días de cada uno, y el que gane, no tiene que beber. Después hacemos lo mismo, pero con nuestros peores días.