Capítulo 16: Avisar

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Llego a mi casa irritada por tener que esperar y soportar nuevamente el molesto autobús que uso de transporte, y cuando creo estúpidamente que por fin podre relajarme en la comodidad de mi habitación la importuna presencia de mi madre me lo imposibilita.

— ¿En dónde estabas Rose? — refuta con el ceño fruncido haciéndome soltar un suspiro cansino al predecir lo que se aproxima con ella.

—Fui a hacer un trabajo en casa de una compañera nueva porque la tarea es para mañana mismo y no podía realizarla después. —contesto.

— ¿Y porque no avisas entonces? Sabes que está muy mal no hacerlo porque tu padre y yo estábamos muy  preocupados por ti.

—Mama recuerda que ya no soy una niña pequeña la cual tiene que informarle todo a sus padres— ruedo los ojos demostrando desgano de continuar nuestra conversación.

—Pues quieras o no lo tendrás que hacer porque nosotros somos tus padres y vives bajo nuestro techo— escupe enojada haciéndome reír porque nunca antes la había visto así, además sus palabras me molestan y es por ello mismo que deseo mi mayoría de edad más que nunca.

—Es ridículo. ¿Lo sabias madre? — ella relaja su expresión cambiándola a una confundida hacia mí lo cual alimenta mi diversión— y no me mires así porque sabes de lo que hablo, — ruedo los ojos exasperada por su continua expresión incrédula— como sea— bufo por su incompetencia al entender lo obvio— como ustedes continúan ocultándome cosas yo no tendré que decirles todo tampoco— sonrío de nuevo al verla tensa.

— ¿D-de que hablas? — inquiere viendo el piso haciendo que fije mi atención completamente en ella.

—Actuar no se te da nada bien madre, ¿pero sabes a quien sí? A mí —alargo mi sonrisa al ver su rostro perder color— así como escuchas— me acerco a ella haciéndola retroceder un poco mientras me deleito a su nuevo temor reflejado en sus ojos— y te aseguro que pronto  sabré más de lo que ya se— me detengo para tomar mi abrigo a su lado— pero por ahora tengo que salir y no quiero más interrupciones por favor

Ladeo una pequeña sonrisa recomponiendo mi estado burlo hacia ella para después darle la espalda y dirigirme hacia la puerta.

— ¿A dónde vas hija? — detengo mis pasos al escuchar su pregunta

—A cerrar una pequeña etapa de mi vida que quedó inconclusa— la miro de reojo mientras ella se encuentra perpleja—  y tú deberías hacer lo mismo. Superar a los muertos es darle el verdadero regocijo a los que esperan. —con esas palabras me retiro de mi morada para esta vez sí tomar un taxi ignorando la llegada del entrometido de David a mi casa

Amy Silva es otra persona ingenua que se deja llevar por los sentimentalismos humanos, y eso me es de estupenda ayuda porque estoy segura de que ella nunca haría algo en contra de su hija, la tengo de mi lado al compartir sus lazos sanguíneos y tener también su amor incondicional. Me gusta jugar con sus emociones; primero tristeza. Luego felicidad y ahora estoy segura de que se encuentra preocupada y pensativa por lo que dije antes de irme y eso es gratificante para mí ya que  me deja tranquila poner a mi favor las cosas por el momento, porque que sea la mujer que me dio la vida no significa que le permita manipularla a su antojo debido a que más bien será al revés.

Me adentro al lugar que para muchos significa nostalgia y tristeza pero que para mí solo es un lugar más un tanto menos vacío debido a su verdadero significado; el descanso eterno de los miserables. Deteniéndome frente a una lápida insípida gris me dispongo a sentarme en el césped muerto luego de una corta caminata en silencio.

Samuel Martins  06/04/1999 - 13/05/2014
《Descansa en paz querido hijo》
te extrañaremos mucho porque te fuiste muy joven debido a que el llamado de Dios así lo quiso, y por eso esperamos enormemente a que estés ya con tus padres porque sabemos que mutuamente se cuidaran y estarán contentos. Muchacho noble que le sonreía a la vida.
-Con amor tus abuelos y amigos-

Sonrisa Fingida |TERMINADA|Where stories live. Discover now