Capítulo 31: Perdón

904 111 41
                                    

Reuniéndome con mi padre me siento a su lado para poder estar a su altura y colocar su cabeza en mis piernas omitiendo sus lamentos quebrantados ocasionados por los numerosos golpes que se acentúan cada vez más en su rostro dejándolo deteriorado.

—H-hija—comenta jadeante mientras me dispongo a acariciar su cabello cano— quiero que sepas que— el movimiento de su garganta al tragar saliva se le dificulta por el dolor haciendo que por ende una mueca angustiada adorne su expresión por varios segundos— es cierto que te ocultamos muchas cosas—ambos nos permitimos mirarnos a los ojos— pero porque queríamos deshacernos de los problemas y no involucrarte. Te quiero mucho y perdóname por no alejarte del mal que se ha encaprichado en seguirnos.

— En mi poder ya no está el derecho de hacer algo por ti, padre— detengo mi agasajo para poder ver mejor el sufrimiento de sus ojos que me obsequian su padecimiento en gotas saladas que acumulan su carencia.

—Entonces espero que no me odies cuando descubras la verdad hija. Porque debes tener presente para aquellos días que lo que hice fue porque quería tu bienestar. El de todos ustedes—completa cerrando sus ojos con fuerza acentuando sus arrugas— por favor dile a tu madre que la amo y a Eduardo que lo quiero—tose generando que tome su cabeza para evitar más movimientos bruscos. Y despejo el líquido de su rostro con cuidado procurando no esparcir la sangre— pase lo que pase ten presente que yo siempre seré tu padre y desde el cielo estaré velando por tu seguridad.

—Te has vuelto débil Alexander Patterson—refuto soltando un suspiro mientras niego un poco con desgano— y el que estés así es tu culpa. Sin embargo puedes dictar tus últimas palabras padre

—No permitas que tu corazón se endurezca Rose—niega intentando apartarse, pero lo detengo— Lucha— alza su mano señalando mi sien— y no caigas nunca. Te lo suplico por favor— aparto mi mirada de él sonriendo de lado sin decir nada porque de nada sirven sus palabras, sin embargo le permito que prosiga con sus palabras huecas mientras me mantengo en silencio— A tu madre también dile que me disculpe. No podré llegar a casa— suelta un sollozo apretando su pecho con fuerza mientras su tibia sangre impregna mi pantalón—  Porque no alcanzaré en vida continuar manteniendo mi promesa con ella.

—Una vez hace muchos años mencionaste que nadie se burlaba de los Patterson. Así que yo seguiré con tal promesa. Y me vengaré de todos aquellos que se atrevieron a hacerlo—observo su sonrisa afligida mientras observo un punto fijo en la pared de cemento recordando la vaga alucinación que mantengo de mi niñez.

—Entiéndelo Lily, ¡yo gané la partida! —Indicaba molesta al acabar mi juego de ajedrez victoriosa mientras mi contrincante se rehusaba a aceptar su derrota ante mí

— ¡Eso es mentira! Yo soy la mejor aquí así que tú no puedes vencerme— chilló pataleando llamando la atención de los demás como tanto le gusta hacer.

— ¡Hizo  trampa! —gritó otro niño mientras la niña frente a mí se levantó empujándome causando que los demás me rodeen en su defensa al mismo tiempo que yo trataba de guardarme mi enojo porque recodaba muy bien las palabras de mis padres en advertencia para que permitiera tal cosa que no era buena para mí.

— niña mentirosa

— ¡Quiere llorar! ¡Quiere llorar! — el canto infantil rodeado de burlas hizo que mi cuerpo de un impulso tomara de los cabellos a mi compañera estrellándola consecutivamente con todas mis fuerzas en la mesa. Pero me detuve de inmediato alejándome de ella al escuchar el grito despavorido de la profesora entrar al aula luego de haber salido al baño.
La maestra de primaria había preguntado a todos los niños que había sucedido y de ellos solo escucho acusaciones dirigidas hacia mi persona lo que causo una nueva reprendida injusta, por lo que consiguientemente fui trasladada a la dirección del plantel en donde tuve que esperar castigada la llegada de mi padre. El al verme cabizbajo prontamente se agacho a mi altura para poder cargarme no que me hizo sentir rápidamente alivio entre sus brazos cálidos. Pero las palabras de aviso de mi madre velozmente invadieron mi mente haciendo que reaccionara en rechazo hacia aquel afectivo porque no quería que nada malo le pasara a mi padre por culpa de haber alzado mi peso.

Sonrisa Fingida |TERMINADA|Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ