Capítulo 14

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Saque las llaves de la mochila con algo de prisa,  el domingo Mark me dio una copia para que no me quede esperando por él. Lo cual agradezco de todo corazón, abrí la puerta y me encontré con una mujer de baja estatura, tendrá entre sesenta o setenta años, pelo corto negro y vestido completamente de negro en la sala. Me miro confundida y yo le devolví la mirada.

—Disculpa ¿Quién eres? —pregunto la mujer, mientras me examina con la mirada.

—Ashley— conteste algo dudosa.

—Ashley ¿Qué haces aquí? — dijo la mujer con un tono amable.

—Aquí vivo ¿Y usted? — pregunte todavía confundida.

— ¡Ah! no sabía eso, soy Grace la ama de llaves— dijo extendiéndome la mano.

—No sabía que Marcus tenía una—dije tomando su mano

—Sí, pero no estoy todo el tiempo, solo vengo tres días, limpio, hago la compra y preparo la comida eso días —dijo sonriendo, por lo menos ya no nos veíamos como extrañas.

—De acuerdo, discúlpame es que Marcus no me dijo nada sobre una ama de llaves y la otra semana no la vi aquí. — me excuse

—Estaba de vacaciones.

—De acuerdo si no le molesta estaré en mi habitación.

—Claro, disculpe mi atrevimiento ¿Pero cuánto tiempo se quedará? —hizo una pausa— No suelo entrometerme en las cosas de Mark, pero me gustaría saber si...—guardo silencio

Yo solté suspire y asentí con la cabeza.

—Mark y yo nos casamos hace unos días, así que estaré por aquí un buen tiempo Grace—dije dirigiendo mis pasos hacia las escaleras.

Ya en mi habitación, después de ducharme y ponerme el pijama me senté a estudiar, claro no sí antes enviarle un mensaje a Mark.

¨Querido me pudiste haber dicho que tu ama de llaves volvía hoy de sus vacaciones casi nos morimos cuando nos vimos. ¨

No espere su respuesta tengo que estudiar mucho como para esperar su respuesta. Pasaron las horas y yo aún seguía estudia, Mark no ha llegado y asumo que Grace todavía está en la casa. Hasta qué escucho que tocan la puerta de mi habitación, me puse de pie y abrí. Lo primero que vi fue un osito de peluche tapando su cara, luego lo bajó y vi su hermoso rostro.

— ¿Y esto? — dije tomando el peluche.

—Un regalo — dijo señalando el peluche.

—¿Por qué?, ¿Cuál es el motivo? — pregunte sin dejar de mirar al peluche.

—Por no haberte dicho que Grace venía hoy y porque creo que cuando almorzamos hoy te hice sentir― hizo una pausa― usada, incomoda, no lo sé, es mi forma de discúlpame― dijo encogiéndose de hombros 

Mire el peluche y luego mire con detenimiento a Mark ¿Puede ser más tierno? Espero que no, espero no encariñarme con él y que al final me sea difícil el dejarle ir. No quiero que lo sea.

— Es muy lindo el gesto, pero no necesito que te disculpes siempre por todo. ― me acerque a él y lo mire directamente a los ojos― realmente es muy tierno el gesto, pero no es necesario― dije con un tono suave

                Mark asintió y luego se pasó la mano por el cabello. Cada vez que hace eso lo encuentro tan sexy, pero no me puede dejar llevar por eso, tengo que controlarme. Yo mejor que nadie sé que el placer y los negocio no van de la mano. Tengo que ver esto como un negocio, al igual que él. No existe nada más, no puede existir nada más. Me estoy mintiendo porque soy débil y ahora mismo me pare en puntilla y deposite un beso en su mejilla. Mark se sonrojo y eso me reir.

Dime Que SiWhere stories live. Discover now