Capítulo 28

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No hay nada mejor que levantarteentre los brazos de la persona que quieres. Saber que esa persona tambiénte quiere y verla dormir a tu lado, es una sensación inexplicable, solo sé quenunca me he sentido así de feliz. Me quede acostada a su lado viéndole, pareceun ángel cuando duerme. Le acaricie el cabello mientras observo cada detalle desu rostro. Inconscientemente me fui acercando a sus labios realmente quierobesarle. Pero no quiero despertare, así que deje de acariciar su pelo paraacariciar su mejilla. Luego comencé a trazar sus labios con mis dedos y élsonrió lo he despertado. Seguí trazando su rostro, él sigue sonriendo. Cuandotermine tome su cara entre mis manos y me incline para besarle. Mark respondióde la misma manera, me abrazo pegándome más a él. Nos separamos y veo abiertoesos ojos azules que me atraparon desde el primer día que los vi.

—Buenos días, amor—dijo Mark dándome otro beso, pero esta vez uno corto.

—Buenos días, bello durmiente— dije con una sonrisa

— ¿Cuánto llevas despierta?

—Unos cincos minutos

— ¿Y piensas ir a las practicas?

—Sí ¿Por qué?

—Tenía la esperanza de que dijeras que no, pero ni modo— dijo soltando un gruñidos y acto seguido se levantó de la cama.

Camino hacia la puerta, pero se dio la vuelta en medio camino— ¿Y no te quedarías por hoy? — pregunto utilizo su mirada para rogarme e hizo un puchero. Negué con la cabeza en forma de respuesta, pero él seguía con la misma expresión de hecho ha vuelto a la cama.

—No es posible, lo siento— dije, Mark soltó un suspiro de resignación, pero me seguía viendo igual.

—Bueno nada perdía con intentar— dijo dándome un beso rápido.

—Me daré un baño— dije me levanté de la cama para ir al baño. Mark me cargo solté un grito cuando sentí mis pies despegarse del piso, pero luego solté una risita cuando comenzó a llenarme de besos.

—Ya Mark, me tengo que ir voy a llegar tarde— dije sin muchas ganas de alejarlo de mí, al final termino dejándome ir.

*

Llegue faltando 5 minutos para entrar, por suerte cuando venía de camino en el auto con Mark llame a Nathan. Para avisarle que llegaría tarde así que ya sé que me toco en sala de emergencia de nuevo. Pase toda la mañana con cara de felicidad mis pacientes me miraban extraño. No me importaba mi mente todavía están las palabras que me dijo Mark anoche. Cada vez que lo recordaba soltaba un suspiro o sonreía más.

Llego la hora de almuerzo por fin vería a Nathan y a Tara. Tengo que contarles mi felicidad en parte ellos tienes que ver. Camine por un pasillo y en el fondo vi a Tara me acerque a ella lo más rápido posible.

—Tara tengo que contarte algo— dije emocionada

—Si ¿Qué? — sonó molesta

— ¿Te sucede algo? — le pregunte preocupada

—No me pasa nada, ahora cuéntame ¿Qué me tienes que decir? —dijo tratando de ocultar su malhumor.

—Mark se me declaro anoche tú y Nathan tenía razón, estoy tan feliz no sabes me siento en las nubes— dije soltando un suspiro.

—Sí que bueno, me alegro por ti— dijo en tono seco.

—De acuerdo ya dime que te pasa porque ese malhumor no es por nada.

Me pare enfrente de ella a esperar su respuesta me miro soltó un suspiro de resignación se quedó en silencio unos segundos hasta que hablo.

—Discutí con Nathan hace rato y no me lo tomes a mal ¿Pero no crees que es muy extraño tu novio, esposo? lo que sean

Dime Que SiWhere stories live. Discover now