Capítulo 30

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Mi día transcurrió normal estuve tan concentrada en lo que estaba haciendo. Tanto que olvide por completo a que hora mi turno acababa. Aunque realmente creo que más bien una parte de mí prefería el hospital que a la casa. La soledad no es mi amiga y no le quiero en mi vida.

Salí del hospital, caminé por el frio y oscuro estacionamiento. Me estoy abrazando a mí misma para darme un poco de valor. Esta es una de esas noches terriblemente frías de Londres. Me recordó a lo fría que se siente mi cama sin Mark. Suspire al recordarlo, el hecho que este hombre me tenga tan embobada y enamorada me deja en shock. En fin, busque mi celular en el bolsillo de mis jeans.

Nathan sé que se fue mucho antes y sin Tara, la busqué, pero tampoco la encontré. Mi única opción es el taxi, escuche una bocina de auto, me voltee y vi a James.

— ¿Necesitas que te lleve? — pregunto

—No está bien, mi taxi viene en camino— dije a modo de excusa para que se fuera.

—Ven te llevo, somos amigos ¿Te acuerdas? Además, ese taxi tardara mucho en llegar

No supe que contestar por una parte estoy muerta del cansancio. Y por otra sé que no es muy buena idea dejar que James me lleve, pero siguió insistiendo hasta que termine por aceptar.

—¿Tu y ese hombre con el que estabas en la fiesta son pareja? — pregunto James

—Si de hecho se llama Marcus— dije muy feliz

—Me alegro por ti, te ves muy feliz con el— dijo en un tono muy seco

—Si lo soy— solté un suspiro, en eso me percate que James conducía en dirección a la casa de Tara—Espera vas mal ya no vivo con Tara, tienes que doblar en la otra calle

—¿Enserio? No lo sabía pensé que todavía vivían juntas— dijo asombrado a lo que negué con la cabeza y le seguí explicando cómo llegar hasta mi casa.

—Bueno ya llegamos, gracias por traerme— dije bajando del auto.

— ¿Espera vives aquí? — dijo impresionado.

—Si

— ¿Cómo? Es decir, esto no se parece en nada a tu antiguo hogar

—Es una larga historia— dije no quería darles explicaciones y él no se las mereces.

— ¿Y tendrás tiempo de contarme? Digo si quieres— lo mire pensé un poco— solo como amigos—dijo, solté un suspiro

—De acuerdo puedes entrar, pero no te pase de listo— le advertí, bajo del auto camino detrás de mí abrí la puerta algo incomoda, entramos y pude ver como miraba la casa fascinado, deje mis cosas en el sofá como siempre y camine hasta la cocina.

—Bienvenido a mi casa ¿Quieres algo de tomar?

—Una cerveza, sería perfecto y ahora dime ¿Cómo hiciste para vivir aquí? —pregunto sentados en el sofá, camine hasta él y le di su cerveza.

—No es mi casa como tal es la casa de Mark vivimos juntos— le dije y casi escupe su cerveza, me miro sorprendido.

— ¿Hablas en serio? — se llevó las manos a la cabeza— realmente lo amas ¿Cómo hizo para que te mudaras? Yo te lo pedí muchas veces y siempre me decías que no. – me reí y lo mire si supiera realmente porque me mude en un principio, me mataría.

—No lo sé, solo me convenció

— ¿Y dónde está el ahora?  ¿No le molestara que este aquí solo con su novia?

—Está de viaje— dije tratando de oculta lo poco que me gustaba ese hecho.

— ¡Oh!

Nos quedamos hablando un rato, la estaba pasando bien me acorde cuando comenzamos a ser amigos. Ahora es que me doy cuenta siempre lo quise como a un amigo no como hombre. Ciertamente eso explica porque nunca me sentía llena de pasión cuando estaba con él.  Lo cual me alegra saber ahora y nos después de habernos casados. Mire la hora es muy tarde ya y James ya se iba lo acompañe hasta la puerta.

Dime Que SiWhere stories live. Discover now