Capítulo 23

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Llegue a lo que un día fue milugar de trabajo, cuando entre vi a Kelly detrás de la caja algo triste. Meacerqué y le di un abrazo.

— Lo siento —dije en un susurro

—Está bien, no puedes hacer nada― dijo

―Y eso me enoja.

―No lo esté Ash, está bien, los venderé en la calle o ferias no sé algo se me ocurrirá― dijo limpiándose una lagrima de la mejilla

― ¿Qué quieres haga?

― Ayudarme a poner lo que quedan en cajas, revisar que no dejemos nada en el almacén y por último dar lo pedidos que estaban pendientes. Vendrá varios clientes, tu eres buena en eso. ― dijo caminando hacia el almacén.

     Asentí y pase del otro lado del mostrador. Atendí algunos clientes, empaqué algunas muñecas que quedaban en la caja. Hice el inventario por última vez, pero aún sigo pensando en ¿Por qué Mark no le quería contestar la llamada a Stephanie?, ¿Sera porque estaba yo? No sé por qué esto me a tormenta tanto. Y después lo que sentí esta mañana ¿De verdad fueron celos? No, claro que no es solo que Stephanie no me agrada eso es de seguro. Aún sigo pensando en lo mismo, que linda forma de torturarme. Salí de mis pensamientos al escuchar la voz de Kelly.

―Bueno, Ash esto es por todo lo que has hecho por mí y el tiempo que has dedico a este lugar― me extiendo un sobre― si pudiera te pagaría más, porque vales mucho más― dijo con una sonrisa

― Gracias― tome el sobre― Kelly cuídate sí.

―Lo mismo te pido, se la mejor doctora Ash-

     Asentí y salí a toda prisa con la excusa de que voy tarde aun compromiso. Solo para evitar el sentimentalismo del momento, para no llorar. Me dirigí a casa esta vez tomé un autobús, Tara me había hablado de él. Me deja justo en la entrada de la urbanización, camine calle arriba, hasta llegar a casa. Saqué las llaves de mi bolso, abrí la puerta, subí las escaleras corriendo ni siquiera me fijé si Mark está en casa o no.

     Cerré la puerta de la habitación y me dejé caer al piso. Odio los cambios y despedidas, toda mi vida ha sido eso. Aferrarme algo y luego perderlo de cantazo, uno se cansa y se deprime. Válgame que uno se deprimí y si no terminar desarrollando ansiedad por la mínima cosa. Uno termina siento como te falta el aire y como las manos te tiembla, como las piernas te fallan. Hasta que terminas sacando de no sabes dónde, te arrastras hasta tu cama y busca las pastillas que juraste no tomarte. Pero ahí estas buscándola desesperadamente por calmar esa sensación, tomas dos píldoras y te las bebes con desesperación.

     Me tire en la cama y cerré los ojos, la sensación pasaría, aunque estuviera drogada casi toda la tarde. Mire el reloj, me quedan dos horas, pero levante a duras penas. Arrastre mis pies hasta el baño, me obligue a meterme en la ducha. Por unos minutos solo me quede mirando el agua caer y después me quede inmóvil debajo del agua. La sensación del agua en mi piel me hace bien. Lave mi pelo, salí envuelta en toallas saque mi vestido del armario y lo puse sobre la cama. Me quite la toalla del cabello, deje que este se secara al natural mientras me maquillo.

     Me arregle con calma tome mi tiempo en hacerlo todo. Me acomodé el pelo de la mejor manera que se viera bien con el vestido, me puse el vestido con mucha delicadeza. Mire mi reflejo en el espejo, es increíble lo bien que me veo, pero lo mal que me siento por dentro. Si fuera mi interior lo que se reflejara, de seguro de aislarían.  En eso escuche que tocaron la puerta me voltee y lo vi lleva puesta la camisa que le regale, le queda increíblemente perfecta.

Dime Que SiWhere stories live. Discover now