Capítulo 17

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LLegamos a la cafetería que queda cerca de la universidad, nos sentamos en la parte de atrás del local. Donde solo van las parejas o las personas a llorar. Me quede callada por un rato mientras Nathan me mira esperando a que hable.

—Habla linda estoy esperando—dijo con impaciencia

—De acuerdo es algo largo, así que lo voy a resumir— le dije

Pero la realidad es que Nathan pregunta demasiado y termine contándole todo desde lo de la beca, hasta Mark y su propuesta con lujo de detalles.

—Y eso es todo ¿Ahora entiendes? —pregunte preocupada

—Deberías decírselo antes de que se entere de otra forma.

—Lo es y lo haré sólo que no ahora aún no me acostumbro a mi vida.

—Bueno pienso que estás loca, no sé cómo aceptaste, pero por lo que vi esa noche y lo que me acabas de contar estoy seguro que se siente algo uno por el otro—puso su cara de lo—sé—todo.

— ¿Nos viste? — pregunte asombrada

—Si casi todo el mundo los vio sólo no quisieron interrumpir.

—Esto es vergonzoso— dije llevándome mis manos a la cara

—Bueno sólo espero que se lo digas a Tara— dijo en tono amenazante

—Si lo haré lo prometo.

—Antes de que se me olvide mañana tú, yo, Tara en el London Pub como en los viejos tiempo ¿Qué dices?

—Que por mi salimos hoy, sé que será muy divertido.

— ¿Hoy? Creo que se puede.

Seguí hablando con Nathan unas cuantas horas más. Me contó sobre su viaje a New York, lo mucho que nos extrañó. El motivo de su regreso es porque tuvo problema con su padre. En esto nos parecemos él y yo siempre peleando con nuestros padres me acuerdo que por una discusión que tuve con mi madre me escapé y me encontré con él por eso nos hicimos amigos. Después de un par de horas decidí irme, pero esta vez decidí aceptar que Nathan me llevará.

— ¿Aquí vives? Qué envidia— dijo Nathan mientras estaciona el auto enfrente de la casa.

—Si aquí es, no te creas no es lindo estar sola todo el día.

—Yo prefiero estar ahí solo que sólo en la porquería en donde vivo.

—Bueno eso si tienes razón— nos miramos y comenzamos a reírnos.

—Si quieres puedes pasar.

—Otro día ahora tengo que resolver algunos asuntos.

—De acuerdo—dije y me bajé del auto

Me despedí, entré a mi casa con la esperanza de ver a Mark aquí pero sólo se encuentra Grace.

— ¿El señor no ha llegado? —pregunté a Grace mientras abrí la nevera.

—No, aunque llamo y dijo que estará aquí para la cena.

—Vaya por lo menos llamo hoy.

Subí a mi habitación para buscar las carpetas que me trajo Jesse ayer, baje de nuevo a la sala y comencé a escribir los informes. Vi un ramo de rosas rojas frente a mí y lo escuché susurrarme al oído ¨ ¿Todavía estas molesta? ¨

Tome el ramo de rosas, cerré el ordenador y lo puse a y me le quede mirando con los ojos entre cerrados.

—Hasta que por fin apareces.

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