15. Yerno

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- ¿Los Grant vivos? Eso no puede ser

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- ¿Los Grant vivos? Eso no puede ser.- contestó Eve.- Murieron quemados a los pocos meses de empezar a vivir nosotros aquí.

- Selene asegura que hay dos ancianos que van constantemente a visitarle.- contestó Thanya.- Y visto lo visto, no podemos dar nada por imposible.

- Quizás son indigentes. Gente necesitada que esta viviendo en las ruinas de aquella granja.- añadió Collin, el cual se encontraba apoyado en la pared.

- No lo sé. No sé si aquellos viejos siguen vivos o si son ocupas. Lo que sé es que hay que sacar de Selene de allí cuanto antes.- contestó Ethan.

Ahora que sabía que Selene estaba viva y a apenas unos kilómetros de él, no podía seguir en aquella situación. Iba a hacer todo lo posible para salir de aquella casa y ir en su ayuda.

- Tiene que haber alguna forma de salir de esta casa. Una puerta trasera, un conducto de ventilación, cualquier cosa.- añadió Ethan.

- No creo que exista otra salida.- contestó Connor.- Y si la hubiera, el cambiapieles la conocería también. Todo lo que hablamos es escuchado por él.

Connor tenía razón. No había forma de salir de aquella casa. La puerta principal seguía sin ceder y las ventanas estaban también selladas.

- ¿Dónde está el... cadáver?- preguntó John.

- John no deberías hablar.- dijo Eve.

- Tranquila, esta bien.- contestó John.

Los puntos de costura de la mejilla de John todavía estaban frescos y recientes. Pero eso no iba a impedir que el carismático ex-marine quedará callado por más de cinco minutos.

- Esta en la cocina.- contestó Zack.- Pero te recomiendo que no entres allí.

- No es la primera vez que veo un muerto hijo. Necesito que alguien me ayude a mover el cuerpo. No podemos dejar, con todo el respeto del mundo, que se pudra en la cocina.- contestó John.

- Esta bien, yo te ayudaré.- contestó Zack.- ¿Dónde quieres dejarlo?

- El sótano sería un buen sitio.- contestó Hayden.- Allí no tendremos que verlo mientras andamos por la casa.

John asintió y le hizo un gesto con la cabeza a Zack, indicándole que le siguiera.

Todos se quedaron arriba, mientras ellos dos llevaban a cabo la tarea de trasladar al cadáver.

- Me alegro de que hayas sido tú el que ha venido a ayudarme.- dijo John mientras bajaban.

- ¿Por?- preguntó Zack confuso.

- Bueno, digamos que tenía ganas de hablar contigo a solas.

- ¿Sobre qué?

- ¿Cuánto tiempo llevas con mi hija?- preguntó John firmemente, mientras se detenía en mitad de las escaleras que llevaban al primer piso.

Está entre nosotros.Where stories live. Discover now