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-De sexo salvaje no has dicho nada-_gritó Eros bromeando desde el balcón mientras Serenna se alejaba .
Después de que Eros se vistiera, salieron a desayunar a una cafetería cercana.
-Quiero unas tortitas y un zumo de naranja-_le dijo Serenna a la camarera que amablemente atendía su mesa.
-Para mí un café, gracias.
-No sé como te puede gustar el café, sabe a rayos-_comentó Serenna una vez la camarera se hubo alejado.
-Bah, chorradas, lo que pasa es que eres una niña y no sabes apreciar los sabores.
Serenna le dirigió una mirada de odio al susodicho, el cual sólo pudo reír ante esa actitud tan pueril.
-¿Qué te apetece hacer esta tarde?-_dijo después de que la risa cesara.
-Pues...no sé, ¿quizás podría ver a tu banda ensayar?-_contestó con emoción en sus palabras.
-Tendré que llamar a los chicos, últimamente he dejado un poco de lado la banda.
Serenna asentía ante la explicación de Eros, y entre tanto la camarera se acercó para dejar el pedido en su mesa y se despidió con una sonrisa pícara dirigida hacia el chico.
Eros cogió su sobre de azúcar, el cual reposaba sobre el plato que estaba bajo su taza y cuando lo hizo, se percató de que había un pequeño papel doblado. Lo agarró, con curiosidad por saber de qué se trataba y lo desdobló. En el interior había un par de lineas garabateadas con un bolígrafo azul.

Cuando dejes a tu hermanita en casa llámame, lo pasaremos bien ;)
555-320-129

Entre tanto, Serenna estaba concentrada en la comida, deliciosa, por cierto. Y no se dio cuenta de nada, hasta que el silencio se volvió algo incómodo por lo que levantó la vista de su plato y se encontró a Eros intentando arrugar el pequeño papel.
-¿Qué es eso?-_preguntó con el ceño fruncido.
-Eh...nada, nada-_dijo tratando de disimular, pero Serenna alcanzó a arrebatarle el papel de las manos antes de que él pudiera guardarlo. Lo leyó para sí misma y después de emitir un leve gruñido de desdén se lo devolvió.
-Toma...-_pronunció mientras le tendía el papel.
-Puedes tirarlo, no lo necesito...ya sabes, ¿qué clase de hermano sería si no me ocupo de mi indefensa hermanita?-_dicho eso se echó a reír y Serenna volvió a mirarlo con odio. Ya llevaba dos en lo que llevaba de día, no creía que pasara mucho tiempo hasta que lo estrangulara definitivamente o hasta que simplemente se cansara de su actitud, lo que sucediera primero.
Después de desayunar, Eros llamó a los chicos de la banda para ver si podían quedar a ensayar por la tarde, a lo que accedieron encantados. El encuentro sería a las 6, por lo que aún quedaban muchas horas muertas por medio, de modo que regresaron al piso de Eros, donde comprobaron repetidas veces que la programación de la tele los sábados es un asco.
-Podemos jugar a un juego-_propuso él.
-¿Cuales tienes? ¿Trivial, monopoly, pictionary,..?
-Ninguno, estaba pensando en algo como Beso, Verdad o Atrevimiento.
-¿Tienes pérdidas de memoria a corto plazo?-_preguntó algo más animada_-esta mañana dejé muy claro mi opinión con respecto a los besos.
-Está bien, aguafiestas, dejémoslo en Verdad o Atrevimiento ¿te parece?
-Vale-_aceptó Serenna no muy convencida de lo que pudiera pasar con ese juego.
-Te dejo empezar, elijo verdad.
Serenna pensó por un minuto y después hizo la esperada pregunta_-¿Cuantos tatuajes tienes?
-Mmmm-_Eros hizo mentalmente la cuenta_- Creo que siete u ocho, ¿te los enseño?-_y sonrió pícaramente mientras levantaba una de sus cejas de modo inquisitivo.
-No hace falta-_tartamudeó ella un poco sonrojada.
-Te toca.
-Verdad.
-Si pudieras elegir un lugar en el mundo para pasar el resto de tus días ¿Cuál sería?
-Helsinki-_contestó rápidamente, lo que hizo que Eros se echara a reír_-¿Qué tiene de divertido?
-Nada, sólo que...seguro que quieres vivir en Helsinki para ver si así te encuentras con Ville Valo en el supermercado.
Serenna lanzó una mirada de odio a Eros, era la tercera ya, lo que hizo que él riera con más ganas. Después de un rato logró calmarse y prosiguió con el juego.
-Elijo...atrevimiento.
-¿tienes canela?-_Preguntó ella.
-Creo que sí.
-Genial, harás el reto de la canela.
-¿Reto de la canela? Nunca había escuchado nada así.
-Entonces te explico, consiste en meterse una cucharada de canela en la boca y tragarla, fácil ¿no?-_Explicó ella con una sonrisa malvada en el rostro, el reto de la canela aseguraría risas.
El chico se dirigió a la cocina y tras estar un buen rato abriendo y cerrando armarios y cajones encontró la dichosa canela, así que cogió una cuchara y se dispuso a llenarla con la especia, y una vez echo esto se introdujo la cuchara en la boca ante la atenta mirada de Serenna, la cual no quería perder detalle.
Cuando apenas sacó la cuchara, no pudo evitar toser, haciendo salir de su boca una espesa nube de color ocre. Fue entonces cuando Serenna empezó a reírse como una loca, mientras el chico no paraba de poner caras extrañas y toser hasta terminar escupiendo sobre el fregadero. Pero su lengua y el interior de la boca seguían pastosas, una sensación nada agradable, por lo que optó por dejar que el chorro de agua del grifo cayera sobre ella.
Aún tardó bastante en recomponerse, y para cuando lo hizo se encontró a Serenna recostada sobre el suelo y aún riéndose, la pobre chica se había caído con tanta emoción.
Esta vez fue él quién la miró con odio, entrecerrando los ojos y frunciendo el ceño. Se cruzó de brazos y se sentó lentamente en el sofá, esperando a que Serenna dejara de burlarse de él e hiciese lo mismo.
-Elije, ¿verdad o atrevimiento?-_preguntó él serio.
-Verdad
-¿Qué perfume usas?
-Black XS
-Huele jodidamente bien...creo que tendré ese olor en mi cama más de una semana-_dijo con una sonrisa que provocó el sonrojo de Serenna de inmediato.



-¿En serio se está riendo? ¡Déjame ver!-_Respondió Michael a las nuevas noticias que traía Sid consigo.
Las cuatro estrellas del rock dejaron sus pasatiempos celestiales para acercarse a la enorme superficie donde se retransmitía a tiempo real la vida de Serenna. A veces tenían la impresión de que eran los telespectadores de un reality show al estilo de Gran Hermano.
-Pues sí que parece más animada-_comentó Dead.
-Salir de esa prisión de mala muerte era lo que necesitaba-_Replicó Sid Vicious en referencia al internado.
-Creo que no sólo eso ha ayudado...ese chico parece más dulce y sensible con ella-_intervino Kurt.
-¿Tú crees?-_ironizó Michael_-Creo sinceramente que ese chico altera su salud, esas relaciones amor-odio nunca terminan bien. Definitivamente ella se merece algo mejor.
-Deberías dejar tus celos...ya sabes, por mucho que lo quiera, nunca podrá reemplazarnos a nosotros, tenemos vínculos más fuertes-_dijo Kurt mientras pasaba su brazo por el hombro de Michael con intención de animarlo.
-Supongo-_dijo Michael no muy convencido mientras recordaba el beso que la chica le había dado.


Así se pasaron varias horas, entre risas, preguntas absurdas y atrevimientos estúpidos, hasta que llegó la hora de comer. Eros demostró sus dotes culinarias, al preparar una ensalada de pasta bajo la atenta mirada de Serenna, la cual no tenía ni idea de cocina, ya que al vivir durante toda su vida en un internado no tenía ocasión de aprender.
-Serenna-_llamó él al ver que ya eran casi las seis y la chica seguía durmiendo en su sofá. La noche anterior apenas había podido dormir debido a la tormenta, y mientras veían la televisión después de comer, inevitablemente le venció el sueño.
Varias llamadas de ese estilo y algún que otro toque hicieron falta para que la castaña reaccionara. Minutos después ya estaban caminando por la calle, camino al local de ensayo, un loft propiedad de Christopher. Cuando llegaron, ya todos estaban allí esperando por Eros, el cual no les había dicho que llegaría acompañado, por lo que cuando vieron a la chica se quedaron sorprendidos y más al ver su uniforme.
-¡Qué cabrón! Por eso tardabas-_soltó Dan nada más entrar.
-Te deberían encerrar por pederasta, cada vez te las consigues más jóvenes-_bromeó Mikko, el batería.
-Ya ves, si hasta me la robé del internado con uniforme y todo-_respondió Eros mientras miraba a Serenna directo a los ojos con esa sonrisa torcida que delataba sus oscuros pensamientos_-espero que no os moleste que la haya traído...insistió en vernos tocar.
-Para nada-_Se apresuró Christopher a contestar_-¿Y tu nombres es...?
-Serenna-_consiguió decir todavía roja por los comentarios de aquellos chicos y sus miradas.
-Encantado...Serenna-_volvió a decir Christopher al tiempo que le daba dos besos, cada uno en su respectiva mejilla, al tiempo que Eros miraba con odio al chico, sabiendo de sobra cuales eran sus intenciones.
-Ya, con un "Hola" es suficiente, no hace falta tanto besuqueo-_terminó diciendo al fin.
Después de las respectivas presentaciones, Serenna se sentó en uno de los sofás que había por allí y se dedicó a observar a la banda mientras ensayaban algunos temas propios. Un par de canciones más tarde Eros tuvo una idea. Se fue acercando uno por uno a sus compañeros y les susurró algo al oído, de forma que a Serenna le era imposible saber de qué se trataba. Luego de unos minutos unos acordes extremadamente familiares flotaron en el ambiente, a lo que Serenna no pudo hacer nada más que abrir sus ojos al máximo intentando no perder detalle.
Eros acarició de forma sensual el micrófono mientras se aproximaba a él para empezar a cantar. Con su voz más ronca de lo normal, casi como un gruñido de puro placer fue entonando la letra.
The world was on fire
no one could save me but you
it's strange what desire
will make foolish people do

Esa canción, esa letra, y la actitud de él hacían que las mariposas del estómago de Serenna se revolucionaran a niveles sísmicos. No podía estar más excitada. Ahí estaba él con su enorme parecido a Ville Valo, cantando uno de sus temas favoritos de HIM. No pudo evitar empezar a sudar, y no sabía si es que hacía calor o simplemente se trataba de las hormonas.
Por su parte, Eros estaba concentrado en mirarla a ella. Se acordó de lo mucho que le gustaba ese cantante y ese grupo y fue una gran idea tocar esa canción. Se estaba derritiendo por verlo ahí. Serenna tenía un adorable color rojizo en toda su cara, y sus ojos apenas pestañeaban queriendo captar cada movimiento, lo que hizo que su sonrisa se ensanchara más al saberse deseado por esa adolescente. De modo que decidió llevar el juego más allá. En la parte instrumental aprovechó para quitarse la camiseta, dejando su fuerte torso descubierto, era delgado, pero sus músculos se delineaban perfectamente. Así mismo, dejó al descubierto algunos tatuajes.
Serenna se quedó con la boca abierta ante aquel espectáculo. Eros estaba sin camiseta, y llevaba los pantalones tan abajo que se le veían las dos finas líneas que delimitaban sus oblicuos y que se perdían por dentro de su pantalón. Serenna estaba segura que no llevaba ropa interior. Hizo el esfuerzo de intentar mirar hacia otro lado pero era totalmente imposible...no podía apartar sus ojos de aquel dios nórdico que se mostraba ante ella en todo su esplendor, moviendo su largo cabello al ritmo de la música.
La pobre chica no podía más, iba a estallar, y él sólo podía deleitarse con la actitud tan nerviosa y azorada de ella.
Por suerte para Serenna la canción terminó con la mítica frase final que la hizo estremecer y ahogar un grito de placer.
Nobody loves no one

Crees que vas a morir,pero solo quieres ser salvadaWhere stories live. Discover now