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Notas:
Este es el penúltimo capítulo, aunque podría cosiderarse como el final de la historia realmente.
Así que espero que os guste y gracias por leer.

Varias horas después el ensayo había finalizado y sus cinco integrantes más Serenna cenaron juntos en aquel lugar a base de pizzas.
-¿Qué te pareció el ensayo?-_preguntó Corey a la muchacha al tiempo que se llevaba una porción de pizza a la boca.
-Increíble...tocáis muy bien-_contestó aún algo aturdida recordando las sensaciones que Eros había despertado en ella durante aquella canción.
-Pobre Eros, se quita la camiseta y no recibe ningún comentario por tu parte-_se burló Christopher provocando la risa general entre los presentes, a excepción del aludido.
-No hace falta que diga nada, ¿no la habéis visto?, se moría del deseo-_Se defendió el de ojos verdes.
Si las miradas mataran, en este momento Eros ya sería un cadáver, pero por desgracia para Serenna esto no era así. Sólo pudo mirarlo con odio y obviar el comentario, pasaba de dejarse más en ridículo por su culpa.
En algún momento de la conversación, los chicos se enteraron de que ella cantaba bien y le insistieron para que cantara con ellos, al menos una canción. No muy convencida aceptó, después de su "debut" en el bar de ayer, aquello no parecía tan malo, y además, se le ocurrió que podía ser la oportunidad perfecta para pagarle con la misma moneda a Eros. Intentaría seducirlo con su canción.
Después de comentarle a los chicos de la banda la canción que había elegido se acercó al micrófono y colocó todo su cabello en el lado derecho, haciendo que cayera en cascada.
Eros estaba expectante, sentado sobre una caja vieja que había por allí.
De un momento a otro los duros acordes sonaron de forma estridente y la canción comenzó. Cabe destacar que Serenna no tenía ni idea de cómo se seducía a alguien, su contacto con otras personas y su vida social era muy reducida por lo que ese tipo de habilidades se escapaban de su control. Así que, decidió echarle imaginación.
Cogió el micrófono con ambas manos y se lo acercó a la boca, de la que brotaron las primeras estrofas.
On the beach in the sunshine weather,
In dark of a movie theater,
Anytime, anywhere. Baby I don't care.

In the back of a taxi baby,
By the side of the road while waitin'.
On the boat, on the train, on the airplane.

Su voz rasgada acompañó la melodía al tiempo que intentaba mover sus caderas al ritmo de la música haciendo que los pliegues de su falda se levantaran sutilmente. Cerraba sus ojos para darle más intensidad a las palabras y concentrarse más.
Eros estaba atónito, esa chica de 17 años, con cara de no haber roto un plato en su vida estaba cantando esa canción tan...sexy y caliente. Era lo último que se podía imaginar de esa chica tan tímida y dulce.
El estribillo se acercaba, de modo que la castaña abrió sus ojos y los posó sobre los de Eros para decirle directamente las palabras que venían a continuación.

The world is a jungle,
So forget the rules.

Everybody's got an animal inside.
No one has ever been so civilized.
Animal attraction is everything there is.
Love is just a feelin' that we missed.

Acarició el pie del micrófono, lo inclinó, y lo trató como si de una barra americana se tratase, tal y como le había visto hacer a algunas de sus rockstars preferidas.
In the bar, on the DJ table,
The dancefloor and the elevator,
On the stairs, in the hall, in the corridor.

On the stove, on the kitchen counter,
In the pool, baby, in the shower,
On the bed, on the floor, up against the wall.

Para finalizar, Serenna, despegó el micrófono de su soporte para tener más libertad de movimiento y se arrodilló en el suelo al tiempo que agitaba su melena mientras cantaba las últimas estrofas. Momentos más tarde la canción había finalizado.
En ese momento una terrible sensación de inseguridad la invadió por completo, no tenía ni la menor idea de lo que había pasado, simplemente se dejó llevar por la canción y lo que le decía su instinto, y es por eso que no sabía si había conseguido su objetivo o simplemente había hecho el ridículo de su vida al aparentar algo que en realidad no era, ¿atrevida, seductora y pícara? No, ella no era así, ella era más bien, tímida, introvertida y hasta antipática se podría decir. Se incorporó del suelo y bajó la mirada, estaba realmente avergonzada, y seguro que Eros no dudaría en aumentar esa sensación con algún comentario hiriente.
Para su sorpresa y desconcierto, el chico no dijo nada, se limitó a irse de allí lo más rápido posible.
Eros estaba encerrado en el baño, esa chica había conseguido provocarle una erección sólo con su voz y sus movimientos. Creía que en sus años de experiencia había logrado desarrollar un eficiente control mental, y de repente "¡Bam!" sin ni siquiera un beso o un roce había logrado levantar todo aquello. Lo menos que podía hacer era irse y evitarse la vergüenza delante de todos, hasta que "aquello" se pasara.
Pero el problema era que no pasaba, la erección seguía allí y no quería irse a pesar de los esfuerzos del chico por pensar en gatitos muertos. Así que, sin más opción, optó por aliviar de la única forma que se le ocurría aquella situación. Hacía mucho tiempo que no se pajeaba ya que, por lo general, siempre tenía a mano a alguna chica dispuesta a cumplir sus más bajos instintos.
Una vez recuperado salió del habitáculo en el que se encontraba. Su semblante era serio pero no intimidatorio. Se dirigió a los chicos que estaban jugando a las cartas con Serenna y se despidió de ellos, igual que ella al darse cuenta de que eso significaba que se iban.
Volvieron a dormir juntos aquella noche, sin poder evitar abrazarse cuando la consciencia abandonaba sus cuerpos. Serenna se durmió enseguida mientras que Eros se pasaba contestando los continuos mensajes de What's App que su amigo Christopher le enviaba.
Christopher:
[Siento decirte esto, pero creo que esta noche tendré sueños húmedos gracias a tu gatita]
Eros:
[Imbécil ¬¬]
Christopher:
[En serio, esa chica es puro fuego, ¿de dónde la has sacado? Quiero una para mí.... a no ser que quieras compartir hahahah]
Eros:
[Es una larga historia, todo empezó el día que dimos aquel concierto en el San Francisco High School. Y con respecto a tu último comentario, no te parto la cara porque igual te la arreglo]
Christopher:
[Hahahaha, controla tus celos de adolescente enamorado]

Ahí se terminó la conversación, a la mañana siguiente, temprano, Eros llevó a Serena al colegio en su moto. Un simple "Adios" fue la despedida para ambos.

-Estuviste soberbia en el café-_soltó de pronto una voz en cuanto Serenna se adentró en su habitación. Era Michael.
-Aghh, me has asustado-_respondió Serenna, llevándose una mano al pecho_-pero...gracias-_y le devolvió la sonrisa.
-¿Qué tal el fin de semana con...-_a Michael se le hacía difícil pensar en él_- ese?
-Prefiero no hablar de ello-_dijo Serenna con tono cansado.
-¿Ha ocurrido algo malo?-_preguntó algo preocupado.
-¿Vamos a fingir que tú y los tres mosqueteros no controláis cada paso que doy?-_preguntó con algo de molestia en sus palabras.
-Bueno...eh, yo, ya sabes...los chicos, nosotros no...-_Michael no tenía ni idea que contestar al respecto, esa pregunta se salía de sus esquemas.
-Da igual, no os reprocho nada, todo lo contrario, estoy tan agradecida con vosotros, no os hacéis una idea de cuanto os quiero-_Serenna emitió un suspiro_- pero a veces tengo la terrible sensación de que alguno de vosotros...por no decir Sid, arrancó aquella estúpida canción de mi death note y se la hizo llegar a Eros, para que la tocara con su banda y así propiciar algún tipo de encuentro entre nosotros. A veces creo que nada es real, y que todo es una construcción hecha por vosotros para no sentirme tan desgraciada y evitar que me suicide. Una jodida jaula de oro.
Las afiladas palabras de Serenna dieron justo en el clavo y Michael estaba anonadado y triste, todos sus esfuerzos no han valido de nada si ella se sentía de esa forma. La culpa llegó a su corazón haciendo más difícil darle una respuesta.
-Puedo decir que nos hemos entregado al cien por cien para sacarte de ese pozo de tristeza y soledad en el que te ibas hundiendo cada vez más. Entiendo que igual los métodos no fueron los adecuados y las mentiras no sirvieron de nada, pero valió la pena intentarlo, no podíamos ver como día tras día te torturabas sin hacer nada-_hizo una pausa_-y aunque lo creas o no, las cosas siempre estaban ahí, nosotros sólo hicimos que las piezas del puzzle encajaran.



Los días fueron pasando inexorablemente, Eros y Serenna no habían tenido contacto directo desde aquel fin de semana. Ella se sentía avergonzada con todo lo sucedido por lo que estar con él, y verlo se le hacía muy cuesta arriba, por eso optaba por ignorarlo y esquivarlo. Él, sin embargo, se sentía confundido con todo, no sabía que le pasaba, pero algo le ocurría, ya no se sentía como antes.

Era Sábado, el alumnado de 2º de bachillerato del San Francisco High School se había trasladado a Los Ángeles, ya que ese era el emplazamiento elegido para el concurso estatal de coros. Aquel era el día señalado. Hacía media hora que Serenna ya estaba preparada. Lucía un vestido negro que llegaba hasta el suelo, era palabra de honor con escote en forma de corazón, se ajustaba bajo el pecho y a partir de ahí numerosas capas de tejido transparente cubrían la parte inferior, abriéndose en el medio, llevaba unos shorts del mismo color por lo que el vestido sugería pero no enseñaba nada innecesario. Unas sandalias de tacón con tachuelas y maquillaje oscuro completaban el look. Estaba nerviosa, intentaba disimularlo y concentrarse pero no lo podía evitar, además su colegio era el primero en empezar y romper el hielo en la competición siempre era difícil.
El escenario estaba iluminado de forma tenue por unas cuantas luces, en el centro, Serenna, con un potente foco cenital alumbrándola desde arriba en mitad de la nada, en el fondo estaban sus compañeros, acoplados a los distintos instrumentos. El público estaba expectante. Y la música comenzó a sonar.
Como había adelantado Eros, se trataba de Lithium de Evanescence. Era imposible no estremecerse con aquella desgarradora canción de amor.
Serenna fue cantando cada estrofa, poniéndole la emoción necesaria en cada una de ellas. La había estado ensayando constantemente con sus cuatro ídolos desde que supo que tendría que cantarla, y en cierta forma eso le daba seguridad. Si Kurt, Sid, Dead y Michael aprobaban su interpretación, nada podía salir mal. Un ventilador estratégicamente colocado hacía que el viento golpeara en Serenna haciendo que su pelo se agitara de forma salvaje y que las telas de su vestido flotaran, dándole un aspecto de ángel caído.
Eros estaba entre las bambalinas de aquel teatro prestando total atención a la actuación, la cual le estaba poniendo la piel de gallina, a él y a todos los presentes, pues en la voz de Serenna se podía apreciar a la perfección todo aquel sufrimiento, dolor, angustia y desesperación.
Minutos más tarde la canción terminó, y era el momento de la segunda, Serenna tenía escasos segundos para cambiarse, lo único que hizo fue quitarse la parte de abajo y quedarse en shorts, añadió algunos cinturones con tachuelas y volvió a salir. Para esta canción, en resto de compañeros, a parte de los músicos intervendrían en la actuación, ya que era una canción cañera y necesitaba de más voces.
La canción en cuestión era Youth Gone Wild de Skid Row. Serenna desgarraba su voz y sacudía su cabeza sintiendo cada vibración en su alma. El resto de las voces acompañaban a la perfección consiguiendo un clímax de puro rock. Cuando la canción terminó el público rompió a aplaudir en una sonora ovación que hizo que Serenna se sintiese eufórica.
En cuanto abandonó el escenario, una mano se aferró a su muñeca y tiró de ella lejos de la muchedumbre.
Se trataba de Eros. Sostenía una rosa roja de tallo largo, la cual se la entregó a Serenna sin decir palabra.
-Gracias-_dijo Serenna sin poder reprimir una enorme sonrisa, nunca se esperaría un detalle así y menos de él.
-No sé cómo, pero has conseguido que este maldito, ebrio e imbécil rockero esté mueriendo de amor por ti. Así que espero que te apiades de mi pobre alma y me des una oportunidad.
El rubor llegó a sus mejillas al instante, se le estaba declarando, era condenadamente mono ¿cómo podría rechazarlo? Prefirió omitir las palabras, pues en aquel momento le parecía que sobraban y sin pensarlo salvó la escasa distancia que los separaba para darle un tierno beso. Eros rodeó su espalda y la elevó en el aire mientras juntaban sus lenguas.
Dos horas más tarde el concurso había finalizado, o al menos la parte de escuchar a los participantes, los jueces ya habían deliberado y en nada darían los nombres de los ganadores. Durante el transcurso de las actuaciones, Serenna había podido comprobar el gran nivel que había y lo difícil que sería obtener el primer premio.
El concurso terminó con un segundo puesto para el San Francisco High School. Algunos podría saberles a poco aquella posición pero Serenna estaba contenta, había disfrutado al máximo del escenario y de la música, y además estaba lo de Eros, por primera vez se sentía cercana a la felicidad, tenía tantas ganas de contarles todo a sus cuatro fantásticos.

-Se lo dices tú-_ordenó Sid.
-¿Por qué yo?-_preguntó Dead_-díselo tú.
-Yo paso, díselo tú Kurt.
-No me carguéis con el muerto, que se lo diga Michael.
-Sí, claro ¿y qué más? ¡Qué se lo diga Sid!
-Yo no, díselo tú
Perdidos en esa discusión estaban cuando Serenna irrumpió en su habitación. Tenía una amplia sonrisa pero no esperaba encontrarlos a todos allí reunidos, supuso que era para felicitarla.
-¿Decir qué?-_preguntó Serenna curiosa ante las palabras de sus amigos.
Los cuatro se miraron entre ellos, dudando si decírselo o no, pero no quedaba de otra, Kurt tomó la palabra.
-Verás, es difícil decir esto, pero...estamos muy orgullosos de ti. Tu evolución ha sido impresionante ¿verdad?
-Oh, sí, alucinante-_añadió Sid.
-Y...verás, cuando llegamos tú sabías que no era algo permanente ¿verdad?-_continuó el líder de Nirvana y Serenna asintió con algo de miedo en su expresión temiendo lo que vendría.
-Hemos concluido nuestra misión, ahora debemos irnos, ya no nos necesitas-_dijo Dead.
Pequeñas lágrimas se deslizaron por el rostro de Serenna, no quería creer que ese momento iba a llegar, y que realmente estaba pasando ¿Cómo iba a seguir adelante sin ellos?
-No llores nenita, tu vida a partir de ahora debe de ser como algodón de azúcar, nada de dolor ni de tristeza, siempre nos vas a tener contigo de una forma u otra. Cada vez que escuches nuestras canciones, veas nuestros videoclips, forres tus carpetas con nuestras fotos...estaremos ahí, y lo sabes-_dijo Sid abrazándola.
-Os quiero. Nunca he tenido apego por ninguna persona, sólo por la música, pero vosotros...vosotros traspasasteis los límites. Podía ver más allá de los artistas, veía a las personas, vuestros sentimientos, inquietudes, preocupaciones...todos. Yo soñaba con conoceros y poder estar como ahora, hablando con vosotros, aunque sabía que bueno...era imposible por razones obvias. Poder teneros cara a cara ha sido lo mejor de mi vida, volvería a sufrir lo que he sufrido sólo por ese momento en el que me desperté junto a Dead y casi muero de un infarto-_sonrió Serenna al recordarlo_-No me alcanzaría toda la vida para agradeceros todo lo que habéis hecho por mí, toda la dulzura y alegría que me habéis dado. Creo firmemente que todo lo bueno que hay en mí es gracias a vosotros y es algo que no sé como pagároslo. Desearía estar con vosotros siempre...pero lo entiendo-_dijo ya llorando.
En aquel momento todos sintieron que las palabras sobraban y lo único que podían hacer era abrazarse. Los cuatro rodearon el cuerpo de Serenna abrazándose entre sí, intentando capturar ese momento para toda la vida o la muerte según el caso.
Unos minutos más tarde los cuatro se desvanecieron en ese haz de luz y dejando a Serenna totalmente desamparada y sola, sabía que había llegado el fin. Sólo un "Gracias por hacerme sentir vivo" se oyó en el viento y Serenna supo que se lo había dicho Michael.

Crees que vas a morir,pero solo quieres ser salvadaWhere stories live. Discover now