Vigésimo segundo capítulo.

70 26 41
                                    

¿Qué fue de aquella Lía, que decía que Matt y Lía ni en un millón de años? ¿De aquella chica que quería salir a comerse el mundo, y que ahora siente que el mundo le come a ella? ¿Dónde quedó todo aquello de defender su país, en vez de sus enredos amorosos? ¿Y de las reflexiones que le hacían soñar despierta?

Llevo una hora en mi habitación desde la "conversación" que tuve con Matt. He estado pensando en los pros y contras que esto supondría. Los he estado pesando tanto porque he vuelto a recibir otro mensaje. Estoy segura que es Mike. Está intentando presionarme para que actúe. El mensaje decía : dixix atque facta, que traducido del latín sería dicho y hecho. A lo que yo le contesté que cuando debía de hacerlo. Aún estoy esperando respuesta.

Todos tenemos momentos de bajón, y es que la montaña rusa está más al fondo que cualquier día. Yo sé que es lo que quería, pero no estoy segura si verdaderamente lo estoy cumpliendo.

Después de pesar todas las opciones posibles, acabé decidiendo hacer lo que tengo que hacer por necesidad. Claro que puedo salir herida, ¿pero qué importa? Una vez prometí hacer lo que tuviera que hacer por mi país, es más importante la cantidad de vidas que puedas salvar, a salvarse uno mismo. Así de simple, así de eficaz. Por lo tanto, he planeado que debo de conquistar a Christian y evitar hacer daño a Matt, haciendo que me odie.

Con lágrimas en los ojos me dispongo a llamar a Christian, ojalá esto salga bien y no salga nadie más herido que yo.

—Hola Cris, perdóname por lo de hoy...no tenía ánimos de hablar—digo convenciéndome a mi misma de que estoy haciendo lo correcto.

—¡Hola Lía! Eh, que no pasa nada, ¿estás bien? —contesta.

—Si, claro, sólo estoy agobiada por los exámenes finales, ya sabes. —le respondo, si tan sólo fuese eso...

—Oh, ya veo, si quieres te puedo ayudar, ¿Qué es lo que peor llevas? —es mi turno de mover ficha.

—¿Enserio? Pues matemáticas...si me ayudases me vendría bien...—intento sonar interesada.

—Te lo digo enserio, ¿te parece si mañana vamos a la biblioteca y luego a entrenar?

—Me parece perfecto, ¿hasta mañana entonces? —creo que no va mal la cosa, por ahora Mike tendría que dejarme en paz.

—Hasta mañana Lía. —y con esto finalizo la llamada y suelto un largo suspiro.

Salgo de mi habitación ya que iba a por un vaso de agua a la cocina, cuando oigo a mi padre hablando por teléfono. No lo pienso y me acerco para poder escuchar mejor que dice.

—Lo solucionaremos, no sé, algo podremos hacer...—dice mi padre a la otra línea.

—No estoy seguro, pero habrá que hacer pruebas...

—Está bien, hasta mañana. —dice finalizando la llamada.

—¿Qué pasa papá? —pregunto sin rodeos.

—¿Qué has escuchado cariño?

—No mucho, pero, ¿A qué ha venido la conversación?

—Lía...no es nada tranquila.

—¿Y por eso se te afecta? ¿Porque no es nada?

—Lía, no quiero preocuparte, ¿vale?

—Papá, no te carges tu todo, vamos igual puedo ayudarte.

—No sé si debería meterte en esto.

—Vamos papá, tienes mi apoyo.

—Lía, esto no te incumbe.

Love the way you lie /#PLC2017 (#BaloonAwards2017) #BlueAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora