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— Escúchame con atención— dijo mirándome sin expresión — Te lo advertí. Te dije que no tenías que tenerme cerca, que no soy una buena persona y que es peligroso. ¿Por qué estás llorando ahora?

— Por ti estúpido.

— ¿Por mi? — hizo una mueca graciosa y yo reí — ¿De qué te estás riendo?

— Eres un imbécil.

— Bueno, no es la primera vez que me lo dicen.

— ¿Qué hiciste?

— No puedo decirte.

— ¿Por qué? ¿No confías en mí?

— Por supuesto que no.

— Quiero ayudarte.

— ¿En qué podrías ayudar tu? — rió sarcástico — Sólo me estresas más.

— Si es así entonces no voy a molestarte más.

— Hasta que al fin lo entiendes.

— No voy a hablarte más y ni siquiera quiero que me saludes.

— No podría estar más de acuerdo.

— ¿Acaso eres humano? No tienes sentimientos.

— No los tengo y no los necesito.

— Solo eres un idiota que se va a quedar solo por merito propio. — él me fulminó con la mirada pero no me importó. Abrí la puerta para bajar casi corriendo y la cerré fuertemente. Estaría mejor sin él, al menos no tendría que preocuparme de lo que pudiera pasarle, no me importaría de ahora en adelante.

***

— ¿Quieren ir por un helado? — cuestionó Cathy.

— ¡Si! — respondimos Sophia y yo al mismo tiempo.

—Odio los días de mucho calor. — bufé.

—Yo los adoro. — rió Cathy — Los chicos salen sin sus camisas.

— ¿Acaso no piensas en otra cosa? — le pregunté bromeando.

— Claro que sí, me ofendes.

— Oye _____, hablando de chicos guapos, ¿Qué onda tú con Wonho? — así es como lo llaman a Hoseok en el colegio.

— ¿Que hay con él? — pregunté fingiendo desinterés.

— Creí que se llevaban bien, ¿por qué ya no se hablan?

— Ah, es que me di cuenta que es un idiota. — no estaba mintiendo, él realmente lo era, pero no quería contarles sobre los mensajes que había descubierto en su celular, porque ni siquiera yo podía explicarlos.

— Sera un idiota pero esta buenísimo.

— No es la gran cosa, Cathy. — mentí. La verdad es que estaba dolida y enojada con él, pero por dentro admitía que era demasiado lindo.

— ¿Qué no es ese que esta allá? — preguntó Sophie señalando hacia la heladería. Hoseok se encontraba sentado en una de las mesas con una pequeña niña, tomando un helado. Llevaba una camiseta blanca, un gorro rojo y unos jeans que se ajustaban a su cuerpo. A Cathy casi se le cae la mandíbula viéndolo, y debo decir que yo estaba igual, él pareció notar nuestras miradas a medida que nos fuimos acercando y entonces nos miró. Jamás podría borrar la imagen sexy que se me presentó en ese momento, él lamia su helado con su mirada fija en mi, desvié mi mirada cuando sentí el calor subir a mis mejillas. No lo dejaría hacer lo que quisiera conmigo, claro que no, iba a sentarme en la misma heladería que el con la cabeza en alto, mostrando mi madurez y mi indiferencia hacia él.

Nada Es Lo Que Parece (Wonho & Tu)Kde žijí příběhy. Začni objevovat