Nada Es Lo Que Parece (Wonho & Tu)

#32

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— ¿A dónde vas mamá? — le pregunté cuando se despidió de nosotros.

— Tao y yo vamos a comer fuera, ya sabes, los chicos de ahora. — dijo rodando los ojos.

— Pero...

— Ustedes necesitan hablar, no seas tonta. — Me susurró ella— Que tengan una linda noche. — nos sonrió.

— Gracias, igual. — le respondió Hoseok— Adiós Tao.

— Adiós. ¿Estarás cuando vuelva? — preguntó el niño con inocencia.

— No lo creo. — hizo una mueca.

— Mamá no quiero ir. — se quejó.

— Tenemos que irnos, Tao, Hoseok estará cuando vuelvas, solo bromea. — amenazó al muchacho con la mirada, yo reí por lo bajo, mi madre era la única persona que lograba sonrojar a Hoseok.

— Nos vemos entonces. — le dije.

— Llámame si necesitas algo, aunque no creo que necesites nada más. — susurró lo ultimo abandonando la casa y dejándome totalmente sonrojada.

— Somos solo nosotros, supongo. — él se rascó la nuca nervioso.

— Mamá dejo la comida hecha, si es lo que te preocupa. — bromeé para deshacer el ambiente tenso.

— Gracias a Dios.

— ¿Quieres cenar ya?

— No tengo hambre aun.

— Oh, así que...

— Hablemos _____.

— ¿Hablar de qué?

— ¿No crees que deberíamos ponernos al día?

— S-si, tal vez.

— ¿Qué has hecho este último tiempo?

— ¿Por qué preguntas si tu no vas a responderme? — él se encogió de hombros.

— Solo quiero saber de ti.

— No he hecho mucho. — me encogí de hombros, imitando su acción.

— ¿Has salido con alguien?

— ¡No voy a responderte eso!

— Anda, dime. — dijo tomando asiento a mi lado en el sofá.

— Que no, responde tu primero.

— Yo pregunté antes.

— No me importa. ¿Saliste con alguien?

— No, _____, no salí con nadie.

— Veo que tu hábito de mentir no se ha ido.

— No estoy mintiéndote.

— ¿Qué hay de Rose? — él rodó los ojos y bufó.

— ¿Otra vez con eso?

— Responde.

— No volví a estar con ella, ni una vez después de ti.

— No te creo, los vi muy juntos, no soy estúpida.

— Si nos hemos visto, hablamos mucho y aclaramos nuestro problema. Podría decir que la considero una amiga ahora, ella me ayudó un montón todo este tiempo.

— Si claro, "ayuda". — dije haciendo las comillas con mis dedos.

— Eres tan infantil.

— No soy infantil, soy realista.