#25

6.4K 586 57
                                    

Una semana, siete días exactos habían pasado desde mi discusión con Hoseok, siete días en los cuales no había hecho otra cosa que llorar. El me preguntaba si estaba bien cada vez que las clases empezaban, era evidente que mi aspecto no era el mejor y no me importaba, tenía el derecho a llorar por lo que me doliera y así lo hacía, realmente me lastimaba el solo pensar en estar lejos de él, pero no permitiría que jugara conmigo, nadie merece mis lágrimas y eso lo tengo más que claro, las chicas se encargan de repetírmelo cada vez que éstas amenazan con salir de mis ojos.

Por su lado él tampoco se veía muy bien que digamos, no creo que esté triste porque terminamos lo que sea que teníamos, yo no era importante para él como él lo era para mí. Sin embargo se le veía estresado, cansado, estaba más callado de lo normal en clases, en los ratos libres desaparecía por completo, nadie sabía donde se metía.

Había cambiado en este tiempo que pasamos juntos, eso debo admitirlo, ya no faltaba a clases y cumplía con todas sus tareas, llegaba siempre en hora y asistía a todas las pruebas, sin excepción.

— No puedes seguir así, esto tiene que parar. — soltó Hoseok, una vez que estuvo sentado a mi lado bajo un árbol. Aquel árbol en donde todo comenzó.

— Puedo hacer lo que quiera, no te metas en mi vida. — dije desviando mi mirada, él me miraba fijo y eso hacía que me pusiera nerviosa.

— ¿Por qué estas enojada conmigo? Tú me dejaste.

— ¿En serio preguntas? — cuestioné furiosa— Todo es tu culpa.

— ¿Mi culpa?

— Tú me hiciste quererte y jugaste conmigo.

— No jugué contigo.

— Sí, claro, como digas.

— Sabíamos desde un principio que eso no era nada serio, jamás estuve en una relación, no son lo mío. Aun así dediqué todo mi tiempo a ti, no deberías sentirte así. — respondió, algo molesto.

— Tus sabias perfectamente que estaba enamorada de ti, te aprovechaste de eso.

— ¿Aprovecharme? No te obligué a estar conmigo, fue una decisión de ambos.

— Ni siquiera importa ahora, de todas formas ya acabó. — dije volviendo a llorar, quería estar sola, ¿por qué no se iba?

— No llores. — dijo tomando mi cara entre sus manos y secando las lágrimas que caían.

— Déjame sola.

— Sabes que no lo haré.

— Te odio, odio todo de ti. — golpee su pecho con ambas manos, él me dio una media sonrisa.

— También odio todo de ti. No me gusta tu sonrisa, detesto tus ojos grandes, tu carácter me estresa y tu voz me irrita. Tu cara es fea.

— La tuya lo es más. Tu nariz es demasiado pequeña y tu boca demasiado grande. — él rió más fuerte, haciéndome reír a mi también. Estoy comenzando a pensar que soy bipolar.

— Te amo. — dijo aun con sus manos sobre mis mejillas. Quería creerle, quería besarlo, abrazarlo y que me diga que todo estará bien.

Pero no lo hacía, no creía en sus palabras, él no me amaba. No daría mi brazo a torcer, deseaba con todas mis fuerzas que me besara, porque yo era demasiado orgullosa como para hacerlo.

— Eres un mentiroso.

— No estoy mintiendo.

— ¿Si me amas por qué no estás luchando por mi?

Nada Es Lo Que Parece (Wonho & Tu)Where stories live. Discover now