#14

6.5K 642 188
                                    

Hoseok no decía nada y los nervios me carcomían, me había besado, pero no volvió a decir una sola palabra después de eso. Por otro lado estaba yo, muerta de ganas de preguntarle por qué lo hizo ya que con él nunca se sabe, es la persona más confusa que conocí en mi vida.

Cuando volvimos a su casa, él me guió hasta el baño y buscó toallas secas para absorber el agua que teníamos en nuestro cuerpo. Se quitó la campera tan rápido como pudo y quitó todo el abrigo que yo llevaba conmigo.

— ¿Q-qué estás haciendo?

— Es para que entremos en calor. — yo me sonrojé porque entendí sus palabras de otra manera— ¿En serio _____?— rió— ¿Malinterpretas todo lo que digo?

— Lo siento.

— No me voy a oponer si quieres entrar en calor de esa manera.

— ¡Hoseok! — él rió a carcajadas.

— Ya, lo siento.

— Hace mucho frio.

— No te quejes, es tu culpa.

— Ya lo sé.

— Deberíamos tomar un baño, podríamos enfermarnos por estar mojados. — yo lo miré, tenía una expresión graciosa en su cara.

— Hoseok...

— Por separado, a no ser que tu decidas lo contrario. — dijo secando mi cabello con una toalla, despeinándolo. Yo sonreí ante su acción, no era muy común en él.

— ¿Puedo preguntarte algo?

— No.

— Pero...

— Ya sé lo que vas a preguntar y no quiero hablar de eso.

— Pero debemos hablarlo en algún momento.

— Primero vamos a quitarnos ésta ropa. — dijo quitándose la camisa y tuve un Déjà vu de la primera vez que hablamos, era tan frio y mal hablado, lo sigue siendo con los demás pero trata de controlarse cuando está conmigo, aunque sé bien que a veces no puede. Cuando él sostuvo sus manos en sus pantalones lo detuve, no quería ver nada más, ya era suficiente con ver su torso desnudo que me hacia querer hacerle cosas que nunca antes le había hecho nadie y que, nadie más me había provocado.

— Voy a ducharme primero. — dije empujándolo fuera del baño.

— Estaré cerca si necesitas algo.

— Está bien.

***

Cuando fue su turno de bañarse, encendí mi celular y vi que tenia cientos de llamadas perdidas de mis padres, llamé a mi madre primero ya que ella era la que más nerviosa se ponía al no saber de mi. Su celular sonó dos, tres, cuatro veces, hasta que por fin atendió.

— ¿_____? Hija nos tenías muy preocupados, ¿dónde estás?

— Estoy bien, estoy en la casa de un amigo.

— ¿Amigo? ¿Cuál amigo?

— No lo conoces.

— ¿Es bueno contigo?

— Durmió en el sofá para que yo duerma cómoda, ¿qué te parece?

— Parece ser un buen chico, pero eso tendré que verlo.

— Confía en mí.

— Dime algo, ¿es guapo?

— ¡Mamá! ¿Eso importa?

Nada Es Lo Que Parece (Wonho & Tu)Where stories live. Discover now