Nada Es Lo Que Parece (Wonho & Tu)

#39

— ¿Me estás diciendo que mataste a alguien? — pregunté incrédula, no me imaginaba a Hoseok lastimando a alguien, ni siquiera a una mosca.

— ¿Qué? ¡No! — gritó asombrado— ¿Por quién me tomas?

— Lo siento, es que le diste tantas vueltas a este asunto que creí que eras un asesino o algo así.

— No lo soy, pero eso no quiere decir que sea una buena persona.

— Eres una buena persona, eso está en el pasado. Además... Nunca fue tu intención.

— ¿Eso qué tiene que ver?

— No me malentiendas, estuvo mal lo que hiciste aunque hayas tenido tus razones. Pero esa no es razón suficiente para que me aleje de ti.

— ¿Estás hablado en serio? — cuestionó como un niño.

— Por supuesto que sí. Hoseok, olvidemos esto.

— Antes querías saberlo todo. ¿Quién te entiende? — yo reí.

— Quiero saberlo todo, solo no quiero que te culpes todo el tiempo.

— Pero es que fue mi culpa.

— Lo fue, en parte. Eras un tonto demasiado inocente, ese fue tu error.

— Seguí haciéndolo incluso cuando sabía que era malo.

— Lo hacías para ayudar a alguien que amas.

— Aún así...

— ¿Qué hay de las peleas? ¿Por qué siempre estabas metido en una? — cambié de tema

— Eso también me daba dinero. Jamás imaginarias las cantidades de dinero que se manejan ahí.

— ¿Continúas haciéndolo?

— No, dejé todo eso atrás cuando me enamoré de ti. — dijo y mi corazón se sintió aliviado, no quería verlo lastimado nunca más, no quería que él se viniera abajo por su cuenta, incluso si lo estaba haciendo por una buena causa.

— Realmente te amo. — dije lanzándome a sus brazos y besándolo como nunca antes, quería demostrarle que lo entendía, que lo perdonaba y estaría ahí para él, siempre.

El me rodeó con sus fuertes brazos, que ahora estaban débiles por todo lo ocurrido recientemente, ahora era yo quien debía cuidarlo, quería devolverle todo lo que había hecho por mí este último tiempo.

— Te amo también. — dijo besando mi frente— Mucho, muchísimo. — besó mis mejillas— Tanto que moriría si no estuvieras conmigo. — mordió mi cuello suavemente y comenzó dejar pequeños besos en esa zona.

— Hoseok...

— Deja ya de resistirte. — gruñó contra mi piel sensible— Seré cuidadoso.

(***)

Hoseok y yo estábamos tendidos en mi cama, la única luz que iluminaba mi habitación era la de la Luna, blanca y llena, siempre me había gustado contemplarla, desde pequeña, pero hoy esa luna se sentía especial. Marcaba el fin de nuestros problemas y el comienzo de una vida feliz, juntos...

— ¿En qué piensas? — pregunto él, apoyándose sobre su codo para mirarme.

— En que todo terminó. Seremos felices ahora.

— ¿No eras feliz por mi culpa?

— No lo era del todo, pero no era tu culpa. Solo estaba preocupada por ti.

— Mi pequeña preocupada. — rió y depositó un beso en mi mejilla— No hay nada que quiera más que ser feliz a tu lado.

— Tampoco yo. — suspiré, pensando en todas aquellas veces en las que me había imaginado una vida a su lado, una en la cual me quería como yo lo quiero a él, en la que no existían personas que quisieran hacernos daño o separarnos, solo él y yo siendo felices.