Nada Es Lo Que Parece (Wonho & Tu)

#11

— ¿Pasa algo? — le pregunté una vez que llegamos a mi casa.

— ¿Eh?

— Estás actuando extraño.

— Ah,no. No pasa nada.

— ¿Por qué no te creo?

— No me interesa si me crees o no, son cosas mías.

— Entonces si tienes algo, solo que no quieres contarme.

— Exactamente.

— Esta bien, lo entiendo. Voy a entrar entonces...

— Si...

— Nos vemos. Gracias por traerme.

— No es nada. Hey, espera. — me dijo tomándome del brazo para que no baje del auto.

— ¿Qué sucede?

— ¿Vas a estar bien sola?

— ¿Acaso te preocupa?

— No. — dijo soltándome.

— Entonces no preguntes. — le dije bromeando.

— Qué malos modales.

— Aprendí del mejor. — él rió.

— ¿Puedo entrar? — preguntó inocentemente, haciendo que mi corazón diera un vuelco por lo tierno que se veía.

— Claro.

***

Mis padres estaban trabajando, así que como todas las tardes, debía pasar por el pequeño Tao al jardín. Hoseok se ofreció a acompañarme ya que según él, algo podría pasarme por estar enferma. La realidad era que ya me sentía mucho mejor, pero no quería decírselo porque tenía miedo a que se marchara. Así que me quedé callada y sólo acepté. Fuimos en su auto, cuando llegamos ambos nos bajamos para recibir a mi hermano.

— Ven aquí, pequeño travieso. — le grité, todos los días me hacia atraparlo antes de ir a casa.

— Atrápame si puedes. — decía el pequeño sonriendo.

— Te llenaré de besos si te atrapo. — le advertí.

— Qué asco, no quiero.

— Ya verás.

— Suéltame, soy un niño grande. — se quejaba una vez que lo agarré, llené su pequeña y tierna carita de besos mientras nos dirigíamos hacia Hoseok, quien se recargaba de una manera sexy en su auto esperando por nosotros.

— Eres un bebé aun, eres mi bebé.

— ¿Quién es él? ¿Es tu novio?

— ¿Qué? No, es mi amigo. Saluda.

— Hola Tao. — movió su mano el muchacho, con una sonrisa.

— Hola. — le devolvió el pequeño.

— ¿Vamos?

— Vamos. — dije tomando la mano de mi hermano y subiendo al auto, ésta vez en la parte de atrás.

***

Miraba la tierna escena desde la cocina, Hoseok y Tao estaban en el piso, el pequeño sobre el más grande, "jugando a las luchas" según Tao, intentaba golpear a mi amigo mientras este fingía estar recibiendo los golpes, a la vez que esquivaba los que mi hermano le estaba dando. Ambos reían y Tao estaba realmente feliz porque según Hoseok, él estaba "recibiendo una paliza" por parte del pequeño.