Capítulo 9

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Llegó el momento de la verdad. El día que esperaba para enfrentarme y conocer directamente a Linda Eastman viuda de McCartney, tenía mucho miedo y nervios, pero también sabía muy bien mi estrategia, mi inteligencia unida con mi don de la actuación debían sacar los mejores resultados.

Sumado a todo esto, debe aclararse que lo que me decía Paul no eran cosas precisamente alentadoras, se mostraba emocionado porque al fin podría ir al cielo, pero él consideraba que lo que haría, sería muy riesgoso, e intentó dejármelo claro en cada momento.

— ¿Cuándo es?—él preguntó.

—Hoy, hoy mismo conozco a tu viuda.

Me estaba cepillando el cabello y podía ver a Paul en mi reflejo, él tenía una mirada profunda y de confusión total.

—No vayas.

—Paul, hemos discutido de esto toda la semana, ¿No es lo que querían?, Que alguien enfrentara a Linda y le hiciera decir la verdad.

—Sí, pero no quiero que tú corras ese riesgo.

—Oh, vamos—lo miré atentamente —, no me pasará nada malo.

—Jane, prefiero quedarme aquí... —se acercó prontamente—, contigo.

Lo miré a los ojos y no podía creerlo. Estábamos muy cerca, podía ver su figura fantasmal casi atravesando mi cuerpo. Hasta que di dos paso atrás y me puse mi boina café.

—Paul, lo que dices son estupideces.

— ¿Por qué?

—Mientras más rápido arreglemos tu situación, será lo mejor.

— ¿Qué?

— ¡Debes regresar al descanso eterno!—grité alterada y abroché mi saco.

—Y si me quiero quedar contigo, ¿Qué?, ¿Es algo malo?

— ¡Sí!

Él se sintió un poco dolido por lo que expresé, ¡Pero era la verdad! Seguir con esto sería la peor de las barbaridades.

— ¿Por qué?, ¿Me odias?

—No... ¡No!— Empecé a bajar por las escaleras— Y ese es el problema, que no te odio.

—Claro que no, ¡Es perfecto que no me odies!—me siguió — No podrías hacerlo. Eres demasiado hermosa como para hacerlo.

—Paul—llegamos a la sala—, escucha — me puse mi bufanda—, no podemos tener nada, ¿Comprendes? Es una vida de diferencia, olvídate de eso. Enfrentaré a Linda y vamos a hacer que ella dé la cara ante la justicia, volverás al cielo y deshabitaras está casa para siempre. ¿Vale? Sí, gracias.

—P...pero...

Justo cuando iba a seguir la discusión, llegó el timbre para salvarme.

—Es Cyn, nos vemos al rato—tomé mi bolso y salí lo más rápido que pude.

(...)

Era una exposición de fotografías muy importante, los más destacados periodistas y conductores estarían presentes. Yo estaba nerviosa, pero dispuesta a hacer de todo. No me podía tardar nada, pues era vital y esencial acabar con esto de una vez.

Así que ahí nos encontrábamos, esperando pacientemente por la llegada de Linda. Pattie, Mo', Cynthia y yo compartíamos mesita cerca de la mesa principal, pero yo sabía que debía robar toda la atención de Linda, pero en privado.

—Este es el plan, cuando acabe la sesión de preguntas, vamos con ella. La saludaremos, te presentaremos con ella, dirás que eres una reportera privada, y las dejaremos a solas—dijo Pattie con voz baja.

He's Leaving HomeWhere stories live. Discover now