Capítulo 18

131 18 5
                                    

Cynthia Lennon's POV

Después de que nos echaron a todos de aquel lugar, Jane no parecía entender que ocurría. Era de verdad impresionante ver la manera en la que ella se había olvidado de Paul. Me daba miedo, pero lo comprendía. Dios sabrá qué locuras habrá vivido en semejante lugar.

Al día siguiente, y por más imposible que suene: Mo', Pattie, Peter y yo, pudimos seguir conversando con Paul, era muy bueno, pues los pocos clientes pensaban que Paul era uno más, no podían reconocerlo gracias al peluquín que le habíamos puesto.

—Esto es absurdo, nosotros conversando contigo, y Jane en un pozo de depresión sin fin—dije deprimida.

—Es cierto, ¿por qué ella no está aquí?—preguntó Paul desconcertado.

—No quiso venir, ella sigue insistiendo que tú no existes—explicó Peter.

—Espera, ¿qué?

—Así es—habló Mo'—, tal parece que Jane ha negado todo motivo de existencia que tú pudieras darle. Es triste, pero es la verdad. Ella te desconoce, ella dice que nunca cruzó ni media palabra contigo.

—Eso no puede ser posible—se volteó—, ¡no! Si los últimos días que nos vimos, estaba a punto de besarla, de probar sus deliciosos labios.

—Paul, tú eres un fantasma, por más absurdo y estúpido que esto suene, me cuesta creer que sea real.

—Shh—chité a Peter, nadie podía sospechar ni lo mínimo.

Pero no, nadie se dio cuenta de nuestra paranormal conversación. Era como si fuéramos un grupo de amigos nada más.

—Aunque les cueste creerlo, es real. Y yo aún quiero y estimo mucho a Jane, quisiera verla, hablarle. Demostrarle que sigo aquí.

—Bueno, pero no vamos a poder hacerlo. Ella sigue frustrada, y piensa que no eres real. ¿Qué podemos hacer para convencerla?—dudó Pattie.

—Si sigue así durante los siguientes días y semanas, va a ser imposible salvarla—dije con temor.

—¿Por qué?

—Regresará a ese terrible hospital, Paul... ¿No tienes alguna idea de cómo salvar a Jane de su condena?

—No lo sé, ¡le había dicho que no se metiera con Linda!

—Pero fue muy irónico que también hayas pedido justicia—estableció Maureen.

—Sí, sí, es cierto. Pero pensé que atacaría de una manera más inteligente, sencillamente, lo que hizo fue muy precipitado.

—Sí, así es, Paul. Pero, ¿Qué podemos hacer? Lo hecho, hecho está. Y ahora, lo vital es hacer algo porque Jane pueda salir de su infierno—definí.

—No se me ocurre nada, ¡lo siento!—dijo muy deprimido.

Todos nos quedamos callados, como si estuviéramos esperando que Paul dijera algo mágicamente, algo que no iba a pasar.

—Sinceramente, no sé qué hacer para ayudar a Jane—dijo Paul y se alzó de hombros.

—Nosotros tampoco, ¡pero no nos podemos quedar así! ¿Comprendes? —respondió Peter muy molesto.

—Paul, ya entendimos perfectamente que no sabes que hacer, nosotros tampoco—intervine—, entonces... ¿Por qué quieres ver a Jane?

—Pues porque la extraño, sólo quisiera verla una última vez.

Está contestación hizo enojar severamente a Peter.

—Serás cabrón, ¡nada más la quieres ver! Eres un desgraciado, ella está en problemas por tu culpa. ¡Sólo por tu culpa! Y no vas a decir nada.

He's Leaving HomeOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz