Capítulo 10

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Había pocas veces en esta vida en donde yo me enojara a montón, y esta era una de ellas, no podía creerlo, durante todo el camino a casa no hice más que hacer gruñidos de enojo y desesperación. Estaba molesta, más que molesta, me sentía decepcionada. Sentía que todos mis esfuerzos y los de las chicas no valían la pena, que todo había sido una completa mierda. Las chicas detectaron mi enojo, pero no quería quejarme, no quería distraer a Cyn en su conducción. Así que me guardé todo y mi expresión corporal fue la que demostró toda su propia rabia, mis manos no dejaban de moverse, y mi boca emulaba un montón de gruñidos insoportables.

— ¿A tu casa?—preguntó Cyn.

—No, a la de Pattie—murmuré.

Siento que hasta ella condujo más rápido, pues mi cara hasta mostraba un color muy similar al de mi cabello: rojo de tanta molestia que sentía.

Llegamos a la casa de Pattie y entramos, la primera en hablar fue Cynthia, pues yo le había pegado mi propio enojo.

—Ahora sí, ¿Nos quieres decir que pasó?—preguntó harta.

— ¡No! Pero tengo que hacerlo —definí y lancé mi abrigo al sillón, también mi bolso, y aventé mi gorro como si fuera un frizbee— ¡Paul mintió! No es por justificarlo, pero creo que la manera en la que uno muere no puede ser recordada con facilidad.

— ¿Qué quieres decir?—Pattie frunció el ceño.

— ¡Él murió por sobredosis de heroína! —grité histérica — ¡Linda lo asesinó! Hay pruebas.

— ¿De verdad?, ¿Qué pasó?—cuestionó Maureen.

—Soy tan malditamente impulsiva, así que no me aguanté las ganas y culpé y señalé directamente a Linda Eastman de que ella era la asesina de Paul, ella se indignó, y no sólo eso, me dijo que había pruebas de eso, ¡Hasta en la biopsia salió!

— ¿En serio?—preguntaron todas.

—Sí—respondí abatida y me dejé caer en el sofá— ¡Todo ha sido una farsa de Paul! Es terrible, y tantas cosas que hemos hecho...para nada.

—Pues Jenny siempre dijo que fue sobredosis—incitó Pattie.

—Lo siento... Lo siento, no debí involucrarlas en esto, me siento tan tonta, y tan mal—suspiré.

—Tranquila—Cynthia se sentó a mí lado y tomó mi hombro, en señal de compasión—, John está enojado por todas estas salidas que hacemos, pero no me importa.

—Dile que no volverá a repetirse, me iré de esa casa para siempre.

—Jane, estás sacando conclusiones muy rápidamente, ¿Por qué no vamos con el doctor que firmó el acta de defunción de Paul?

— ¡Buena idea!—Cyn chasqueó los dedos— Pattie, ¿Sabes el nombre?

—Robert Sullivan, si no me equivoco. Es uno de los doctores más importantes de el hospital de Londres, es fácil contactarlo—respondió mi amiga de ojos zarcos.

—Muy bien—Cyn se levantó y me obligó a hacerlo—, anda, vamos. No hay que perder tiempo.

— ¿De verdad? —me alcé a la mala.

—Claro que sí, vamos ahora. Chicas, cualquier cosa les decimos mañana.

—Suerte—dijo Mo'.

Cynthia me tomó como si fuera una niña pequeña y me obligó a caminar hasta su coche. Ella fue la que condujo, yo no dije nada, pues estaba muy triste como para entender todo esto, sólo quería llorar y hacer como si nada hubiera pasado, como si todo esto fuera una gran alucinación y una pesadilla. Pero no, era real.

He's Leaving HomeWhere stories live. Discover now